Discurso, arenga, bodrio… ¿qué fue eso? Por V.J. Los Arcos Ayape
El gobierno venezolano debe ser el único en el mundo que no necesita de una oposición organizada para socavar su estabilidad. Lo demostró ayer Nicolás Maduro Moros al anunciar una docena de obuses de distinto calibre y objetivo que, muy seguramente, tendrán efecto de boomerang.
Tras el convencimiento de que los precios petroleros van a ser adversos durante un tiempo, en La Habana, que es donde Maduro se catequizó, se asumió que algo había que hacer; así que desempolvaron los obuses del siglo XXI que tenían en standby.
Por una vez, por si no hay otra oportunidad, hay que ser inconsecuentes; si hasta ahora se ha tolerado al régimen castrochavista hacer lo que ha querido, lo que se impone después de este Lunes Loco es un ¡Basta Ya!
Montar un “nuevo” Banco Bicentenario de la Clase Obrera sobre otro ya existente; inventar un Sistema de Auditoría Obrera; sacar de la chistera un Consejo Presidencial de Gobierno de la Clase Obrera; decretar una Intendencia Nacional de Protección del Salario de la Clase Obrera;…
Clase Obrera, Clase Obrera, Clase Obrera… díme de qué presumes, que yo te diré de qué careces.
Maduro y su jerifalcia carecen de Clase Obrera. Lo que ayer le rodeaba mientras lanzaba su docena de boomerangs no era sino la claque de siempre, los beneficiados de siempre; corruptos de siempre arreando a grupos de gentes que ni son obreros ni tienen clase. Pero no por ello deja de inquietar que la insania llegue hasta la creación de una Milicia Obrera, integrada en la Milicia Nacional Bolivariana, armada y presente “en todos los centros de trabajo”.
A esta Milicia Obrera anunciada, pero cuya realidad más allá del papel está por verse, es a la que, en palabras de Maduro, hay que “privilegiar en toda instancia”; es decir que del igualitarismo tantas veces proclamada,… ni rastro. Así es el “socialismo del siglo XXI”: crear estructuras para mantenerse; nada de educar ni instruir cualificadamente a la juventud, “no sea caso que se vuelvan escuálidos”.
Ayer, Maduro “se despachó de lo lindo”; cuando la ciudadanía venezolana sufre hoy en día una inocultable pérdida de calidad de vida asociable al ascenso del dólar paralelo (¿paralelo a cuál, si ya no existe ningún otro, salvo para niñeras y jerifalcia?), el adelantado de La Habana le dio´una patada hacia arriba, camino “a los doscientos”; con la otra bota (porque Maduro se sostiene con bootas), enterró más la calidad de vida.
Pero tranquilos todos. Ayer, junto con un ridículo juramento a un funcionario como Autoridad Nacional Contra la Corrupción y la Burocracia encargado de “crear un estado moderno y eficiente” (¿qué es, entonces, lo que tenemos ahora?), creó media docena más de cargos de jerifalcia.
También anunció, para el primer trimestre de 2015, un “Seminario Internacional sobre la Crisis del Capitalismo”.
Un evento que, como su discurso, arenga, bodrio,… lo que sea de ayer, no pasa, si no se le deja, de ser un fastidioso más de lo mismo; si se le deja, no sería fastidioso, sino peligroso.
V.J. Los Arcos Ayape
Agencia Sigla