ALTO

 ¿DE QUE HUYEN?:

Literalmente es una huida. La desbandada crece a diario. La reciente orden de Maduro al general Padrino López de que llene las plazas vacantes con miembros de la Milicia Bolivariana no es algo nuevo. Ya en febrero de este año en un desfile en la avenida Bolívar les dijo “Vamos rumbo a 2 millones de milicianos y milicianas el próximo 13 de abril y he dado la orden al Estado Mayor Superior, y le hago el llamado a los milicianos, para que se inscriban”.

Señaló que las órdenes permitirán a los Milicianos y quienes estén en disposición, sobre todo la juventud venezolana, a acudir a las circunscripciones y ser soldaos activos del Ejército Bolivariano. Luego enfatizó: “La segunda orden es a la Guardia Nacional Bolivariana, que está incorporando 30 mil hombres y mujeres a sus fuerzas. He dado la orden que todos los cupos sean ocupados por los milicianos, que se incorporen como efectivos de la GNB”. La realidad supera cualquier ficción. Las plazas vacantes en todos los componentes militares crecen a diario. Los soldados se van sin siquiera pedir la baja pues dicen que “las prestaciones no me alcanzan ni para comprar un mercado”. La mayoría se ha ido por la frontera hacia Brasil y Colombia. Es dramático lo que pasa en términos de tropa alistada. ¿Ahora nadie quiere servir en las FANB?. 

EL COTARRO: 

Ayer la directora de la ONG Control Ciudadano, doctora Rocío San Miguel, en entrevista con César Miguel Rondón señalaba que “el general Padrino López ya debería pasar a retiro porque cumple cinco años en el Ministerio de Defensa”. Por otra parte, aseguró ella misma, el general Jesús Suárez Chourio (integrante de la rebelión original del 4F) aparece como un importante candidato a sustituirlo. Éste general de División, hoy comandante del Ejército declaró recientemente que su promoción de 1987 debía estar en la nueva línea de mando. Sobre él se han tejido toda clase de rumores cuya mayoría pareciera provenir desde el mismo gobierno. Maduro no tiene confianza total en muchos de los cuadros de mando militares tras lo que pasó el 30 de abril. Más aún con la diatriba existente en los cuarteles y las angustias de los militares y sus familias en torno a la terrible situación económica en la que se encuentran. El escozor principal está entre los generales de Brigada que ven a sus superiores -de División y En Jefe- gozando de prebendas y emolumentos a los que ellos no tienen acceso. Es el grupo que llaman del “quinto piso del ministerio”. Hoy hay una tendencia definida en las aspiraciones de ascenso entre los jefes de las llamadas ZODI (Zonas de Defensa Integral) tras haberle brindado su apoyo a Maduro el 30A. Hay mas aspirantes al generalato que las plazas existentes. Esto ocurre desde hace varios años. Además muchos están en sus casas pues muchas de las funciones de quienes están en ese rango las están haciendo mayores, comandantes y coroneles de absoluta confianza del poder en Miraflores. San Miguel incluyó en la lista de posibles cambios al jefe del Comando Estratégico Operacional, M/G Ceballos Ichazo pero otras fuentes aluden que para permanecer en el cargo hay una razón fundamental: su diatriba antiimperialista, su poder internamente con frecuentes arengas socialistas a sus subalternos y la confianza de la pareja de Miraflores. Si cada año hay sorpresas en este aspecto las de este año podrían superar las expectativas. Tengo presente un trabajo de la colega Sebastiana Barráez en la que dividía a los uniformados en varios secciones: los llamados “originarios del 4F” que tienen varios grupos; los oficiales en el poder donde algunos son del 4F; los leales a Diosdado donde hay también 4F y los institucionalistas que los definen como “los que no tiene opción”.

El chequeo absoluto por parte de los asesores militares cubanos será un punto por considerar con primacía…