TelegramWhatsAppFacebookX

Observación Internacional en México por Milos Alcalay

Cientos de Observadores Internacionales de todo el mundo pudimos asistir a las elecciones del 1 de Julio en México invitados por un Poder Electoral que si bien convoco a sus colegas de los Consejos Electorales también permitió -a diferencia de Venezuela- la presencia de invitados de Partidos y diferentes instituciones internacionales electorales independientes. Los “visitantes extranjeros” -tal como nos denominó el Instituto Federal Electoral (IFE)- pudimos conocer a fondo el mecanismo electoral para luego visitar las mesas electorales y concluir que se respetó la decisión de 80 millones de electores.

Ante la importancia que asignamos en Venezuela de asegurar el cambio en las elecciones del 7 de Octubre, resultaba sumamente importante constatar la madurez de las elecciones del país Azteca y pudimos verificar un proceso sin trabas. La presencia de diferentes representantes, entre ellos del propio candidato Henrique Capriles, la de Leopoldo López y de otros invitados del PAN, del PRI, del PRD, y de otras instituciones políticas, nos permitió verificar la impecable imparcialidad del árbitro electoral, la transparencia, la credibilidad y la existencia de mecanismos que no permiten ventajismos.

Los ciudadanos mexicanos organizaron su voto sin militarizar el proceso electoral. No vimos a militares, milicianos, policías, ni presiones organizadas por el Gobierno como los motorizados rojitos que hostigan las entradas de los centros electorales. No fueron las botas sino los votos los que aseguraron la opción electoral organizada por civiles para los civiles: Se trataba de un voto de todos los mexicanos para elegir a sus representantes en la Presidencia , el Senado, la Cámara de Diputados y los Gobiernos Locales y Regionales.

Otra lección importante fue verificar que las encuestas no son infalibles. Si bien Enrique Peña Nieto del PRI ganó, se desmintió el inmenso margen pronosticado por los encuestadores, ya que el PRI obtuvo 37 % de votos y para gobernar deberá dialogar con un Parlamento integrado con fuerzas opositoras del PRD y del PAN; co-gobernar con Gobiernos locales y regionales de diferentes partidos y con la sociedad civil.

Otro mito destruido fue el de los que afirmaban que el PRI no volvería al poder. Claro que será un PRI diferente. En su discurso al proclamarse vencedor, Peña Nieto aseguro su opción democrática al ofrecer una posición alejada del mensaje autoritario del PRI del siglo XX. Una prueba que asegura esa amplitud, es el Plan de Concertación Mexicana suscrito por Peña Nieto antes de las elecciones con un grupo de dirigentes encabezados por Manuel Espino, ex Presidente del PAN; el Senador Rene Arce, ex dirigente del PRD; y ex dirigentes del PRI, quienes apoyan el compromiso por una unidad nacional basada en el respeto a la democracia. A su vez, el Presidente Felipe Calderón ofreció su apoyo para facilitar la transición. El gran derrotado fue el autoritario López Obrador, apoyado por Chávez, quien niega los resultados evidentes. Mucho éxito a los Mexicanos. Ahora nos toca a nosotros en Venezuela asegurar que se de el cambio el próximo 7 de Octubre.

Por: Milos Alcalay

@milosalcalay

TelegramWhatsAppFacebookX

Cientos de Observadores Internacionales de todo el mundo pudimos asistir a las elecciones del 1 de Julio en México invitados por un Poder Electoral que si bien convoco a sus colegas de los Consejos Electorales también permitió -a diferencia de Venezuela- la presencia de invitados de Partidos y diferentes instituciones internacionales electorales independientes. Los “visitantes extranjeros” -tal como nos denominó el Instituto Federal Electoral (IFE)- pudimos conocer a fondo el mecanismo electoral para luego visitar las mesas electorales y concluir que se respetó la decisión de 80 millones de electores.

Ante la importancia que asignamos en Venezuela de asegurar el cambio en las elecciones del 7 de Octubre, resultaba sumamente importante constatar la madurez de las elecciones del país Azteca y pudimos verificar un proceso sin trabas. La presencia de diferentes representantes, entre ellos del propio candidato Henrique Capriles, la de Leopoldo López y de otros invitados del PAN, del PRI, del PRD, y de otras instituciones políticas, nos permitió verificar la impecable imparcialidad del árbitro electoral, la transparencia, la credibilidad y la existencia de mecanismos que no permiten ventajismos.

Los ciudadanos mexicanos organizaron su voto sin militarizar el proceso electoral. No vimos a militares, milicianos, policías, ni presiones organizadas por el Gobierno como los motorizados rojitos que hostigan las entradas de los centros electorales. No fueron las botas sino los votos los que aseguraron la opción electoral organizada por civiles para los civiles: Se trataba de un voto de todos los mexicanos para elegir a sus representantes en la Presidencia , el Senado, la Cámara de Diputados y los Gobiernos Locales y Regionales.

Otra lección importante fue verificar que las encuestas no son infalibles. Si bien Enrique Peña Nieto del PRI ganó, se desmintió el inmenso margen pronosticado por los encuestadores, ya que el PRI obtuvo 37 % de votos y para gobernar deberá dialogar con un Parlamento integrado con fuerzas opositoras del PRD y del PAN; co-gobernar con Gobiernos locales y regionales de diferentes partidos y con la sociedad civil.

Otro mito destruido fue el de los que afirmaban que el PRI no volvería al poder. Claro que será un PRI diferente. En su discurso al proclamarse vencedor, Peña Nieto aseguro su opción democrática al ofrecer una posición alejada del mensaje autoritario del PRI del siglo XX. Una prueba que asegura esa amplitud, es el Plan de Concertación Mexicana suscrito por Peña Nieto antes de las elecciones con un grupo de dirigentes encabezados por Manuel Espino, ex Presidente del PAN; el Senador Rene Arce, ex dirigente del PRD; y ex dirigentes del PRI, quienes apoyan el compromiso por una unidad nacional basada en el respeto a la democracia. A su vez, el Presidente Felipe Calderón ofreció su apoyo para facilitar la transición. El gran derrotado fue el autoritario López Obrador, apoyado por Chávez, quien niega los resultados evidentes. Mucho éxito a los Mexicanos. Ahora nos toca a nosotros en Venezuela asegurar que se de el cambio el próximo 7 de Octubre.

Por: Milos Alcalay

@milosalcalay

Todavia hay más
Una base de datos de mujeres y personas no binarias con la que buscamos reolver el problema: la falta de diversidad de género en la vocería y fuentes autorizadas en los contenidos periodísticos.