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Claves | SOS Orinoco explica el rol de las plantas de cianuración en el Arco Minero
Según la organización, las técnicas de cianuración son mucho más eficientes, pero requieren procesos industriales. Del total de cianuro producido mundialmente, estimado en alrededor de 1,5 millones de toneladas, entre el 18% y el 20% es utilizado en la minería, principalmente para la recuperación de oro

 

La organización SOS Salvando la Amazonía Venezolana presentó un informe explicando el rol de las plantas de cianuración en el negocio del oro del Arco Minero del Orinoco (AMO). 

El texto señaló que la mayor parte del oro venezolano es extraído con procesos de amalgamiento con mercurio, sustancia altamente tóxica para los humanos y para los ecosistemas, pero que tiene rendimientos relativamente bajos desde el punto de vista minero.

Según la organización, las técnicas de cianuración son mucho más eficientes, pero requieren procesos industriales. «Venezuela había tenido experiencias con estos procesos en el pasado, pero recientemente el gobierno ha impulsado en forma inusitada la construcción de nuevas instalaciones para estos procesos de cianuración».

Muy poco o nada se ha dicho sobre estas plantas, por lo que esta investigación buscó desentrañar la actualidad del tema de los procesos de cianuración en el estado Bolívar, informando sobre el verdadero alcance en el marco de la política del Arco Minero y su aporte real en la producción actual aurífera del país.

Aquí las 7 claves más resaltantes de la investigación:

En Venezuela, se introdujo la tecnología de cianuración entre 1928 y 1936, por medio de la New Goldfield de Venezuela en El Callao, llegando a contar con una planta de cianuración y flotación, con una capacidad de molienda y procesamiento de 600 toneladas por mes.

Los inicios de la minería al sur del Orinoco en el siglo XVIII respondieron inicialmente a la búsqueda de oro como principal impulsor, no sólo de la actividad misma, sino del poblamiento de la región, indispensable para lograr una efectiva explotación y control del territorio y sus riquezas.

Las técnicas de cianuración son mucho más eficientes, pero requieren procesos industriales. Venezuela había tenido experiencias con estos procesos en el pasado, pero recientemente el gobierno ha impulsado en forma inusitada la construcción de nuevas instalaciones para estos procesos de cianuración.

Del total de cianuro producido mundialmente, estimado en alrededor de 1,5 millones de toneladas, entre el 18% y el 20% es utilizado en la minería, principalmente para la recuperación de oro, lo que significa una cantidad aproximada de 300.000 toneladas de cianuro al año.

La infraestructura de explotación y procesamiento del oro desarrollada durante el último tercio del siglo XX, tanto por el Estado venezolano como por las distintas empresas privadas, fueron abandonadas o desmanteladas a raíz de su deterioro por falta de mantenimiento adecuado.

Uno de los elementos centrales de la nueva estrategia gubernamental para el control del negocio del oro en Venezuela es el desarrollo de centros de acopio y procesamiento del material aurífero producido por los pequeños mineros y los “molineros” (operadores que trituran el material mineral, tradicionalmente para el proceso de amalgamiento con mercurio, y que no extraen material directamente), quienes encuentran en la recolección y transporte de las arenas residuales de viejos procesos de explotación un material de fácil recolección y rápida ganancia, tanto para el minero como para las plantas de cianuración. 

Si bien la cianuración es mucho más segura ambientalmente a largo plazo, según advierte SOS Orinoco, requiere de una serie de cuidados y previsiones que no han podido ser evaluadas,  «principalmente debido al hermetismo oficial en torno a todo lo que tiene que ver con instalaciones, procesos, medidas preventivas, protocolos de seguridad y previsiones ante posibles accidentes (derrames, roturas de diques, entre otros».