Han sido doce largos años desde que Hugo Chávez asumió la presidencia de Venezuela en 1999. Sin duda alguna, tanto el sistema político como el sistema económico venezolano han sufrido unos cambios radicales desde su llegada al poder. En ese aspecto, la tal llamada Revolución Bolivariana le brinda culto a su nombre. Sin embargo a nivel ideológico se han quedado muy cortos de sus aspiraciones ya que son más los rojos que se suman a la revolución por beneficios económicos que por convicción en el socialismo.
Hoy por hoy cada movimiento que haga nuestro país en política exterior es observado críticamente por la comunidad internacional, especialmente por aquellos países que se sienten amenazados por nuestros aliados internacionales que no son otros que Irán, Rusia, Bielorrusia, Cuba, entre otros. En América Latina tenemos algunos aliados ideológicos que nos desangran, como Bolivia por ejemplo, y por eso resulta hasta gracioso que el presidente boliviano celebre los doce años en el poder de Chávez y lo cataloga como “clave” para seguir produciendo cambios en la región.
El presidente venezolano en su celebración pidió perdón por las fallas cometidas en sus años de gobierno pero alega haberlas cometido para fortalecer al pueblo venezolano y en consecuencia al socialismo. Entre otras cosas le faltó mencionar como ha disminuido el comercio bilateral con Colombia en los últimos años, como nuestra inflación está catalogada como la más alta de América Latina y como nuestra economía es la única en la región que, junto con la economía en Haití, se debilitan con el tiempo.
Nuestra relación con Brasil ya se perfila como diferente para este año y la reciente reunión entre Dilma Rouseff y Cristina Kirchner han dejado al descubierto a una Venezuela que promete y no cumple hasta en actividades internacionales.
Estos 12 años serán recordados por la celebración y preocupación en ambas caras de la moneda. Unos celebran por días de gloria y lujos pero se aterran que ya se acerca el punto y final. Mientras otros se preocupan por sobrevivir a la crisis pero celebran que lo bueno de lo malo, es lo malo que se está poniendo.
Tomas Horacio Hernandez
Twitter: @TomasHHR