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El diálogo social ha de modelar el diálogo político
¿Qué es el diálogo social?, ¿en qué se parece y en qué se diferencia del diálogo político?”. Conversa con Mariela Ramírez, activista cofundadora de @Dale_Letra

 

@victoralvarezr

Ante la inercia de los partidos políticos que no decidían si participar o no en las elecciones, diferentes iniciativas de la sociedad civil irrumpieron en la escena política y alcanzaron gran visibilidad y resonancia cuando postularon a 15 venezolanos independientes, con reconocida trayectoria y probada solvencia ética para ser rectores del CNE.

Hoy escuchamos hablar cada vez más del Foro Cívico Nacional, del diálogo social y de otras iniciativas que llaman a los ciudadanos a organizarse y luchar por la defensa de sus derechos. Estas iniciativas no están en contra de los partidos políticos ni son militantes de la antipolítica; pero sí interpelan y emplazan al gobierno y la oposición para que interpreten el sentir nacional y se conecten con las necesidades de la gente. Promueven el diálogo y la negociación política, hacen llamados para retomar la ruta electoral, luchan por mejorar las condiciones electorales y restaurar la democracia venezolana. Son nuevos actores en el mapa político nacional. En Venezuela el diálogo político se ha desacreditado porque no ha contribuido a superar la crisis que azota al país.

Entre 2014 y 2021 se han llevado a cabo cinco procesos de diálogo y negociación: la Conferencia Nacional por la Paz (2014), la Mesa de Diálogo Nacional (2016-2017), la Mesa de Diálogo en la República Dominicana (2017-2018), las Conversaciones de Oslo-Barbados (2019) y ahora en México se vuelve a retomar el diálogo y la negociación para lograr una solución pactada a la crisis venezolana.

Para resolver el conflicto venezolano se ha dicho que todas las opciones están sobre la mesa; desde la ruta electoral y pacífica hasta la vía insurreccional y violenta. Unas veces se participa en elecciones, otras se ha decidido la abstención y también se ha intentado la vía insurreccional: las violentas guarimbas, el Cucutazo, el conato de golpe de Estado, la operación Gedeón, la invocación al TIAR son opciones que han ensayado quienes no creen que por la vía electoral es posible lograr un cambio político en Venezuela. 

La oposición abstencionista sembró en el mapa mental del país la idea de que “en Venezuela se vota pero no se elige”, que “dictadura no cae con votos”, que “participar en la farsa electoral es legitimar la dictadura”. El voto ha perdido valor como instrumento de cambio y esto es funcional al gobierno.

Si la mayoría descontenta se abstiene, la minoría oficialista devendrá en mayoría.

“Nada está acordado hasta que todo esté acordado” pareciera ser un principio muy exigente que ha regido las negociaciones entre el gobierno y la oposición. Se acuerda todo o no se acuerda nada. Esta lógica somete a todo un país castigado por una larga crisis a tener que esperar hasta que las élites políticas se pongan de acuerdo en todos los puntos a negociar.

¿Qué es el Foro Cívico Nacional? ¿Cuándo y cómo nace? ¿Quiénes forman parte de esta iniciativa? ¿Cómo es su estrategia? ¿Cuáles han sido sus acciones de mayor impacto para hacer valer los derechos sociales y políticos de los ciudadanos? ¿Qué nuevos aportes se plantean?

¿Qué es el diálogo social?, ¿en qué se parece y en qué se diferencia del diálogo político? ¿Cómo se complementan? ¿Cómo puede contribuir el diálogo social para que el diálogo político rinda los frutos que Venezuela espera?

¿Cuál es la vía del Foro Cívico y del Diálogo Social para hacer posible el cambio de mando por el cual se pronuncia el 80 % de los venezolanos que rechaza al actual gobierno?

¿Tiene sentido participar en condiciones electorales tan desventajosas? ¿Cómo se puede reconstruir la confianza en la institución del voto para que la ciudadanía vaya a votar masivamente y se recupere la ruta electoral como la vía más eficaz para resolver nuestros conflictos?

¿Por qué se impone ese principio de nada está acordado hasta que todo esté acordado? ¿Qué sentido tiene jugar al todo o nada? ¿El Foro Cívico estaría a favor de acuerdos parciales que solucionen problemas concretos y coadyuven a crear mayor confianza en el proceso de negociación? ¿Cuáles pudieran ser esos acuerdos parciales entre gobierno y oposición que respondan al interés nacional y no solo al interés de los partidos?

Para hablar sobre estos temas y este interesante proceso, hemos invitado a Mariela Ramírez a esta nueva entrega de Diez conversaciones estelares con diez mujeres comprometidas con una solución electoral y pacífica del conflicto venezolano. Arquitecta, cofundadora de la organización @Dale_Letra, activista del Foro Cívico y promotora del diálogo social, Ramírez es una de las voces más activas de la participación ciudadana en la defensa de los derechos sociales y políticos.

Vea la conversación completa aquí:

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