Venezuela, el país de las listas
Anoche culminó la campaña de los candidatos presidenciales de nuestro país, y a primera vista pudimos observar un final de película. Vimos al que se creía más débil, la cenicienta, el que tenía todas las de perder, alzarse sobre un rival titánico, un kraken político que lleva 14 años en el poder y que tiene a su disposición todos los recursos del estado. Kraken que se vió superado por un gobernador con un verdadero proyecto de país y hambre de progreso. No solo Hay Un Camino, Hay una fuerza de cambio.
Yo estoy trabajando en esta fuerza de cambio desde que tengo 17 años, he ido a más marchas de las que puedo recordar, el vinagre se convirtió durante un tiempo en mi colonia, y no hubo elección en la que no trabajé, reunión a la que dejé de ir, ni plan en el que no participé, los que me conocen lo saben, al igual que yo sé que existe gente que ha trabajado mucho más que Yo. En fin, me cansé de pelear por un país para que lo disfrutaran los demás, esos que estaban en fiestas, en la playa, bebiendo y con un actitud de que aquí no estaba pasando nada. Hoy me sorprende ver a tantas personas con las que discutí sobre la responsabilidad que se tiene ante un país, condenar a otros porque hoy no quieren, no pueden o no van a participar en las elecciones. Debería estar feliz de que recapacitaron porque verdaderamente hay un camino, pero el diablo está en los detalles, y tengo un problema con la forma.
Este país sufrió enormemente por la brillante idea de un bárbaro (que en paz descanse) de hacer una lista. Lista que evitó que gente obtuviese trabajos, créditos, beneficios económicos, alimenticios y hasta educacionales por haber escogido una opción o la otra en un firmazo. Una simple lista nos llevó en muchas maneras al lugar donde estamos hoy, un país profundamente divido por color de franela. Sin embargo pareciera que el país de la amnesia vuelve a surgir, ya que hoy veo listas en redes sociales y páginas web acusando a los que “No vienen a votar”.
Lo que más risa me da de esto son las excusas bajo las que se hacen dichas listas, “Tiene que haber una sanción moral para los que no ayudan a salir a este país de la situación que estamos”. Ahora yo me pregunto, si el tema es moral, ¿Por qué las listas no existen también para enumerar a los que robaron, se aprovecharon de negocios con el gobierno, desangraron un país, o se dedicaron a la corrupción? Porque en el país de los vivos las únicas listas en que están esas personas son en Listas de bautizos, matrimonios, cumpleaños y cualquier otra celebración? Porque para eso si tenemos memoria corta, la moral desaparece y se vuelve relativa. Pareciera dejar de ser tan importante para todos los abanderados de lo que hoy quiero bautizar como el Ku Kux Klan electoral.
Esos mismos que creen que un país se construye solo con el voto, que el trabajo es justificable que se pierda por irse a la playa, pero si alguien no tiene los recursos, el permiso o el tiempo para viajar 6 horas en avión es un apátrida, aunque haya donado derepente una parte de su dinero para que otro votara, organizado un autobús para que fueran a otra ciudad o simplemente se encargó de crear y organizar una base de datos de posibles voluntarios que pueden ayudar en diferentes lugares el 7-O.
Hoy nos damos golpes de pecho sobre la reconciliación de un país, pero nos destruímos y sometemos al escarnio público bajo el escudo del deber ciudadano. Deber ciudadano que es relativo y si tal vez lo hubiesemos tenido tan presente hace algunos años no hubiesen sido 14 años de tragedia.
Comparto con ustedes la frustración ante alguien que simplemente se rehusa a votar, pero hay que entender los casos y las circunstancias de cada una de estas personas. Hay muchos que viven aquí y tampoco votan, hay muchos otros que ni siquiera están inscritos en el REP. Esos son los que teníamos que rescatar.
Es verdad que el voto es una responsabilidad y un deber, el trabajo de todos es tratar de convencer al que no quiere participar de que vote, de lo absurdo que es no participar en una elección, del deber que tenemos con nuestro país de hacerlo y de lo importante que es hacerlo ya sea para alcaldes, diputados, gobernadores o presidente. ¿Pero que se logra en el país de la amnesia publicando una lista? ¿Que la gente venga a votar así? ¿Si no votaste no eres Venezolano? ¿En que se diferencia eso del famoso ¨Si no tienes la franela roja no recibes beneficios”? Aplaudo la convicción y el deseo de trabajo, pero en estos momentos de unión y de reconciliación nacional, el corazón caliente tiene que ir acompañado de cabeza fría sino de nada sirve.
¿Como arrancamos un nuevo país el 8 de Octubre partiendo de unas listas? Entendámos que somos los que estamos y estamos los que somos, que Venezuela va a cambiar pero no podemos adoptar prácticas del mismo gobierno que estamos tratando de derrotar. El éxito de este nuevo liderazgo es precisamente ese, elevar las ideas y aterrizar el discurso. Es entender que el pasado pasó y lo que queda es el futuro.
Muchos más útil era hacer esa lista hace un año y contactar a los que viven afuera y ofrecerles ayuda, organización apoyo y hasta asistencia en como votar, donde hacerlo y que se necesitaba. Buscar con le mismo frenesí por número de cédula a la gente que vive afuera para asistirla. ¨Voto donde sea¨ y muchas organizaciones lo hicieron, sin embargo no son ellos los que publican listas, son otros.
Me queda decirles solo una cosa: Voten, voten, por dios voten pero piensen, no caigan en juegos infantiles y medidas barbáricas, repito una vez más, el diablo está en los detalles, y estas serán las cosas que determinarán el futuro como país.
Todos los que puedan, quieran y entiendan, VOTEN. Los que no, que trabajen en la construcción del país que les daremos los que si vamos a votar. De la misma manera que los que trabajamos durante años les dimos a ustedes el chance de llegar a estas elecciones con una opción ganadora como lo es Capriles, mientras estaban en la playa, en rumbas o simplemente durmiendo; Ah, y jamás hicimos una lista.
Hay Un Camino
Raul Ignacio Vallenilla
@LiveFromMind