Con tramposos, ni a la esquina - Runrun
Armando Martini Pietri Ene 16, 2020 | Actualizado hace 3 semanas
Con tramposos, ni a la esquina

El que arma tramoyas e intrigas con gente dada y abierta a las trampas, termina evacuando en la jaula, ruego perdonen la expresión. Sólo sirven para intimidar, amenazar y atemorizar a indefensos ciudadanos cuando reclaman elementales derechos humanos, servicios públicos de mínima calidad, mediana seguridad, y otras increíbles carencias revolucionarias en la Venezuela -al estilo cubano-.

Terminamos de presenciar este pasado 5 de enero cuando el régimen castrista, cual gago cerebral, perdió -quizás- la última oportunidad de presentar una fachada democrática a la comunidad internacional, a la ciudadanía. Por el contrario, quedó como los sujetos que compró, insatisfechos patanes codiciosos que ni tienen ni sienten vergüenza, remordimiento por violar la Ley, pisotear la Constitución, que se burlan de todo y de todos. Tanto esfuerzo, enredo, conspiración, para terminar, limpiando pasillos de la oposición y proyectando hacia arriba, por encima de las rejas, a un interino que venía cayendo y ahora resurge como dirigente de una oposición que se siente parte de una gran misión, que ha recorrido el desierto, cruzando entre pueblo y militares, y que en apariencia tiene ahora a la vista la tierra prometida. ¡El que la hace la paga!

Vacilantes e inseguros vociferan incoherencias sin dar muestras de nada positivo, sólo gritan. Pero no se engañan y tampoco a los demás, saben que no es fácil, perciben que les queda menos camino por recorrer, no obstante, al régimen sólo se le ocurre firmar un libro de condolencias clamando hipócritamente y de carrerita venganza por la muerte de un genocida ajeno, lejano, cuya idiosincrasia nada tiene que ver con este lado del mundo.

Para la oposición estadounidense los roces con Irán son temas electorales, para el pueblo norteamericano es asunto de preocupación a la vez que de orgullo. Lean bien las palabras de Donald Trump, ¿por qué creen que propone conversaciones y paz después de mostrar mundialmente la avanzada, letal y eficiente tecnología militar?

Al castro-madurismo, sus militares se le sienten incómodos y los países amigos no lo rechazan, pero tampoco se solidarizan con el empeño de antes, el ataque a la Asamblea Nacional, a la institucionalidad, y el aparatoso fracaso son difíciles de tragar hasta en la gélida Rusia.

El escenario se le arruga al castrismo venezolano, la iglesia reclama con severidad, no sonríen, casi siempre amargados, paranoicos, detectando enemigos por todos lados, se desconoce si internamente divididos o no -aunque las sospechas están allí, y solo parecen deseos, no lo son-, no tienen figuras capaces de captar el afecto público por sí mismos y no por el terror. Esas siluetas no son Cabello ni Maduro, ¿y quién más hay aparte de ellos? En el castro-madurismo no hay un Guaidó, mucho menos una María Corina, quizás por eso Diosdado piensa que los obispos son adecos.

Venezuela luce extraviada, perdida, pasiva, entregada, sin dolientes ni interesados, una nación que deja en mano ajena lo que le corresponde como ciudadanía, defender la nación, familia y futuras generaciones. Una percepción quizá errónea, no impedirá que continuemos intentándolo, a pesar de las bolsas que se preparan para elecciones parlamentarias sin condiciones. Venezuela está hecha por sangre de héroes que aún no logran emerger del todo, pero están ahí, sus espíritus existen activos y presentes.

Conversar, no implica perder los propios posicionamientos. Pero el mensaje verdadero y profundo al país es que, todos y cada uno desde su perspectiva, están en sintonía y beneficio de los venezolanos sin distingo, y gane quien gane la Presidencia, formarán parte líder de la recuperación del país, su economía, bienestar, orgullo y satisfacción de ser venezolanos de bien, de principios éticos, valores morales y buenas costumbres ciudadanas.

Peliagudo distinguir lo que sucede con el chavismo castrista madurista -PSUV- que deambula merodeando catacumbas, expiración y ruina; que no conoce el significado de construir y por eso solo destruye; que ni lava ni presta la batea, integrado por venezolanos sumisos, idiotizados, que no levantan la voz ni se atreven a acudir solidariamente cuando otros suben el tono de protesta ante la injusticia, negligencia, dejadez, corrupción, complicidad e inexplicable incompetencia.

La exigua asistencia a los cabildos y cualquier otra manifestación convocada por el interino demuestra la falta de conexión, la pérdida de confianza de la ciudadanía. Ya no le interesa. Por eso, lo que se decidida para desalojar la ignominia solo será efectiva mientras impere la coherencia y cohesión; por supuesto, sin la participación de socios, cómplices, corruptos y cohabitadores colaboracionistas.

El 30A es un magnífico ejemplo de estulticia. Esperemos ello ocurra más temprano que tarde, pero por ahora la realidad es que la crisis parlamentaria se acelera, Diosdado la bloquea y anuncia el uso permanente del Palacio Federal Legislativo por la constituyente cubana.

Desde el momento en el cual la Asamblea Nacional aceptó con aplausos, mensajes de bienvenida, y regocijo bullicioso de alegría, era evidente que el regreso, sin cumplimiento del reglamento, de los diputados del PSUV era una trampa, un timo, una estafa que se alertó de mil maneras. Hoy se está viviendo el resultado de la candidez y bobería. Hay dos directivas.  

¿Y el país no se perturba? ¿Qué sucede? 

Son venezolanos que se están quedando sin nada, ciudadanos inocentes presos, torturados, exiliados, que mueren de hambre, escasez de medicinas, insumos médicos y tratamientos adecuados; sin embargo, mudos ante la crisis, cegados y contagiados por la tóxica contaminación castrista. 

 

@ArmandoMartini