Édgar Ramírez, Al infinito y más allá
Finalizada la filmación de Libertador, la nueva película de Edgar Ramírez sobre la vida de Simón Bolívar, poco sabíamos del futuro de Edgar en lo cinematográfico. Sin embargo las noticias no tardaron en llegar, páginas de cine norteamericanas comenzaron a reportar la participación de Ramírez en un nuevo proyecto biográfico – Los cuales se le dan muy bien – y esta vez era la historia de “Mano de Piedra” Durán. El famoso boxeador panameño el cual fue una leyenda en los años 70 – 80 y se enfrentó a Sugar Ray Leonard en la famosa pelea del “No más”.
La película está a cargo de otro Venezolano, Jonathan Jakubowicz, quien comentó que la historia hablará mucho de esa infame pelea, pero también de como el personaje de Durán y su entrenador Ray Arcel quien será interpretado por el increíble Robert De Niro. La película no estará lista sino para el Otoño pero la filmación ya comenzó y pudimos ver a Edgar comenzando su entrenamiento en las redes sociales.
No contento con el rol protagónico de esta película, Hands Of Stone, Edgar ha sido casteado en la próxima película de Scott Derrickson, Beware The Night, una historia de la unión de fuerzas entre un cura y un detective de Nueva York para resolver un crímen con elementos demoníacos y paranormales. La historia no está más clara que esto que les comento, sin embargo es interesante saber que este director junto a los escritores de esta película son los responsables del Exorcismo de Emily Rose, Sinister y son además del remake de Poltergeist, así que podemos decir que son un fuerte voz dentro del cine del terror, especificamente lo demoníaco.
En esta película Edgar compartirá la pantalla con Eric Bana (Hulk, Deadfall) y con Olivia Munn (Magic Mike, The Newsroom).
Pareciera que Edgar va camino a proyectos cada vez más grandes en su carrera y desde esta columna queremos desearla toda la suerte del mundo y ratificar el orgullo que es para todos los venezolanos, y resaltar la suerte que tienen Eric Bana, Olivia Munn y Robert De Niro de trabajar con él, aunque ahí capaz ya peque de exceso de nacionalismo.
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