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Opinión

Dudas, preguntas y misterios de una cita sorpresiva por Armando Martini Pietri

Armando Martini Pietri
18/06/2015

ShannonRodríguezCabello

 

La inesperada, sorpresiva e intempestiva reunión de Haití entre Diosdado Cabello y el Consejero estadounidense Thomas Shannon ha estremecido a propios y extraños. El pueblo oficialista no sabía nada y en la oposición, si alguien tenía información, se hizo el loco y después disimuló su extrañeza. O, más probable, no tenían la menor idea ni cálculo.

Así, dentro de esa ¿deliberada? nube de misterio propicia a las especulaciones el encuentro sirvió para que cada quien realizara sus propias conclusiones e interpretara según su criterio ¿Cómo fue y quién coordino el encuentro? ¿Qué temas trataron? ¿A quién sirve la reunión y quien gana? ¿Qué mensaje se quiere transmitir? ¿Por qué viajó el segundo hombre del régimen madurista desde el remoto sur brasileño hasta la empobrecida nación caribeña? ¿Por qué voló desde Washington un funcionario tan importante y ocupado como Thomas Shannon?

Habría que empezar por preguntarse qué hacía antes Diosdado Cabello en Brasil. No tiene la talla suficiente como para una iniciativa tú a tú con el vocero real del Gobierno Brasilero, Lula Da Silva y después con la propia Presidenta, Dilma Rousseff, y lo de la visita evaluatoria de una industria farmacéutica no tiene sentido, el diputado presidente no tiene experticia para evaluar empresas, es tan nulo en economía que afirman dejó esa parte en Venezuela en manos de Maduro, segundo chavista importante que se equivoca por completo, o tercero, si incluimos a Raúl Castro.

El consenso generalizado de quienes han escrito y tratado el tema del encuentro es que fue grato y afable con la presencia del Presidente Martelly de Haití, la Canciller venezolana y otros funcionarios de nivel de ambos países.

Unos por el contrario, se atreven a comentar, basados en la interpretación que hacen de las fotografías publicadas, que los venezolanos estaban en actitud sumisa y dócil es decir, pidiendo cacao y otros interpretan que la sonrisa esgrimida por los presentes es signo de acuerdo.

Pareciera, según nuestra lógica, que la coordinación real debió haber estado a cargo de la Presidenta del Brasil Dilma Rousseff; para otros fue directamente el Presidente Maduro y no falta quien asegura que pudo haber sido el Papa Francisco en combinación con Raúl Castro. Lo más probable es que Cabello se haya reunido primero con Da Silva por gestión quizás propia y de acuerdo con Maduro –“de acuerdo”, no “con permiso”- para pedirle que moviera a su pupila; Rousseff entonces recibe a Cabello y llama a Washington, la Casa Blanca complace a su principal socio en Suramérica y monta en un avión a Shannon. En medio de todo esto alguien de Washington se le ocurre y llama al Presidente Martelly, le informa que va a ser anfitrión de una cita importante en su propio país. Y el haitiano acepta lo que ni le va ni le viene pero al menos complace al Big Boss que está poniendo más dólares y recursos para recuperar Haití, pase lo que pase en el encuentro el haitiano gana sin tener nada que exponer.

Los asuntos tratados en la empobrecida tierra de Alejandro Petión, según estudiosos y opinadores, habrían sido de interés bilateral, como la eliminación del decreto Obama para aliviarle la vida y ganar el agradecimiento de los funcionarios afectados, una forma diplomática de ganar revelaciones, ¿o no? Terceros teorizan que uno de los temas más importantes tratados fue el asunto narcotráfico y el cartel de los soles; hay quien especule que Cabello negoció que no se ejecuten la acciones judiciales contra él y en retribución no demandaría los periódicos norteamericanos; otros piensan que fue considerado el tema sobre la libertad de los presos políticos y la huelga de hambre, otros incautos están convencidos que se conversó sobre cómo se realizara la temida transición –por venir- y que Diosdado se puso a la orden para ayudar, algunos otros opinan que los derechos humanos y su violación también fue asunto vital tocado, y algunos inocentes que el Presidente de la Asamblea Nacional no estaba invitado, y los excedidos creen que el tema fue la posible y casi forzosa acción bélica contra Guyana, en fin, cada quien tiene su interpretación, a conveniencia personal o no, de lo conversado.

Para los radicales de siempre la reunión sirvió de abdicación con posibles negociaciones para que queden impunes de presuntos delitos de altos jerarcas del gobierno y otros piensan que se intimó la extradición de banqueros y otros prófugos de la justicia venezolana. El beneficio obtenido, para algunos, fue nada en absoluto, otros que sólo gana el gobierno y unos, más arriesgados y quizás menos analíticos, afirman que la oposición es la gran ganadora. No faltan, por supuesto, los infantiles y candorosos que piensan que USA actúa desinteresadamente en favor de los presos políticos, a favor de la democracia y en contra de la supuesta dictadura existente en Venezuela.

El mensaje transmitido en lo nacional e internacional es confuso, ambiguo y difuso.

Para algunos es un balde de agua fría, para otros la reacción es de repudio, estupor y rechazo. Para los más conservadores el encuentro es normal entre países con relaciones comerciales y no tan buenas en lo político, para otros es productiva y positiva; y lo que leen entre líneas sugieren que los oficialistas quieren que los vean como gente de paz y diálogo y a la oposición como violenta, guarimbera y no proclive al dialogo. Aquellos que van más allá piensan que al conductor del programa con el mazo dando investigado en EEUU por tráfico de drogas el encuentro permite darle un manto de legitimidad.

Pues bien lo anterior y lo que se olvida de los análisis respetables de concienzudos, meticulosos estudiosos y observadores se consideran y respetan pero a menos que tengan información privilegiada todo es simple especulación.

 

Título de caja
Para saber más sobre esta reunión, también puede leer: Detrás de la sonrisa de Cabello y Shannon en Haití

Por el contrario, con la venia de quienes me hacen el honor de leer estas líneas. Voy a expresar mi criterio y abusando de interpretar al ciudadano común, al de a pie sobre la tan cacareada y examinada reunión de Puerto Príncipe. La verdad me importa muy poco si el encuentro fue o no simpático, si fue o no cordial. Tampoco me interesa quién lo coordinó y, a menos que se hayan tratado temas concernientes la problemática venezolana y sus posibles soluciones como la inseguridad, la escasez, el desabastecimiento, el bachaqueo, la salud, la inflación, la mejora de los servicios públicos, el ascenso de la calidad de vida, la injusticia de la justicia y los otros muchos inconvenientes y contrariedades que hoy vivimos los venezolanos, para nada me incumbe.

Si la reunión sirve para aliviar las molestias de los ciudadanos venezolanos quiero saberlo y la apoyo; si por el contrario nada de eso se conversó, no me concierne. Si con estas reuniones el beneficiado y ganador es el pueblo y el país, magnífico que así sea y si lo que se quiere transmitir es un mensaje positivo y en beneficio de los ciudadanos, mejor imposible.

Pero si por el contrario lo que viajaron a tratar son asuntos de intereses partidistas y personales que para mí son pendejadas, me interesa aun menos esa entrevista y no voy a especular porque ni estuve allí ni nadie me va a contar la verdad de lo que allí sucedió. En consecuencia no teorizo ni me interesa hacerlo.

Lo que sí pienso es la obligación de los asistentes de rendirles cuentas al pueblo y al país de lo que allí se trató y qué consecuencias tiene para Venezuela y sus ciudadanos si es que va a tener alguna, y entonces trataremos el tema con conocimiento de causa y sin interpretaciones interesadas ni personales sino objetivas, serias y responsables. Por cierto no podemos dejar de mencionar que en los EEUU también han habido reacciones en contra y favor, esas menos que menos me interesan.

Claro, que podría haber una circunstancia drástica y contundente, si es que resultara ser cierta la conseja que corre por ahí de que quien manda en Venezuela no es Maduro sino Cabello. Eso lo cambiaría todo, ¿no les parece?

 

@ArmandoMartini

 

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