¿Es esto una emergencia? por Darío Ramírez

Últimamente somos un país en emergencia, ha sido la terrible tendencia en la boca de cada actor de la vida política, tanto de un “bando” como del otro. Unos con el mayor descaro decretan la emergencia económica y otros con responsabilidad condenan la emergencia en salud, todo esto en menos de 5 días. Pues bien, se entiende por emergencia una situación sobrevenida que necesita de atención inmediata.
Ahora cabe preguntarse: “¿Esta fue una situación sobrevenida?” porque aquello de que necesita una atención inmediata no lo duda nadie. ¿Es, acaso, una situación sobrevenida 17 años de malgasto de los bienes públicos, de expropiaciones y destrucción del aparato productor, de limitaciones absurdas y amenazas constantes a los pocos que quedan produciendo? ¿O es que no han estado por años expertos en el área alertando todo lo que se está haciendo mal, y al final no es que haga falta un experto para saber que un control cambiario totalmente corrompido ha desfalcado el tesoro nacional entre muchas otras que terminaron endeudado a los hijos de mis hijos? Eso lo sabe, a estas alturas, cualquiera.
Aquí no hay una emergencia, aquí hay una hecatombe anunciada, promocionada y pronosticada desde hace rato. Aquí nada fue sobrevenido. Ahora, ¿estamos dándole la atención inmediata necesaria? No creo, porque lo que necesita esta emergencia que hace que un joven se muera en una sala de hospital por falta de insumos no es una pelea mediática, por favor pongámonos los pantalones y asumamos con seriedad esta emergencia.
El cambio empezó eso no es algo que este en discusión, los venezolanos se organizaron, se movilizaron y votaron. Lo hicieron cansados de esta actitud prepotente de no asumir responsabilidades, sino de echarle la culpa al otro siempre; esa actitud de malandraje y despilfarro. Lo hicieron cansados de hacer colas por horas, una realidad que ya todos conocemos bien y que no está cambiando. Y el cansancio sigue allí, la frustración, mientras seguimos en emergencia ¿Qué hacemos ahora? ¿Vemos la asamblea? ¿Les llevamos una propuesta de ley? ¿Protestamos otra vez?
Pues lo difícil es que esas preguntas ahora no solo se las hacen los vecinos, el empresario y la buhonera. Se la hace el Diputado sentado allí con una mayoría absoluta, mientras ve que no existe ningún ánimo por parte del gobierno central de siquiera ceder sus intereses y procurar que haya medicinas para el tratamiento del cáncer.
Apreciado lector: la victoria de la Asamblea no consiste solo en haber ganado con votos, sino en la batalla de resistencia al confiar en los Diputados, pero también exigirles, sigamos trasmitiendo las frustraciones y preocupaciones, exíjale que vuelva a donde buscó los votos y le hable, pero sobretodo que lo escuche porque lo más enriquecedor de ser representante de una comunidad es justo poder construir con ella las soluciones.
El país suplica soluciones, no debates, el país implora consenso, no conflicto. Emergencia tiene otro interesante significado que es la acción de emerger, esa es la verdadera emergencia de Venezuela, la que se desató el 6 de diciembre, la que se instaló el 5 de enero y la que sigue en las calles exigiendo un cambio de rumbo y si no un cambio de gobierno. Escuchemos esa exigencia, todos, dejemos los berrinches y las ganas de gritarle sus verdades en la cara y los revanchismos y ocupémonos de que haya comida en los anaqueles y no falte ninguna medicina para un tratamiento. Emerjamos.
@darioramirez
Concejal del Municipio Sucre, Estado Miranda.
Exiliado Político.