Las bajas temperaturas y las fuertes lluvias en algunas provincias del norte del país podrían haber contribuido

A unas horas del cierre de los centros electorales en España, que este domingo 10 de noviembre celebraba sus cuartas elecciones generales en cuatro años, la participación fue 4% más baja que en los comicios de abril. El PSOE ganó entonces los comicios, pero no logró una mayoría suficiente para gobernar.

Para las 6 de la tarde, 56,85% de los 37 millones de españoles con derecho a voto habían depositado sus boletas, comparado con 60,74% que se registraba hace seis meses a la misma hora, según datos del Ministerio del Interior.

Las encuestas predecían una baja participación y anticiparon que hasta 35% de los electores podrían dejar de votar en los cuartos comicios generales desde 2015 por el descontento con el estancamiento político.

Las bajas temperaturas registradas en el país durante la jornada, y las fuertes lluvias en algunas provincias del norte, podrían haber contribuido.

Los analistas sostienen que, tradicionalmente, la baja participación ha perjudicado a los partidos de izquierda.

Se espera que el presidente en funciones, Pedro Sánchez, del Partido Socialista (PSOE), repita triunfo en las urnas tras una breve campaña electoral dominada por el movimiento independentista en Cataluña y la previsión de que la ultraderecha gane terreno en el Congreso de los Diputados.

Sin una mayoría absoluta, el país podría afrontar un nuevo estancamiento y meses sin un gobierno estable.

Los cuatro principales partidos centraron sus campañas en cómo gestionar el independentismo en la región nororiental de Cataluña y en el temido auge de la formación de ultraderecha Vox.

Los centros electorales cerrarán a las 8 de la noche (1900 GMT) y los primeros resultados se anunciarán horas después.