MUD: ¡Tarjeta única ya! por Thaelman Urgelles
May 07, 2015 | Actualizado hace 9 años
MUD: ¡Tarjeta única ya! por Thaelman Urgelles

CNE12

 

Es indiscutible que asistir a las elecciones parlamentarias con una tarjeta única fortalece notablemente la opción de la MUD en ese proceso. Ello ofrece una imagen de unidad mucho más sólida que la dispersión de tarjetas partidistas en el tarjetón. Algunos especialistas estiman que la votación de la MUD crecería entre el 3% y el 5% si ella tuviese una tarjeta única, lo que podría significar la diferencia entre obtener una mayoría precaria y una mayoría consistente.

Nadie discute esta premisa, que es por ello un clamor de la ciudadanía independiente afiliada al campo opositor. ¿Por qué, entonces, algunos partidos dentro de la MUD se mantienen opuestos a que se tome esta decisión trascendental?

El motivo principal que se esgrime es la norma legal de que los partidos, para conservar su registro ante el CNE deben obtener en las elecciones parlamentarias un número de votos equivalente al 1% de la votación total nacional. Los partidos que no los obtengan desaparecen legalmente y deberán reunir de nuevo las firmas requeridas para ser admitidos por el CNE; con el peligro de que la burocracia chavista del organismo electoral obstaculice al máximo las gestiones de ellos para su legalización, como hoy les está ocurriendo a las agrupaciones Vente Venezuela y Marea Socialista.

También incide el factor de competencia entre los mismos partidos opositores, un hecho comprensible y legítimo en el escenario de la política democrática. Cada partido desea medirse respecto de los demás, para así demostrar su mayor preeminencia en el favor de la población. Esta relación en las magnitudes de votos de los partidos ha servido, en las negociaciones internas de la MUD, para asignar los lugares en las planchas decididas por consenso.

Los partidos en la MUD tenían resuelto el asunto con la decisión, que ya había sido tomada, de contar las votaciones de cada partido mediante tarjetas separadas para las elecciones del Parlamento Latinoamericano (Parlatino), mientras se mantenía la tarjeta única para las votaciones –más cruciales- de la Asamblea Nacional. Mas la pervesa maquinación de la pandilla dueña del poder, sabedora de cuánto vale la tarjeta única para la MUD, actuó para impedir esa solución. Fue ese el motivo principal de que la mayoría parlamentaria del PSUV aboliera inconstitucionalmente la elección directa del Parlatino. De ese modo se proponen obligar a los partidos de la MUD a ir con tarjetas separada, so peligro de perder sus registros ante el CNE.

Esta nueva acción perversa del régimen no es más que un nuevo desafío para las fuerzas democráticas y en especial para los partidos de la MUD. Si estos partidos tienen confianza en su política, y con ello en las posibilidades de obtener una sólida mayoría parlamentaria, no deberían tener dudas en sacrificar temporalmente sus registros legales ante el CNE. Después de todo, un cambio sustantivo en la correlación de fuerzas de la Asamblea Nacional, más la previsible victoria en el referendo revocatorio que podrá ser convocado en enero de 2016 (dentro de 8 meses) abrirían las puertas de una transformación radical en la situación socio-política e institucional del país y con ello la reversión de las prácticas tramposas y ventajistas de este régimen.

Si por asumir la muy necesaria tarjeta única los partidos perdiesen sus registros, pues ejecuten un procedimiento de “Firmazo Nacional” para recolectar en pocos días las firmas necesarias para reinscribirlos a todos. La fuerza política que emergerá de una contundente victoria electoral hará sencilla y expedita tal tarea, así como obligará al CNE a acatarlo sin obstáculos inventados. Por otra parte, el renovado país que nacerá de una revocatoria del mandato presidencial conducirá a un replanteo de la configuración partidista de la sociedad. ¿O es que no tienen confianza en el éxito de su política y en su capacidad de aplicarla? ¿O acaso siguen imaginando la eternidad del archipiélago de micropartidos sin fuerza ni identidad conceptual o programática que hoy medran a la sombra de un genérico antichavismo?

Venezuela vive una crisis que los propios voceros de la MUD definen como dramática y sin precedentes en nuestra historia. Pues bien, solucionar una crisis de esa gravedad y dimensiones exige soluciones también dramáticas, con los riesgos y sacrificios que tal solución requiere. No se puede enfrentar una situación extraordinaria y de emergencia con medidas y comportamientos adecuados a escenarios de normalidad.

Tal es el desafío. Si los partidos de la MUD no son capaces de asumir riesgos como ese, definitivamente no merecen ejercer ningún liderazgo sobre los venezolanos.

PD: Existe, por cierto, una modalidad que ya fue ejecutada a satisfacción: en las elecciones presidenciales de 2012 un grupo de partidos se cobijó bajo la tarjeta única de la Unidad mientras que otros mantuvieron sus identidades en el tarjetón. Para esta ocasión, sugiero a los partidos que apoyan la tarjeta única que la adopten entre ellos y dejen a los “identitarios” conservar sus colores. Veremos si estos últimos se atreven esta vez a correr fuera de la Unidad y cuántos votos particulares obtendrán con su arrogancia.

@TUrgelles