Identidad negada: extranjeros en Venezuela sufren por una visa - Runrun
Identidad negada: extranjeros en Venezuela sufren por una visa
En Caracas, solo la oficina del Saime ubicada en Coche atiende a nacidos fuera del país que requieren visas 
Foráneos denuncian retraso y escasa información en oficinas gubernamentales a la hora de hacer un trámite de identidad 

“Mi historia con el Saime es de odio, olvídate del amor porque ahí no hay eso, es una pesadilla insoportable”, advirtió el belga Lorenzo* antes de empezar a hablar sobre su estatus migratorio en Venezuela.

Radicado en el país desde 1993 y con dos hijos venezolanos, Lorenzo se ha enfrentado a una pesadilla cada vez que debe entrar o salir de la nación.   

“En la actualidad estoy en una situación de residente permanente, hasta junio de este año cuando deba renovar el visado”.

Lorenzo asegura que las autoridades del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) exigen tener la visa y el pasaporte en un mismo documento. “No es como en Estados Unidos, ue puedes entrar con un pasaporte vigente y con la visa en otro vencido”.

Para ello, los extranjeros residentes en Venezuela que tengan el pasaporte vencido deben solicitar un recuento para vaciar toda la información en uno solo vigente.  

Lorenzo asegura que tiene tres años esperando por el recuento y que piensa dejarlo así. “No planeo viajar en el futuro cercano, así que esperaré a que se cumpla el lapso de cinco años para pedir la renovación”. 

El belga sostuvo que si un extranjero en Venezuela pretende viajar afuera y tiene su visa vencida o carece del recuento debe solicitar un permiso al Saime.

Marcos*, hijo de Imelda*, una española con 60 años en Venezuela, indicó que ese permiso que otorga el Saime a los extranjeros para viajar fuera de nuestras fronteras se otorga siempre y cuando el individuo haya empezado a hacer el trámite para la renovación de la visa. “Y si la persona no retorna al territorio nacional en un lapso de 90 días, pierde su condición de residente y vuelve a ser un transeúnte”, expuso. 

Marcos además dijo que, de acuerdo a la página web del Saime, el pago del recuento está exonerado para personas jubiladas, sin embargo, cuando acuden a las oficinas, no hay información que convalide esto. 

Una sola sede para extranjeros

Tanto Lorenzo como Imelda deben ir a la oficina del Saime en Coche para hacer sus trámites. La del oeste es la única de Caracas donde pueden acudir los nacidos fuera de Venezuela, aunque en el website del Saime se indique que todas las oficinas a nivel nacional están disponibles para los foráneos. 

Imelda, quien tiene pasaporte y cédula de identidad vencidas, ha ido en siete oportunidades a la sede de Coche, cuatro para buscar información y tres en procura de ser atendida.

La primera vez que fue a llevar los recaudos llegó a las 8 de la mañana, la segunda a las 6:00 AM y la más reciente a las 5:00 AM. En ninguna fue atendida. 

Aunque la combinación de semanas flexibles y radicales a raíz de la pandemia del coronavirus cesó en el mes de diciembre por orden del Ejecutivo, la oficina del Saime en Coche sigue atendiendo a extranjeros cada quince días.  

Marcos aseguró que en esta sede solo atienden a 100 personas por jornada de lunes a jueves y el viernes a 50 naturales por el terminal del número de cédula de cada uno. “Los viernes reparten 50 números a personas naturales y 50 para los de la tercera edad, por lo que hay que llegar bien temprano”.

Lorenzo manifestó que, además del cuello de botella que significa atender únicamente a 100 personas al día, ha notado cierta discriminación por parte de los funcionarios. “Si eres chino o turco capaz que sales rápido, pero si eres europeo blanco como yo, toca encomendarse a Dios”. 

A juicio de Marcos, los problemas de atención se exacerbaron durante la pandemia, periodo en el cual incluso dejaron de recibir a los usuarios. “No hubo atención durante algunos meses de 2020 y luego solo durante semana flexible”.

Marcos manifestó que para una persona de la tercera edad, ir a un lugar de madrugada a esperar por cinco o más horas de pie, sin tener una silla, un techo o un baño, puede ser un reto colosal.  

A eso le suma los costos por traslado. “Un taxi del centro de Caracas a Coche cuesta alrededor de 10$, no hay transporte público que funcione de madrugada”. 

Marcos denunció que las oficinas del Saime carecen de atención al público. “No hay personal que se aboque a la atención de la gente en la cola. Yo creo que lo peor es la  angustia de ver que pasan dos meses intentando hacer un trámite y ni siquiera te han revisado los documentos para ver si todo está en orden”.    

El Estado falla en garantizar regularización de extranjeros

Edgar Magallanes, director de Servicios Jesuitas a Refugiados, sostuvo que el Estado debe garantizar la regularización de los extranjeros que hacen vida en Venezuela.

“Nadie debe ser considerado como ilegal, la capacidad de respuesta que tienen las instituciones ante este tipo de problema es reducida debido a la crisis estructural que poseemos”.

Magallanes sentenció que su organización brinda acompañamiento humanitario y jurídico a personas con vulnerabilidad de identidad.

“Atendemos básicamente a personas que no tienen medios económicos para salir adelante, nuestro trabajo es pequeño en comparación con la necesidad que existe”.    

Magallanes aseguró que aún se registran movilizaciones de personas hacia Venezuela, básicamente de nacionalidad colombiana. 

“Vienen huyendo de la guerrilla y de grupos delictivos, quienes les amenazan con agredirlos si no abandonan sus hogares, este fenómeno lo vemos especialmente en estados como Apure, Zulia y Táchira”. 

Agregó que la migración que más abunda en la frontera es la pendular. “Gente que va y viene, buscando recursos para mejorar su calidad de vida dentro del territorio nacional”. 

La realidad del extranjero en Venezuela, es una especie de reflejo de la situación del venezolano en el exterior, donde se ha tenido que enfrentar a inestabilidad económica y laboral, además de episodios de xenofobia. 

El karma de no estar identificado

Marcos aseveró que para un extranjero las consecuencias de no tener visa y cédula pueden ser alarmantes. 

Le pueden poner trabas a la hora de renovar cualquier documento, hacer trámites oficiales, operaciones bancarias, actividades en notarías y registros. Si bien el Ministerio de Interior y Justicia y la Superintendencia de Bancos emitieron resoluciones indicando que los documentos de identidad de extranjero vencidos son válidos, queda a discreción de los funcionarios el permitir que los extranjeros no identificados tengan los mismos derechos que el resto de la ciudadanía”.  

El artículo 13 de la Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela reza que “los extranjeros que se encuentren en el territorio de la República tendrán los mismos derechos que los nacionales, sin más limitaciones que la establecidas en la CRBV y las leyes”.

A esto hay que sumarle el costo. De acuerdo a Marcos, la renovación de la visa cuesta 1,67 petros, mientras que el recuento, 0,83. Para este 18 de febrero de 2022, el petro se cotizaba en la página del Banco Central de Venezuela en 57,21 dólares. “Una persona jubilada, que recibe una pensión del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss), debe cancelar por el trámite un dineral, no tiene sentido”, comentó. 

El daño que causa

Lorenzo afirmó que su estatus migratorio es algo que le produce cansancio físico y mental. “Tengo ansiedad, es algo que me quita el sueño, cualquier trámite como extranjero me produce pavor, la posibilidad de salir del país y luego que no te dejen entrar es aterradora”.

“Da una sensación de desamparo porque se trata de una persona que solo quiere mantener sus papeles en orden y se percata de que el trámite es una labor descomunal, casi inalcanzable”, sentenció Marcos.

Lorenzo añadió que es insólito el hecho de que una persona no pueda viajar a su país natal. “Conozco a un señor que tiene a su hijo enfermo en Bélgica y no puede ir, mientras que su madre que es venezolana sí puede”. 

La naturalización puede ser un camino para evitar la emisión de la visa cada cinco años, pero Marcos manifestó que esta tiene sus bemoles. 

“Nacionalizarse implica para el nacionalizado una serie de trabas ante organismos estatales y públicos. El extranjero debe cargar la Gaceta Oficial bajo el brazo, incluso a la hora de hacer inmigración, y por otro lado, el cambio del documento de identidad implica alteración de número, lo que significa cambio en registros, bancos, seguro social, Seniat y demás…las personas deberían residir en el país como extranjeros con todos sus derechos, tal y como lo establece la ley”, explicó.

 

*Los nombres fueron cambiados por petición de los entrevistados