La investigadora de la Misión de la ONU, Patricia Tappatá Valdez, declaró a Infobae que le impactó ver cómo el gobierno venezolano ha concentrado su estrategia de represión a la oposición «con el uso intensivo de la tortura»
«La presencia de la tortura como parte esencial de la detención arbitraria de opositores es impresionante y alcanza límites de perversidad particularmente llamativos», sentenció
«Estamos dispuestos a aportar las conclusiones y todo lo que tenga que ver con el resultado de nuestro trabajo (…) Ya dependerá de la Corte Penal Internacional ver qué es lo que quiere hacer cuando se le autorice a avanzar con la investigación», remarcó
La investigadora de la la Misión Internacional Independiente de Investigación de la ONU sobre Venezuela, Patricia Tappatá Valdez, señaló en entrevista a Infobae que el nivel de uso de la tortura en Venezuela es «impresionante».
Tappatá Valdez admitió que le impactó ver cómo el gobierno ha concentrado su estrategia de represión a la oposición «con el uso intensivo de la tortura».
«Por eso es que está catalogado como crimen de lesa humanidad. La presencia de la tortura en Venezuela como parte esencial de la detención arbitraria de opositores -otra vez sean estos reales o así percibidos por el gobierno- es impresionante, y alcanza límites de perversidad particularmente llamativos», expresó.
Advierte que la situación puede empeorar
Tras narrar los preocupantes hallazgos del tercer informe de la Misión, la investigadora de la ONU advierte que, si la comunidad internacional no continúa la vigilancia sobre el tema de los derechos humanos en Venezuela, la «persecución y agresión a toda opinión disidente se va a consolidar cada vez más».
«Y habría que mirar a los países que han cooperado. El informe se refiere a la presencia cubana. Por primera vez, es mencionado, porque se pudo acceder a información precisa. Creo que ahí hay que mirar para entender algunas cosas sobre los métodos de represión para silenciar las voces críticas, y algunas cosas sobre la consolidación de estos procedimientos», opinó.
En este contexto, lamentó que el «doble estándar» sobre el caso venezolano existe: «Hay organizaciones que eligen no mirar porque se trata, como en este caso, de Venezuela. Eso es gravísimo para quienes somos defensores de derechos humanos».
La responsabilidad de Maduro
En su declaración, Tappatá Valdez resaltó que tienen «motivos razonables para creer» que altas autoridades del Poder Ejecutivo ordenan la detención de líderes políticos en Venezuela.
En concreto, y sobre los señalamientos contra el gobernante Nicolás Maduro, recalcó como se dice en el informe que tiene autoridad funcional directa sobre el Sebin y la Dgcim.
«Por un lado, porque en su carácter de comandante en jefe, tiene el control absoluto sobre la DGCIM, y en el caso del Sebin porque él nombra, y por supuesto también puede remover, a su autoridad máxima. Por otro lado, nosotros sabemos que -no por escrito, por supuesto, pero sí de manera verbal- el presidente y altas autoridades participan de las reuniones en las que estas decisiones se adoptan», insistió.
En este punto, argumentó que la Misión se basa en la información de varias fuentes.
«No afirmamos nada de lo que está en el informe en base a una sola fuente. Evaluamos y calibramos con cuidado la credibilidad de los contenidos de los relatos de víctimas, testigos, ex funcionarios de diversos estamentos del Estado y de fuerzas de seguridad. Luego, usamos información cruzada de lo que se llama intermediarios o fuentes indirectas, y también, de fuentes abiertas o información pública».
Precisó que, para el informe de 2022, realizaron 245 entrevistas y que además volvieron a las entrevistas de 2020 y 2021, que son 383, para «reforzar y corroborar los hallazgos».
Llamado a la CPI
Cuando se le preguntó sobre cuál podría ser la actuación de la Corte Penal Internacional tras la revelación de los datos de este tercer informe, la defensora de derechos humanos precisó que compartirán sus datos con esta instancia.
«Somos organismos hermanos, diferenciados en sus propósitos, pero ambos bajo el paraguas de las Naciones Unidas, y nosotros estamos disponibles para aportar las conclusiones y todo lo que tenga que ver con el resultado de nuestro trabajo, que es sin duda, un trabajo arduo y que valoramos porque damos fe del rigor con el que ha sido realizado. Ya dependerá de la Corte ver qué es lo que quiere hacer cuando se le autorice a avanzar con la investigación», remarcó.
