La primera en intervenir fue Mildred Varela, paciente de cáncer de mama, explicó que tuvo cáncer de mama en 2014, se curó después de hacerse los tratamiento; pero ahora no tiene “como garantizar los medicamentos para que la enfermedad no regrese”. Le pidió al gobierno: «Esto no es mentira, pónganse la mano en el corazón. En las farmacias no hay nada. Nosotros tenemos derecho a vivir», aseguró que «esto no es política, somos pacientes y nos queremos morir de viejos».

Otro caso presentado en el programa fue el de la hija de Rosalía Hernández, con hipertensión pulmonar e insuficiencia cardíaca, comentó que “hasta que yo no consiga una válvula no podré operar a mi hija de 7 años de un tumor cerebral”.

Otra invitada fue Marylin Ramírez, paciente con hipertensión pulmonar y cardiopatía congénita de Mérida, quien explicó que «para nosotros tener calidad de vida necesitamos medicamentos. Mi enfermedad no tiene cura». Agregó que “el Gobierno está jugando con nuestra vida. No es posible que la gente se esté muriendo por falta de medicamentos”.

Por su parte, Adelson Colmenares, paciente hemofílico tipo b , comentó sobre las declaraciones del embajador Bernardo Álvarez, quien ante CIDH aseguró que «no hay una crisis humanitaria» en Venezuela, le solicitó que “acepte la ayuda humanitaria, es muy fácil hablar desde el otro lado del océano”.

Omar Martinez, quien conversó sobre el caso de su hijo de 13 años, que padece artritis idiopática juvenil y desde enero no consigue los medicamentos, el gobierno no autorizó su exportación. «Estamos fregados»