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Twitter: la nueva botiquería

Luisana Solano
Hace 10 años

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Medicinas para cardiopatías, epilepsia, tiroides, oncológicas, antibióticos, antimicóticos y hasta termómetros y material antiséptico se solicitan una y otra vez en la red social Twitter, donde los usuarios recurren a este medio como última instancia luego de recorrer diversas farmacias sin encontrar nada.

“@ismarale: Buen día saben dónde puedo conseguir infusores de quimioterapia de 2 días pueden ser de 150cc o de 250cc URGENTE” o “@rebecacoraspe: Urgente! Por favor se necesita Fludrocortizona de 0,1 MG para bebé recién nacida”, son los tuits que se ven y se repiten todos los días en las cuentas de Twitter de los venezolanos debido a la escasez de medicamentos e insumos que existe.

Ante este panorama, ciudadanos anónimos han creado cuentas en Twitter para conseguir los medicamentos, recibir donaciones y a su vez redistribuirlos a quienes los necesiten sin costo alguno. Cuentas como @SanandoVE, @medicamentosFF, impacientesVzla y @Donandotratami son apenas algunas que realizan esta labor.

Claribel Alvarado creó la cuenta @Donandotratami que nació debido a la necesidad de no tirar los medicamentos vencidos. “Hay medicinas que guardamos y se vencen sin haberlas utilizado completas, para no botarlas un día decidí donarlas, lo hablé con mi familia, creamos la cuenta y ahora estamos pendientes de lo que se necesita para recogerlo y llevarlo a quien lo necesite”, explica Alvarado.

Agrega que el mecanismo de la cuenta es bien sencillo. La gente escribe y ella junto con su familia trata de conseguir el medicamento y se retuitea a su vez la solicitud; también se publica por Facebook y los contactos se involucran en la búsqueda de la medicina.

José Contreras estuvo del otro lado de la moneda. Su mamá necesitaba con urgencia un tratamiento para la tensión. Luego de recorrer varias farmacias y no encontrar la medicina decidió utilizar Twitter como último recurso. La respuesta fue asombrosa.

“Desesperado puse el tuit solicitando las tres presentaciones de pastillas que necesitaba y que aquí ya no se venden. En un día se hicieron miles de retuits y llegó a la gente de @SanandoVE e @ImpacientesVzla; fueron ellos quienes me dieron la primera cajita, después gente por su cuenta me contactaba para regalármelas o me las compraban y yo se las pagaba”, cuenta Contreras.

“Lo bonito es que todo el mundo se involucra, no es un trabajo solamente de nosotros, sino que cualquier usuario se aboca a conseguir o a informar en dónde puede encontrarse el medicamento requerido. Esa es la mejor recompensa”, apunta Alvarado.

El Universal

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