De acuerdo a los datos recabados por el Observatorio Regional de Prensa (fuente del Observatorio Venezolano de Violencia, OVV Lara) durante el primer cuatrimestre de 2018 hubo 539 víctimas en el estado, de los cuales 84,8% son hombres y 10% mujeres.

Como se ha reiterado en reportes anteriores son trabajadores no calificados, en su mayoría. El móvil más común continúa siendo el robo, dado que en 36,3% de los crímenes esta fue la motivación que propició la agresión.

La mayoría de los casos que reseñan los medios impresos locales son homicidios, la concurrencia de estos destaca a Lara como un estado con constante actividad delincuencial (en 2017 se registraron 2.8 muertes violentas por día).

Entre los meses de enero y abril el OVV calcula que en 57,8% del total de los sucesos reseñados, el homicidio fue el principal delito, seguido de las lesiones en 31% una forma de agresión que repunta en el estado -tan sólo en marzo 36% de los hechos violentos se caracterizaron porque las víctimas fueron agredidas físicamente-.

Las cifras de homicidios presentan variaciones pero se posiciona como el delito más común y el más grave. En enero 53% de los casos fueron asesinatos, y en febrero 66%, lo que expresa un alza del 13%.

En marzo se ubicó en 50,5%, una baja del 15,5%, pero se alzó nuevamente en abril alcanzando 61,8%. Por ende, el mayor número de muertes violentas se ha registrado en el segundo mes del año..

Es preciso añadir que mientras el comportamiento de los homicidios variaba, el número de sucesos luego de presentar un descenso de enero a marzo, (119, 100 y 89, respectivamente) aumentó en abril (102).

Las armas de fuego son el instrumentos más usado para asesinar o herir a las víctimas, en 70% de los actos delictivos de este primer cuatrimestre fueron empleadas. Uno de los datos más resaltantes es que el 6,2% de las armas de fuego fueron clasificadas de alto calibre, lo que denota el perfeccionamiento en los niveles de organización criminal, de hecho, la violencia organizada es la más común en Lara al estar presente en 38,5% de los sucesos, por encima de la delincuencial y la policial que se ubican en 15,6% y 10,7%, respectivamente. Cabe precisar que solo en 2017 el uso de las armas de fuego alcanzó 79,6%.

Las armas blancas siguen siendo una opción para los malhechores, en 11,2% de los sucesos fueron utilizadas. Uno de los crímenes más atroces de este primer trimestre fue cometido con objeto punzocortantes reseñado por el diario de Lara La Prensa. Se trata de un triple homicidio ocurrido el pasado mes de febrero, en la parroquia Unión del municipio Iribarren, en el cual dos hombres y una mujer fueron descuartizados, una parte de los cuerpos fue dejada en una alcantarilla y otras en una quebrada.

La saña también se ve reflejada en los asesinatos en los cuales las victimas reciben múltiples disparos, como el caso de un hombre que fue asesinado con más de 10 disparos el pasado mes de febrero en el barrio Bolívar, parroquia Juan de Villegas (oeste de Barquisimeto), a pleno día, también informado por La Prensa.

Las víctimas de la violencia en Lara se suman a las listas de impunidad que imperan en el país, ya que sólo en 11,7% de los casos se ha realizado una detención preventiva y en 8,5% de los mismos hay actuación policial en curso, mientras que del 76,1% no existe información alguna.