Calabozos policiales son una bomba de tiempo: Descuartizamientos, rehenes, fugas y tuberculosis
Calabozos policiales son una bomba de tiempo: Descuartizamientos, rehenes, fugas y tuberculosis
En menos de una semana cuatro sucesos registrados en en los calabozos policiales volvieron a poner en la agenda de la opinión pública el tema de la crisis en los centros de detención preventiva. En Politáchira 12 personas, entre ellas 2 funcionarios, cumplieron más de una semana en situación de rehenes; en Poliguacara 40 detenidos se fugaron por un túnel que abrieron; en Polilara dos presos fueron desmembrados y decapitados; y el jueves en la tarde un detenido de Polichacao murió por tuberculosis y desnutrición

 

@Angelicalugob 

CUATRO SUCESOS ESCANDALOSOS REGISTRADOS EN UNA SEMANA en distintos calabozos policiales recuerdan cuál es la crisis actual en los centros de detención preventiva. Aunque estos espacios son lugares acondicionados para albergar a detenidos por un lapso no mayor de 48 horas, la realidad es otra. Desde la creación del Ministerio de Servicio Penitenciario, en julio de 2011, ha habido retrasos en la asignación de cupos para cárceles, situación que sin duda ha trasladado el conflicto carcelario a las sedes policiales.

12 rehenes cumplieron una semana secuestrados en Politáchira

Este jueves detenidos de Politáchira cumplieron una semana liderando una situación de rehenes en la que mantienen secuestradas a 10 personas, entre ellas a 2 funcionarios, para exigir traslados a centros penitenciarios. La ONG Una Ventana a la Libertad denunció que pese a que los calabozos de esa policía del estado Táchira tienen capacidad para albergar a 120 personas, en la actualidad 350 detenidos se encuentran hacinados allí.

Al cumplirse una semana del conflicto, los detenidos que lideran el secuestro liberaron a la primera rehén. Se trata de Yesenia Ortiz, de 25 años de edad. Autoridades informaron de manera extraoficial que la mujer, que está embarazada, se encuentra estable.

Dos presos desmembrados en Polilara por conflicto de droga 

Tres días después, el domingo 11 de septiembre, dos presos fueron desmembrados y decapitados en el interior del pabellón 1 de Polilara, que también es conocido como Artesanía. Los privados de libertad fueron identificados como Edison José Chirinos Chirinos, de 25 años de edad, quien estaba imputado por robo agravado desde el 2010 y Miguel Ángel Catarí Gutiérrez, de 20 años de edad, quien estaba privado de libertad por homicidio. La versión extraoficial que se maneja de este doble crimen es que fue por un conflicto de control de drogas.

El criminólogo y ex funcionario del Cicpc, comisario Javier Gorriño, considera que los últimos eventos que se han registrado en calabozos demuestran la desesperación de la población reclusa que está en estos espacios a la espera de un traslado para un centro carcelario: «Los detenidos en calabozos policiales, que tienen meses y hasta años presos en estos espacios, tienen desesperación por el hacinamiento y la infraestructura inadecuada para mantenerlos allí por más de 48 horas. En las celdas policiales hay condiciones infrahumanas, los presos tienen que hacer turnos para poder dormir, porque sencillamente no hay espacios y cuando los presos cometen este tipo de crímenes o lideran otras situaciones irregulares, lo hacen para llamar la atención».

40 reclusos fugados de Poliguacara

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El miércoles 14 de septiembre los calabozos policiales volvieron a ser noticia con la fuga de 40 detenidos de Poliguacara, en el estado Carabobo. El alcalde del municipio Guacara, Gerardo Sánchez, informó que los 40 reclusos se fugaron por un túnel. Horas después de la fuga 10 detenidos fueron recuperados:“La fuga tiene que ver con la socavación que se originó en las adyacencias de la sede de la policía por la crecida del Río Guacara la semana pasada, lo que nos trajo como consecuencia la construcción de un túnel por parte de los presos que permitió la fuga desde el calabozo hasta el río que queda muy cerca”.

Detenido de Polichacao muere por tuberculosis y desnutrición

Carlos Enrique Hernández, de 30 años de edad, murió este jueves 15 de septiembre a las 6 de la tarde en los calabozos de Polichacao por desnutrición y tuberculosis. El delincuente, que estaba detenido en esa sede desde el 10 de octubre de 2015, se complicó desde hace aproximadamente un mes, refirieron fuentes policiales.

Hernández estaba detenido por el delito de abuso sexual. Funcionarios de Polichacao lo apresaron al tener conocimiento que estaba solicitado por el Tribunal Quinto de Control de Los Teques, en el estado Miranda. El director de seguridad integral de la alcaldía de Chacao, Gustavo Duque, dijo que hace dos semanas funcionarios de Polichacao notificaron al Tribunal Quinto de Control de Los Teques, a la Fiscalía 14 en materia de Derechos Fundamentales y a la Defensoría del Pueblo, que el estado de salud del detenido se había deteriorado: “Se les había pedido el traslado a un centro de salud, pues desde 2015 no habíamos ubicado a ningún familiar. Nosotros tenemos la capacidad de prestarle el servicio de salud a los detenidos con Salud Chacao, pero cuando se presenta un cuadro de tuberculosis lo ideal sería que fuera recluido en un centro asistencial que pudiera atender situaciones de esa envergadura”.

A juicio del director del Observatorio Venezolano de Prisiones, Humberto Prado, el derecho a la vida es inviolable: “Eso lo contiene nuestro texto constitucional y si esa persona que murió bajo la responsabilidad de ese cuerpo policial, esa policía debe responder ante los organismos públicos por ese señor que falleció. El Observatorio Venezolano de Prisiones está solicitando a la fiscal Luis Ortega Díaz una investigación sobre ese fallecimiento. Ningún cuerpo policial que tenga a su cargo la vida de un ser humano, es que se le muera en sus calabozos porque no le den permiso. Por encima de cualquier excusa, está el derecho a la vida”.

El coordinador general de la ONG Una Ventana a la Libertad, Carlos Nieto Palma, reiteró que la crisis en los centros de detención preventiva es alarmante: «Estamos viendo cómo en los recintos de detención preventiva se están trasladando los mismos problemas que estamos acostumbrados a ver en las cárceles. Lo que acaba de ocurrir en Polilara es alarmante, pero que nos permite saber la verdadera situación que se está viviendo en los calabozos policiales. No hay custodia, no hay policías, ni personal con capacidad para custodiar presos y el hacinamiento está desbordado en estos retenes».

A principios del mes de septiembre el defensor del pueblo, Tarek William Saab admitió las condiciones de hacinamiento que hay en calabozos policiales. Dijo que algunos centros de detención preventiva superan hasta diez veces su capacidad y precisó que aproximadamente 33.000 detenidos están en estaciones de policía «con hacinamientos realmente brutales». De acuerdo con información oficial, la cifra de detenidos en retenes se incrementó casi en 11.000, pues el propio defensor del pueblo dijo en el mes de mayo que en los calabozos policiales había 22.759 detenidos.

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