¿Es real la adicción al sexo?
Esta idea no es nueva y se habla de ella como algo muy común.
Los políticos parecerían que están dispuestos a sacrificar su carrera y su familia por el sexo, mientras la gente común y corriente regularmente destruye sus vidas porque no logra permanecer fiel a sus parejas.
Nadie lo niega, el comportamiento sexual compulsivo puede arriesgar vidas, pero no toda persona está dentro de esta adicción al sexo. Incluso la biblia de la salud sexual ‘Diagnóstico y Manual Estadístico de los Desórdenes Sexuales’, no ha reconocido que la adicción sexual sea un desorden.
Algunos activistas sexuales argumentan que la adicción al sexo es realmente solo una etiqueta para darle un nombre al comportamiento sexual que no ha sido normado. Un nuevo estudio soporta algunas de estas posiciones, enfatizando en que lo que llamamos ‘adicción sexual’ pudiera no funcionar como una real adicción.
El Estudio
“En las generaciones pasadas, los doctores creyeron que la adicción era algo como un déficit de personalidad. La gente se convertía en adicta porque rechazaba el dejar de comprometerse en comportamientos compulsivos. Ahora sabemos, sin embargo, que la adicción trae cambios reales en el cerebro. Esta es la razón por la que la gente adicta a menudo vive etapas de abstinencia en una lucha por superar su adicción, incluso cuando han experimentado consecuencias muy serias”, señala Zawn Villines, escritor especializado en temas científicos y de salud mental, en un reportaje realizado para‘GoodTherapy.org’.
Sin embargo, un estudio de la UCLA, descubrió que los llamados adictos al sexo no muestran los cambios cerebrales que se asocian con la adición. Los investigadores presentaron imágenes eróticas a 39 hombres y 13 mujeres que decían tener problemas con la ‘hiper-sexualidad’.
Sin embargo, los patrones cerebrales de los participantes eran diferente de los que estaban comúnmente asociados a la gente adicta. Los investigadores creen que una persona adicta al sexo mostraría una respuesta mucho más potente a las imágenes visuales, pero los participantes no demostraron ese incremento de actividad en el cerebro.
Cuando el sexo es un problema
Incluso si la adicción sexual no es real, esto no significa que el comportamiento sexual nunca sea un problema. Simplemente significa que el sexo no funciona como otra adicción en el cerebro.
Una persona que tiene sexo con varias parejas cada día y quiere dejar de hacerlo, puede tener un problema si no lo logra. Pero este problema pudiera ser que él no tiene ninguna cosa que llene su vida, que está solo o que no quiere dejar de hacerlo aunque crea que sí lo quiere hacer.
La adicción sexual también puede estar correlacionada con el abuso de las drogas o el alcohol y, en estos casos, es posible que el problema de la adicción sea lo que alimenta el deseo sexual. Si esa adicción es controlada, la ‘adicción’ al sexo también desparecerá.