La transición por Ernesto Alvarenga

Fuente: El Universal
El golpe de Estado y el magnicidio son excusas para tapa la ineficiencia, corrupción…
El fallecimiento del Presidente de la República condujo al régimen y al país a un estado de transición. Las elecciones del 7-Oct sin duda las ganó Hugo Chávez Frías para un período que finalizaba en el 2019. Su fallecimiento abrió un período de incertidumbre y de vacío constitucional que de manera tramposa convirtió a Nicolás Maduro en Presidente provisional. Esta sucesión generó pugnas en el cogollo chavista y en la propia FAN, pues el dueño desapareció y los accionistas minoritarios entraron en conflicto, las cabezas visibles de los nuevos accionistas son Maduro y Diosdado Cabello. Existen otros actores interesados que obligan al chavismo a tejer una red de alianzas que van más allá del 8D, el director del Sebin y ministro Rodríguez Torres es un actor importante en este escenario.
Luego de transcurridos 6 meses del fallecimiento del Presidente, es interesante señalar lo siguiente, los resultados del 14A evidencian que hubo un desplazamiento de cerca de un 1 millón de votos del “chavismo” hacia Henrique Capriles, lo que permitió exigir unas auditorías de dichos resultados, aprobados en Unasur y manipulados en el CNE Y TSJ. Todo esto evidencia una crisis en el orden institucional, que transciende al plano económico social. Escasez, inflación, inseguridad y desempleo representan el pan de cada día, estas manifestaciones de crisis son evaluadas por el cogollo gubernamental, tan es así que el 8D, hasta donde sé, no es la única opción.
El régimen adelanta una campaña contra diputados de la oposición, Mardo es un ejemplo. Anuncian el allanamiento de inmunidades parlamentarias, usan el maletín como una manera de comprar diputados y disidentes del régimen (¿quién será el diputado 99?) con el objetivo de aprobar una Ley Habilitante para atacar la corrupción, lo que debería ser un pase de factura entre ellos mismos, luego de 14 años la corrupción es del propio régimen. El golpe de Estado y el magnicidio son excusas que tapan la ineficiencia, corrupción y mala gerencia. El caos que hoy vive la nación no es el resultado de hechos puntuales, es definitivamente una crisis generalizada y estructural que trasciende el evento electoral del 8D. Contarse, para ellos no es la solución, son una minoría en constante decrecimiento.