Aunque nos pueda resultar asqueroso y nos cause náuseas, los insectos son la base de la dieta de muchos paÃses. El mundo occidental tachó el comportamiento de las tribus e indÃgenas que comÃan insectos, comparándolos con animales. Pero la verdad detrás de esto es que son muy nutritivos, y lo más cómico es que los comemos constantemente sin darnos cuenta. Si cambiáramos el origen de las proteÃnas de nuestra dieta, sustituyendo animales por insectos, el planeta también se beneficiarÃa produciendo menos CO2 derivado de la producción de carne en grandes cantidades, ahorrarÃamos agua y acabarÃamos con el sufrimiento de cientos de millones de animales en todo el mundo. ¿Piensas ahora que sigue sin merecer la pena?




