Vinotinto, ahora es cuando
El buen sabor que nos dejó la Vinotinto no lo agrió ni la goleada de Perú. Ya nuestra selección había logrado alegrarnos tanto que nos quedaron dividendos.
Por supuesto que lo mejor habría sido ganar o que el partido tuviera un resultado más parejo, pero la realidad es que se impusieron los peruanos, más allá de cualquier crítica justa que podamos hacer del desempeño del arbitraje, tan deficiente en esta Copa América.
Tenemos que agradecerles la alegría de estos días en los que, con todo derecho, soñamos con las posiciones más elevadas en el fútbol del continente.
En un extraño afán por no reconocer los avances de la selección Vinotinto, “expertos”, periodistas, cronistas, opinadotes e incluso técnicos, han preferido resaltar las deficiencias de sus selecciones, antes de dar crédito a la evolución que demostró la oncena de Venezuela. Pero eso es cosa de ellos, por aquí habrá que seguir mejorando las condiciones para que el ascenso no decaiga.
La Federación Venezolana de Fútbol debe trabajar porque las condiciones del campeonato nacional esté a la altura de una fanaticaza que lleva tiempo diciendo que quiere fútbol, pero que exige y merece respeto.
No debería estar el Brígido Iriarte convertido en refugio de damnificados desde hace meses. A pocas semanas de iniciar el campeonato la UCV niega sede al Real Esppor y muchos hacen críticas sin tomar en cuenta que el Olímpico es el estadio de los atletas de la UCV y que son los atletas de la UCV quienes deben tener prioridad.
No es serio que siempre tengamos que leer que hay equipos que nos son capaces de honrar las deudas que tienen con jugadores y técnicos, en la FVF hay revisar materias importantes para que el crecimiento del fútbol sea de verdad y sostenido en el tiempo.
Esta actuación de la Vinotinto, además de la alegría, obliga a exigir que cada día, todos los involucrados en hacer posible el sueño mundialistas trabajen sin mezquindad. Eso debería ser posible. Fue justamente la gran lección que nos dieron.
Con trabajo en equipo, sin personalismos, con disciplina, entrega, honestidad, reconociendo errores y apoyados en las fortalezas, la posibilidad del éxito no es una fantasía, eso lo dejaron claro.