Maduro nos vuelve a sorprender, ahora con una presidencia compartida al estilo de los virreinatos que en su origen histórico tuvieron el Perú y Colombia. Se estrena la “vipresidencia”. Un no ser legal, una vaina rara, una figura no contemplada en la Constitución. Pero, ¡qué importa!, si hace ya rato que es letra muerta. Si no, pregúntenle a la y que sala constitucional del tribunal supremo y que de justicia.

En un show televisado, encadenado y decorado de verde olivo, mucho verde olivo, el y que presidente medio abandona su cargo para ceder su competencia constitucional a un militar. Un militar que, Maduro dixit, tendrá bajo su mando al gabinete ministerial, cosa que corresponde al presidente de la república, quien sólo llega a serlo por elección popular.

¿Conoce usted a alguien que haya votado por Padrino López para la presidencia? Yo no lo vi en el tarjetón el día que fui a votar por Henrique Capriles. ¡Ah, es militar!, no puede ser presidente por no ser elegible.  Pero ahora Padrino López, general activo, dirige ahora la acción de gobierno, competencia reservada a la condición de presidente según el artículo 226 de la Constitución.

La vicepresidencia quedó como la novia y su vestido del Muelle de San Blas: sola, sola con su espíritu, sola… Anulada, nominal, vencida e inutilizada quedó. La cara del pobre Aristóbulo lo dice todo.

Ahora, hay que ponerse serio. ¿Tenemos dos presidentes o ningún presidente? Porque si hay dos presidentes y la Constitución prevé uno solo, se sigue que no hay presidente. Más aún, ¿constituyó abandono del cargo (artículo 233 CN) televisado lo que hizo Maduro cuando cedió sus prerrogativas constitucionales al Padrino? En cualquier caso, no parece haber un presidente.

El virreinato fue una institución respetable. Esta “vipresidencia” es un disparate, un muy grave disparate. Es la ruptura total de la constitucionalidad. Estamos con dos presidentes, estamos sin presidente. Estamos bajo una dictadura militar que asumió el gobierno en cadena militar televisada. Hoy Maduro pasa a ser un pseudo, un no presidente.

Sin pueblo, queda claro que Maduro hasta para amarrarse las trenzas de los zapatos necesita a un militar.

@massone59