El 189 de la lista es Gilberto Landaeta (izquierda) Gordon y el 245 es Maikel José Moreno Pérez (derecha)
Unidad de Investigación Runrunes
De los 425 nombres que aparecen en el listado como candidatos a ser magistrado del TSJ por los próximos 12 años en Venezuela, hay dos que resaltan, por su vinculación con la sonada investigación del crimen del fiscal Danilo Anderson. Un día después de cumplirse 10 años de aquel 18 de noviembre de 2004, cuando lo asesinaron con explosivos, se cerraban las postulaciones para ocupar las 12 sillas vacantes en la máxima institución de justicia, sin que se conocieran aún los autores intelectuales y las razones que los llevaron a perpetrar semejante hecho.
Coincidencia que hace que los dos nombres, con sus apellidos, salten a la vista: El que ocupa el número 189: Gilberto Landaeta Gordon, y el 245: Maikel José Moreno Pérez.
Landaeta fue el fiscal Octavo del Ministerio Público con competencia plena que presentó las pruebas anticipadas, con las declaraciones altisonantes del testigo “estrella”, Giovanny Vásquez De Armas, en agosto de 2005. De esa entrevista a Vásquez se conocieron varias versiones, en las que involucraba a personas de la oposición en la supuesta autoría intelectual del crimen contra Anderson. Entre ellas hay varias incongruencias, de horas, días y de “entradas” y “salidas” de personajes de esas listas de supuestos responsables. Todas fueron firmadas por Landaeta Gordon, a quien Vásquez decía conocer. Como apareció, el testigo se fue. Pidió disculpas y confesó que había mentido, que no conocía a ninguno de los que nombró y que los encuentros para planificar la muerte nunca existieron.
Landaeta llevaba esa investigación, junto con los fiscales Yoraco Bauza, Turcy Simancas y Hernando Contreras, quien huyó del país, no sin antes contar cómo estaba siendo manipulado el caso.
El grupo investigador del Ministerio Público no logró sustentar investigación alguna, pese a las amenazantes declaraciones del entonces Fiscal General, Julián Isaías Rodríguez, de llenar “un autobús” de culpables. Debieron archivar el caso.
No obstante, eso no es lo que provoca una investigación ni la salida de Landaeta Gordon de su cargo, sino un episodio bastante oscuro en Vargas, un mal procedimiento. Y adiós.
Moreno y sus amigos
Maikel Moreno no es el Moreno Maikel, pero ha dado mucho de qué hablar en pantalla y centimetraje de prensa; y el caso Anderson también lo sacó a la palestra. Aparece mencionado en las actas de entrevista a los amigos de Danilo Anderson que contaron de la repartición del dinero extraído de la caja fuerte del fiscal, la misma noche de su muerte. Era el juez 34 de control y presidente de la sala séptima de apelaciones cuando se investigaba el asesinato. En sus polémicas declaraciones, el ex magistrado Luis Velásquez lo señaló a él y a la entonces presidenta del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, Belkis Cedeño, de pertenecer a la “Banda de los enanos”. La famosa tribu judicial, cuya investigación se supone que emprendió quien fuera nombrada Fiscal General de la República: Luisa Ortega Díaz.
Como juez llevó el caso de la ex senadora Haydeé Castillo y su cónyuge. Ambos fueron procesados luego del asesinato de su hijo Antonio López Castillo en un extraño enfrentamiento policial que respondía a la investigación del crimen de Anderson. Castillo y sus padres eran señalados de poseer dosis del explosivo C4. Eso nunca pudo ser demostrado. Sin embargo, los padres enlutados debían presentarse antes Moreno de forma regular.
Moreno fue destituido por desacatar una orden de la sala constitucional del TSJ, por orden de la Comisión de Funcionamiento y Reestructuración del Poder judicial. Luego fue nombrado agregado comercial de Caracas en Roma.
