28 delincuentes muertos por "guerra" entre Cicpc y megabandas del centro del país
28 delincuentes muertos por «guerra» entre Cicpc y megabandas del centro del país
Los caídos a manos de la policía científica son presuntos integrantes de las bandas de El Picure y el Tren de Aragua. Casos de “Cara e’ lancha”, “El Portugués” y “Mini Joe” dan cuenta de un patrón: Todos murieron en presuntos enfrentamientos con funcionarios del Cicpc, y ningún policía resultó lesionado
Todos los fallecidos eran miembros de megabandas que controlan la zona central del país y que están vinculadas directamente con pranes de la PGV y Tocorón
A Jhonny Enrique Aponte Castillo, alias “Mini Joe”, se le conocía como el “pran de pranes”. Tenía negocios en el mundo del hipismo con un ex ministro y actual candidato a la AN

 

@loremelendez | @ronnarísquez

LAS ÚLTIMAS IMÁGENES DEL PERFIL de Facebook de Franklin Humberto Ocando Rivero, de 26 años de edad, fueron tomadas en Los Juanes, en el Parque Nacional Morrocoy, el 5 de septiembre de 2015. Allí estuvo a bordo de un yate de dos niveles en una fiesta de cumpleaños que previamente había anunciado en la misma red social. Ese día se tomó todas las fotos que pudo: posó en la cubierta, en el interior de la embarcación, con sus amigos y con mujeres.

“Cara e’ lancha”, como lo apodaban, mostraba en cada imagen esa media sonrisa sobre la quijada amplia y prominente que lo caracterizaba. Justo un mes después de aquella rumba, cayó muerto en Altamira, Caracas, en un presunto enfrentamiento con funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc). De acuerdo con las autoridades, Ocando era una pieza de la megabanda El Tren de Aragua y había permanecido prófugo de la justicia desde 2012.

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El cuerpo de “Cara e’ lancha” quedó tendido en una acera de la avenida Del Ávila, frente al Hotel Residencia Montserrat. Era la 1:30 pm y los locales comerciales aledaños permanecían abiertos, a pesar de que en algunos se cumplía el receso del almuerzo. “Nosotros oímos los disparos y nos metimos en el negocio. No quisimos saber más nada. No salimos hasta mucho después”, cuenta la propietaria de la floristería que está al lado de la hostería. La mayoría se negó a comentar qué pasó aquel mediodía del pasado 5 de octubre.

En otro negocio adyacente, un empleado se atreve a decir un poco más. “Yo oí tres disparos y esos tres se los pegaron en la espalda, porque cuando los del Cicpc lo levantaron, por delante no tenía sangre ni nada”, señala el hombre. La fuente indica también que cuando Cara e’ lancha cayó, varias patrullas del cuerpo de seguridad llegaron de inmediato. “Salieron de todos lados”, dice. La mujer que lo acompañaba corrió a refugiarse en un establecimiento que está a pocos pasos. De allí la sacaron los mismos funcionarios que arrastraron el cuerpo del presunto delincuente y lo arrojaron dentro de un vehículo policial. Todo esto ocurrió en menos de 15 minutos. En el suelo sólo quedó la gorra del prófugo y una pistola. “Pa’ mí que se la sembraron, porque yo no lo vi con ningún arma”, afirma el trabajador.

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En Facebook, un amigo de “Cara e’ lancha” escribió que éste había sido víctima de un trato entre delincuentes y uniformados, quienes habían esperado que saliera a la calle desprevenido y sin pistola. “Tuvieron que luchar y esperar que no anduvieras armado para acabar contigo, hermano, por el miedo que te tenían, porque sabían que no jugabas carro”, decía en el escrito. En otra nota, añade: “Nunca has muerto para mí, parcero. Sólo te vendieron. Era la única manera de matarte porque no podían contigo (…) Diste mucha cara a la vida. Bueno, muchos están felices, otros te recordamos como lo que fuiste: un malandro serio”.

A “Cara e’ lancha” lo buscaba la justicia desde 2012, cuando evadió la medida de régimen abierto que lo benefició mientras cumplía su pena de ocho años en la cárcel de Coro por el delito de tráfico de drogas en la modalidad de distribución. De acuerdo con información policial, contra él se había librado otra orden de aprehensión de un tribunal aragüeño en septiembre del año pasado.

 

A este miembro del Tren de Aragua, lo investigaban por el asesinato de Jesús Eduardo Resplandor Burgos, de 26 años de edad. El cadáver apareció descuartizado dentro de una bolsa de basura en la transversal San Antonio de El Recreo, en Caracas, el 19 de junio de 2015. Según allegados, la víctima fue objeto de una supuesta venganza entre grupos dedicados a actividades delictivas y señalan específicamente a un funcionario del Cicpc. El crimen no ha sido esclarecido.

Otro desmembramiento ocurrió en el círculo en el que se desenvolvía “Cara e’ lancha”. Carlos Rafael Galindez Graterol (27), alias «Carlos Breaker», era uno de los líderes del Tren de Aragua. Su cadáver fue hallado a orillas de la carretera Mamera-El Junquito el 18 de junio, 24 horas antes que el de Resplandor. Después de su muerte, Cara e’ lancha publicó un “homenaje” en Facebook a quien consideraba un aliado.

 

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Alias «Cara’e lancha» con su amigo Carlos Breaker, descuartizado en El Junquito (Facebook)

“Qué lacreo, hermano. De la manera en la que perdiste la vida, loco… Siempre te voy a recordar. Eras el hermano bandera, mi muchacho.. Aunque físicamente no estés, vivirás siempre en mi corazón, Mi Cuater”, escribió. De acuerdo con las investigaciones, los cuerpos de Carlos Breaker y Resplandor fueron cortados con una motosierra.

Además, Breaker era pareja de la actriz Jimena Araya, conocida como “Rosita”, quien aparece en varias fotografías junto a “Cara’e lancha”, y a quien también se le vinculó sentimentalmente con pran de la cárcel de Tocorón, Héctor «Niño» Guerrero, líder del Tren de Aragua. La vedette fue novia de Luidig Ochoa, apodado «Care Muerto», quien estuvo preso en Tocorón y fue asesinado luego de salir el libertad.

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El presunto delincuente con la actriz Rosita, quien fue novia de Breaker (Facebook)

“El Portugués” detrás de las granadas

Entre los 28 presuntos integrantes de megabandas delictivos caídos este año figura Víctor Manuel Da Cámara Camejo, alias “El Portugués”. Su historia acabó la noche del jueves 1 de octubre en el estacionamiento del centro comercial Tolón, ubicado en Las Mercedes. Hasta allí lo persiguieron funcionarios del Cicpc, de la Brigada de Acciones Especiales y de Polibaruta.

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«El Portugués» en la piscina de la PGV

Los funcionarios participaban en una operación encubierta para dar con el autor del atentado con granadas —ocurrido en la misma urbanización el domingo 27 de septiembre— que dejó a seis policías municipales heridos. El delincuente, que comandó el ataque, presuntamente arrojó un explosivo contra la comisión policial.

“El Portugués” se había fugado de la Penitenciaría General de Venezuela (PGV). Hasta allí había sido trasladado desde la cárcel de El Dorado, donde fue recluido luego de su captura en junio de 2012 al salir de un hotel en la Panamericana. En aquel momento se le señaló como el delincuente más buscado de los Altos Mirandinos.

Tenía a cuestas señalamientos por más de una decena de homicidios y plagios, y fungía como cabecilla de un grupo de sicarios y secuestradores que tenía azotada la zona.

En la PGV, “El Portugués” conoció al pran Jhonny Enrique Aponte Castillo, alias “Mini Joe” y éste lo convirtió en uno de sus “luceros”, uno de los encargados de ejecutar sus órdenes. Se presume que fue por esa relación que el hombre caído en el Tolón arrojó una granada a los Polibaruta. También en la PGV estuvo recluido José Antonio Tovar Colina, conocido como “El Picure”.

“Mini Joe” y sus negocios con un ex ministro

El 27 de septiembre llegó la reproducción del parte policial que registraba la muerte de un hombre desconocido hasta la fecha— que presuntamente se enfrentó a una comisión del Cicpc, y que era considerado el “pran” de “pranes”: Jhonny Enrique Aponte Castillo, alias “Mini Joe”.

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Alias «Mini Joe» 

El reporte decía: “Fue muerto en Ocumare por comisiones del Cicpc, le incautaron un fusil Kalashnikov AK-47 (de los que usa la FANB) y una granada”. “Mini Joe” salió de la PGV hace 10 meses. Cayó el jueves 24 de septiembre en una finca del sector Marare, que usaba como guarida y había adquirido recientemente.

Este delincuente fue “pran” de la PGV y habría promovido la unión de las bandas delictivas en la zona de El Cementerio, El Valle, Cota 905, La Vega y Las Mayas para declararle la guerra a los policías.

Uno de los líderes de las bandas de la Cota 905 reveló en entrevista con Runrunes, en junio de 2015, que había estado dos años preso en la PGV. El miércoles 23 de septiembre murió un hombre apodado “Alejandrito” en la Cota 905. Era uno de los aliados de “Mini Joe”.

A alias “Mini Joe” se le vincula con un ex ministro del gobierno de Nicolás Maduro y actual candidato a la Asamblea Nacional, con quien tenía sociedades mercantiles en el mundo del hipismo.

Además se le relaciona con “El Picure”, “El Juvenal” y “En Niño Guerrero”. Era considerado como un hombre sanguinario que premiaba a quienes mataran uniformados y le quitaba la vida a quienes no acataran sus órdenes.

 

El patrón de las muertes

Los casos de “Cara e’ lancha”, “El Portugués” y “Mini Joe” dan cuenta de un patrón: Todos murieron en presuntos enfrentamientos con funcionarios del Cicpc, en los que ningún policía resultó lesionado.

A estos delincuentes se les relaciona con el tráfico de drogas, el descuartizamiento de personas de su entorno y con dos bandas que operan en Aragua y Guárico, las cuales confluyen en una figura: “El Picure”, un protegido de los pranes de la PGV.

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La otra banda con la que se les vincula es el Tren de Aragua, que tiene como máximo líder a Héctor “El Niño” Guerrero, pran de la cárcel de Tocorón, que controla algunas poblaciones del sur, el este y el oeste de la entidad y alcanzan incluso a Maracay. Se dedican a la extorsión por “secuestro” de vehículos y el tráfico de drogas.  Y otros de sus líderes son: “Johan Petrica”, “Manuel Chevrolet”, el “Chino Pedrera” y “Larry Changa”.

Hay una tercera banda aliada de estas estructuras que ha corrido con mejor suerte este año: hasta ahora, la banda de “El Juvenal” no ha perdido a ninguno de sus miembros importantes en enfrentamientos armados, aunque varios de ellos sí han sido detenidos en diversos operativos. Al grupo delictivo, que también opera en Aragua y Guárico, se le ha vinculado con numerosos asesinatos y secuestros, además de drogas. Entre las tres parecen haber construido un andamiaje perfecto para traficar con estupefacientes.

Características similares tienen los 28 presuntos delincuentes fallecidos en enfrentamientos con el Cicpc este año, que figuran en una lista elaborada por Runrunes. El recuento refleja que todos pertenecían a estas organizaciones que operan en el centro del país y la región capital.

Un funcionario del alto Gobierno reveló que “la guerra contra el hampa es en serio”, pero no descarta que algunos de estos hechos obedezcan a “pugnas entre carteles y mafias”, comandadas por funcionarios de organismos de seguridad.

En esta guerra, como en cualquier conflicto bélico, no faltan las granadas y los fusiles.  

Fermín Mármol: “Son delincuentes envalentonados”

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El criminólogo y experto en temas de seguridad, Fermín Mármol García, explica que esta ofensiva de los cuerpos policias contra los delincuentes es producto de una decisión gubernamental. “Yo me inclino a pensar que evidentemente el ataque a las sedes policiales marcó una política del Ministerio de Relaciones Interiores de redoblar esfuerzos para ir tras la captura de estar personas. Fue un despertar”.

La participación de funcionarios de la policía científica en todos los enfrentamientos que han dejado “fuera de circulación” a estos delincuentes se debe a que “le han permitido al Cicpc salir de su ‘acuartelamiento”, asegura Mármol.

“Lo que hizo el pranato carcelario y las megabandas fue traspasar los límites de la tolerancia, que había nacido con el tema de la zonas de paz. Creo que eso generó un cambio de políticas y la necesidad de permitirle al Cicpc hacer su trabajo de una manera más robusta. No como el plan pacificación que durmió a las instituciones de Estado”, explicó el experto.

En opinión de Fermín Mármol uno de los problemas del crimen estructurado es que el reemplazo de los líderes caídos es muy rápido, porque hay niveles jerárquicos: “No es como una banda criminal pequeña que al tocarla la puedes desarticular. Aquí desmantelar el pranato carcelario va a llevar mucho tiempo”. Por esta razón el criminólogo recomienda mantener el ritmo de lo que se está haciendo.

“Aquí ha habido muchísimos años de impunidad. Donde le permitimos al crimen en venezuela invertir y crecer. Ojalá que el Gobierno esté dispuesto a pagar el costo político de atacar el crimen organizado, que incluye a los colectivos y sindicatos también”, dijo Mármol.

El experto considera que esta especie de “cacería” de miembros de megabandas obedece a labores de inteligencia de los cuerpos policiales y al hecho de que estos delincuentes comenzaron a hacerse más visibles porque se creían intocables.

“Ningún criminal curtido y de nivel caza ese tipo de pelea en ninguna parte del mundo. Están envalentonados, son muy jóvenes, consumen muchas drogas y han perdido parte del sentido de la realidad. Eso va alimentando el ego en una conducta patológica y ese yo superior. Es un cóctel emocional muy malo”, precisa el criminólogo, quien asegura que el crimen organizado solo se enfrenta a la institucionalidad cuando está cercado, de resto no busca despertar a un “monstruo dormido”.