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Zona de Guerra en Europa por Adriana Boersner

Que si son las redes sociales o el PIN (Blackberry) los que propagan las noticias y ayudan a las convocatorias,  que si el enfrentamiento sociedad-gobiernos /sociedad-fuerzas policiales o las manifestaciones contra el sistema son las causas en parte del descontento de las sociedad, lo cierto es que grupos sociales están despertando y exigiendo reformas políticas y económicas tras un descontento que viene nutriéndose desde hace años.

Londres, ciudad que ha albergado junto con otras más del Reino Unido cantidad de Lores y realeza, hoy es escenario de uno de los episodios sociales más violentos que se ha podido ver en Europa. Comercios, teatros, industrias, medios de transporte, han sido blanco de los disturbios aberrantes de cultura de bandas que se inicio por la presunta muerte en una manifestación de un joven a manos de un policía.

Agosto de 2011 no es el inicio de una ola de protestas y enfrentamiento en el país, sino, la continuidad de reclamos por el drástico aumento de las tasas universitarias (diciembre 2010), protestas en Londres contra una cumbre de los países del G-20 (Abril 2009), enfrentamiento entre negros y asiáticos en Birmingham (2005), enfrentamientos entre jóvenes blancos y de origen asiático en Bradford, Leeds y Oldham (2001), manifestación contra el “capitalismo global” en Londres (2000), entre otros.

Amenazas de vigilancia en los mensajes de texto y las redes sociales para evitar la incitación a la violencia, despliegue de blindados y fuerzas en las ciudades más turbadas por la violencia son medidas que no sólo se están tomando en el Magreb o Medio Oriente, donde de por sí, ya es restringido su acceso, sino también, en países como el Reino Unido donde estos medios están haciendo mella.

Lo que resulta común desde lejos es que es notorio el descontento que existe en Europa por la crisis de representatividad, la crisis financiera y las tensiones raciales que van en aumento no sólo desde grupos xenófobos, sino también, por parte de las políticas que se están empleando desde los gobiernos, tal es el caso de Francia y Bélgica y próximamente Italia. El problema y lo que más sorprende, es el nivel de caos en el que se encuentran sumidos la mayor parte de los países de la Europa Occidental por no poder llegar a acuerdos políticos, llevando a poner en entredicho, la estabilidad de la zona euro y los sistemas representativos que se han instaurado tras largos años de dictaduras y totalitarismos, como es el caso de España.

Ni que hablar ahora de los movimientos como el 15-M o la violencia en Londres. La bandera de lucha es reformar el sistema político y financiero de estos países. Cargar contra Botin, el PSOE y el PP, o los recortes públicos del gobierno de Cameron no puede ser solo el motivo de lucha y los carteles a pegar en Plaza del Sol, Plaça de Catalunya o las calles de Londres, sin pasar primero por una autoevaluación.

La pregunta es ¿Cómo pueden lograrse reformas verdaderas y soluciones que hagan del ciudadano más participe de las decisiones?. ¿Cuáles son las soluciones? ¿Qué se exige verdaderamente? ¿Hay objetivos claros por parte de estos movimientos y grupos de protesta?.

La zona de guerra entre Estado y sociedad se extiende en Europa y seguirá su curso mientras no se resuelvan las crisis por las cuales está atravesando el continente, se tengan o no se tengan desde la sociedad, objetivos claros por los cuales luchar.

por Adriana Boersner Herrera

Twitter: @aboersner @diploos

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Que si son las redes sociales o el PIN (Blackberry) los que propagan las noticias y ayudan a las convocatorias,  que si el enfrentamiento sociedad-gobiernos /sociedad-fuerzas policiales o las manifestaciones contra el sistema son las causas en parte del descontento de las sociedad, lo cierto es que grupos sociales están despertando y exigiendo reformas políticas y económicas tras un descontento que viene nutriéndose desde hace años.

Londres, ciudad que ha albergado junto con otras más del Reino Unido cantidad de Lores y realeza, hoy es escenario de uno de los episodios sociales más violentos que se ha podido ver en Europa. Comercios, teatros, industrias, medios de transporte, han sido blanco de los disturbios aberrantes de cultura de bandas que se inicio por la presunta muerte en una manifestación de un joven a manos de un policía.

Agosto de 2011 no es el inicio de una ola de protestas y enfrentamiento en el país, sino, la continuidad de reclamos por el drástico aumento de las tasas universitarias (diciembre 2010), protestas en Londres contra una cumbre de los países del G-20 (Abril 2009), enfrentamiento entre negros y asiáticos en Birmingham (2005), enfrentamientos entre jóvenes blancos y de origen asiático en Bradford, Leeds y Oldham (2001), manifestación contra el “capitalismo global” en Londres (2000), entre otros.

Amenazas de vigilancia en los mensajes de texto y las redes sociales para evitar la incitación a la violencia, despliegue de blindados y fuerzas en las ciudades más turbadas por la violencia son medidas que no sólo se están tomando en el Magreb o Medio Oriente, donde de por sí, ya es restringido su acceso, sino también, en países como el Reino Unido donde estos medios están haciendo mella.

Lo que resulta común desde lejos es que es notorio el descontento que existe en Europa por la crisis de representatividad, la crisis financiera y las tensiones raciales que van en aumento no sólo desde grupos xenófobos, sino también, por parte de las políticas que se están empleando desde los gobiernos, tal es el caso de Francia y Bélgica y próximamente Italia. El problema y lo que más sorprende, es el nivel de caos en el que se encuentran sumidos la mayor parte de los países de la Europa Occidental por no poder llegar a acuerdos políticos, llevando a poner en entredicho, la estabilidad de la zona euro y los sistemas representativos que se han instaurado tras largos años de dictaduras y totalitarismos, como es el caso de España.

Ni que hablar ahora de los movimientos como el 15-M o la violencia en Londres. La bandera de lucha es reformar el sistema político y financiero de estos países. Cargar contra Botin, el PSOE y el PP, o los recortes públicos del gobierno de Cameron no puede ser solo el motivo de lucha y los carteles a pegar en Plaza del Sol, Plaça de Catalunya o las calles de Londres, sin pasar primero por una autoevaluación.

La pregunta es ¿Cómo pueden lograrse reformas verdaderas y soluciones que hagan del ciudadano más participe de las decisiones?. ¿Cuáles son las soluciones? ¿Qué se exige verdaderamente? ¿Hay objetivos claros por parte de estos movimientos y grupos de protesta?.

La zona de guerra entre Estado y sociedad se extiende en Europa y seguirá su curso mientras no se resuelvan las crisis por las cuales está atravesando el continente, se tengan o no se tengan desde la sociedad, objetivos claros por los cuales luchar.

por Adriana Boersner Herrera

Twitter: @aboersner @diploos

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