LA PRODUCCIÓN DEL LABORATORIO DE MEDICAMENTOS SM Pharma, permanece paralizada debido a la detección de cargas microbianas en los sistemas de aire acondicionado y áreas de producción. La planta fue ocupada con interés de expropiación por parte del Gobierno del Estado Zulia. Los propietarios legítimos de la empresa alertan que el incumplimiento de los protocolos de limpieza y esterilización, impide operar el proceso productivo. Denuncian que la ocupación arbitraria que ha paralizado la producción, por falta de inversión e impericia, impide el acceso de millones de venezolanos a medicinas,

La semana pasada, en transmisión nacional a través de la planta televisora del Estado, el gobernador del Estado Zulia, Omar Prieto, aseguró acompañado de Nicolás Maduro que la planta farmacéutica SM Pharma había sido recuperada y que operaba en óptimas condiciones para producir 50% de los medicamentos que requiere el país. Sin embargo, el propietario de la empresa, Raimundo Santamarta, niega categóricamente esta versión: “Detrás de estas declaraciones hay oscuros intereses. Es falso anunciar una recuperación cuando, en 42 años, la planta nunca estuvo paralizada. Hoy sí está improductiva por contaminación, en manos del gobierno, lo que impacta seriamente el abastecimiento nacional de medicamentos para millones de personas”.

La inobservancia de los protocolos de saneamiento por falta de dotación de los productos para desinfección y esterilización, ha ocasionado el desarrollo de microorganismos, hongos. A ello se suma la carencia de placas de siembra para reconocer qué tipo de cepa microbiológica existe y proceder a su eliminación; lo que limita al personal técnico calificado para cumplir estos protocolos de saneamiento.

Como directivo y propietario legítimo de SM Pharma, Santamarta denuncia: “esta medida de ocupación que, por impericia, paralizó la producción, agrava la escasez de medicamentos en el país y es una cortina de humo para justificar la negación de la ayuda humanitaria. Es un acto vil e inhumano, que se inscribe dentro de los delitos de lesa humanidad porque la privación del acceso a medicinas, conduce al exterminio”.

Santamarta advierte que mientras estuvo al frente del Laboratorio SM Pharma, siempre fueron cumplidas todas las medidas de control sanitario. La planta mantuvo condiciones generales aptas para el proceso productivo mediante la obtención del Certificado de Buenas Prácticas de Manufactura, Re-Certificado que fue recibido días antes de la ocupación ilegal, en septiembre de 2018, “lo que prueba que el argumento sobre la inoperatividad de la planta, es totalmente falso e irresponsable”.

El grupo SM Pharma fabricaba antibióticos de varias especialidades: anti-convulsivos, medicamentos para enfermedades crónicas como la diabetes y la hipertensión, analgésicos, anti inflamatorios, desparasitantes, protectores gástricos, expectorantes, antialérgicos; entre otros fármacos genéricos esenciales, que cubrían entre 6 y 7% del mercado nacional, con énfasis en 27 a 34% de las unidades servidas sobre el arsenal terapéutico de los programas de salud públicos. “El gobierno no puede dar garantías de que tiene capacidad de suministro para las 714 millones de dosis que requiere el país, actualmente, de toda la industria, apenas cubre entre 27 y 30% de la demanda nacional”.

Santamarta, también remarca lo que considera son cifras alarmantes: “Un mes de actividad productiva promedio de la planta SM Pharma, representaba entre 3 y 4 millones de unidades de dispensación, que representa entre 40 y 60 millones de unidades de posológicas. Atendíamos entre 500 y 800 mil pacientes con nuestros medicamentos y ahora están en riesgo”.

La semana pasada, el gobierno de Nicolás Maduro anunció la llegada de 900 toneladas de medicinas provenientes de China e India, a través de “algunas compras directas” del Ministerio de la Salud, según la declaración del propio titular, Carlos Alvarado.

Para el propietario de SM Pharma, “el gobierno actúa bajo el más absoluto cinismo al importar esa cantidad de medicinas, cuando en Venezuela había 56 laboratorios con plantas farmacéuticas. Actualmente solo operan 16, bajo controles asfixiantes y falta de apoyo en asignación de divisas”.