La culpa no es Robertson por @Baseballnotes
Pasó lo que todos temían que pasaría. Tras la primera noche de un salvamento que por momentos se complicó demasiado, la presión de llenar los zapatos del más grande cerrador en la historia de la pelota le pegó finalmente a David Robertson. Y es que en el segundo juego de la serie contra Tampa Bay, primeros de la división y dueños del tercer mejor record de las mayores, D-Rob entró con oportunidad de salvar un juego que su equipo le dejó a favor por la mínima diferencia.
Y he allí precisamente el asunto trascendental de esta discusión: la ofensiva no estuvo con él. Más allá de la discusión de su talento o no, o de su apodo “Houdini” ganado por la capacidad de salir airoso de situaciones imposibles, la realidad es que en este particular juego no recibió apoyo productivo de su lineup, el más caro de todas las ligas mayores.
A pesar de haber bateado .271 (35-9) en el partido, promedio nada malo, el problema realmente residió en la capacidad ofensiva a la hora de concretar. Un equipo que en lo que va de temporada había conectado .243 de promedio con corredores en posición anotadora, dejó a sus lanzadores desprotegidos al irse de 8-0 con hombres en base listos para cruzar el plato.
Curiosamente hasta esta ocasión Robertson mostraba cifras impecables sobre el montículo. Ostentaba una racha de 27 episodios en temporada regular sin permitir una carrera limpia, la secuencia estadística más larga desde que –es en serio- precisamente Mariano Rivera consiguiera 30 2/3 innings sin que le pisaran merecidamente el home en la temporada de 1999.
Incluso la forma en la que se desperdició el salvamento fue estadísticamente cruel: llevaba 96 innings sin que le conectaran un batazo de cuatro esquinas hasta que el jardinero mantarraya, Matt Joyce, le sacó un batazo válido por tres carreras, sellando definitivamente el juego perdido 4 carreras por 1.
Muchos arguyeron que era Soriano, un cerrador con bagaje previo precisamente con Tampa Bay, y que en 2010 terminó primero en la liga americana con 45 salvados (12 por arriba del mismísimo Mariano Rivera), quien debía asumir el rol de cerrador. Pero ha sido el joven de Alabama el que ha llevado la responsabilidad de asegurar las victorias del equipo del Bronx hasta ahora; aún cuando el propio Girardi declarara un día después de la lesión de Mariano que ambos, Soriano por su experiencia previa y Robertson por ser una joven promesa, alternarían las responsabilidades.
A fin de cuentas Nueva York es un equipo que tiene que batear. Sin duda Niemann y Rodney se encargaron de amarrar los bates de los de casa, pero a este nivel la ofensiva vale tanto como la defensiva, sobre todo cuando los Yankees son el 2do mejor equipo en la Americana en promedio de bateo mientras que Tampa es apenas el 8vo.
Nos despedimos deseándoles a todos un excelente fin de semana y recordándoles que la conversación sobre la pelota de la gran carpa sigue a través de nuestra cuenta de Twitter @Baseballnotes. ¡Saludos!