Sí al Estado Palestino y sí al Estado de Israel por Milos Alcalay
Los Cancilleres del ALBA anunciaron en Caracas su apoyo al reconocimiento del Estado Palestino, anticipándose a la agenda que se procura presentar ante la Asamblea General de la ONU durante el Debate General previsto este mes en Nueva York.
Vale la pena que recordemos la histórica resolución de la ONU aprobada en 1947 por los países miembros, cuando adoptaron el plan de partición reconociendo a los dos Estados: un Estado Judío y otro Árabe. En ese entonces, el Canciller Andrés Eloy Blanco sumó sus votos a la tesis mayoritaria reconociendo ambos Estados. Lamentablemente los Palestinos y los Estados Árabes rechazaron el plan de partición puesto que solo aceptaban la existencia de un solo Estado: el Árabe, negándose desde el inicio a reconocer la existencia del Estado Hebreo. Al día siguiente de la proclamación de Israel como Estado en 1948, iniciaron la primera de las múltiples guerras para desconocer al Estado Judío. De haberse aceptado la resolución, hoy el Estado Palestino habría cumplido 65 años.
El propio Yasser Arafat, depuso su posición violenta porque entendió que por la vía de las acciones unilaterales, seria imposible establecer un Estado Palestino y comprendió asimismo, que no era posible desconocer la existencia del Estado de Israel. Ello dio inicio a complejos pero esperanzadores pasos de negociación de Paz en Madrid, Oslo, Camp David, Ginebra y en otras regiones del mundo con el fin de delinear los pasos que permitieran encontrar entre ambas partes, una solución pacifica, con fronteras reconocidas y seguras para ambos Estados, con la erradicación del terrorismo y con un marco de mutuo reconocimiento a lo que se sumó la idea de cooperación y desarrollo para ambas poblaciones. Este proceso llegó a generar tanto entusiasmo, que en la década de los 90 se delinearon las bases de un Nuevo Medio Oriente propuesto por Shimon Peres con el aplauso de toda la comunidad internacional y en especial, de los países árabes.
Sectores radicales de ambas partes, hicieron fracasar las difíciles negociaciones. El Hamas, que triunfó en las elecciones de Gaza, se propuso enfrentar a la Autoridad Nacional Palestina que venia conduciendo un proceso de negociaciones de Paz, logrando que se regresara a la posición asumida en 1947. Otras fuerzas como el Hizbola con el apoyo de países extremistas aliados como el Irán, desconocen la existencia de Israel, y continúan apoyando acciones terroristas en contra de la población israelí.
Alcanzar un “triunfo” fácil en la Asamblea General de la ONU usando la mayoría automática para imponer un acto unilateral, sin asegurar la existencia de Israel, obviando los mecanismos de solución pacífica y las propuestas del Consejo de Seguridad, lejos de ayudar a una acuerdo definitivo, afectara negativamente el futuro del proceso de paz y con ello, generara mas problemas que soluciones, ya que la única solución posible es darle un claro respaldo a la existencia tanto del Estado Palestino como del Estado de Israel, asegurando fronteras seguras y reconocidas en un clima de paz y cooperación.