Pedro Sánchez: En Venezuela no hay democracia porque hay presos políticos - Runrun
Pedro Sánchez: En Venezuela no hay democracia porque hay presos políticos

“En Venezuela no se puede decir que hay una democracia cuando hay presos políticos”. El jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha elevado el tono de sus críticas a Maduro en una entrevista al diario chileno El Mercurio, difundida a su llegada a Colombia, país que encabeza el frente de dureza hacia el régimen de su vecino.

El lunes, en la rueda de prensa con el presidente chileno Sebastián Piñera, Sánchez evitó criticar al Gobierno venezolano, alegando que España no tiene “vocación de injerencia” en Iberoamérica. Se limitó a decir que compartía las palabras de su anfitrión quien, ese sí, cargó duramente contra Caracas. En la entrevista difundida ayer, Sánchez sí afirma que “el que haya presos políticos [en Venezuela] es el ejemplo máximo de que no se están respetando los derechos humanos”.

Antes de su reunión con el nuevo presidente colombiano, Iván Duque, el presidente español ha querido dejar claro que “la discrepancia no es de diagnóstico, sino de solución al problema”. Es decir, el Gobierno español no minimiza la gravedad de la crisis venezolana, pero discrepa de que la salida pase por la imposición de sanciones y amenazas como la de llevar a Maduro ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya esgrimida por varios países latinoamericanos.

Recién llegado al poder, el Gobierno socialista aprobó la última ronda de sanciones a Caracas por parte de la UE, que había sido negociada por el PP, pero a partir de ahí ha apostado por el diálogo entre los venezolanos y pretende que los socios europeos respalden esta línea.

Fuentes diplomáticas reconocen que la vía de diálogo impulsada por el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero está en vía muerta desde que en febrero pasado fracasaron las negociaciones de Santo Domingo, con la oposición fragmentada y el régimen cada vez más enrocado, pero critican a quienes se sientan a esperar que Venezuela colapse con una posible explosión de violencia. “Todo el mundo hace un diagnóstico, nadie propone una terapia”, se lamentan.

Sigue leyendo esta nota de Miguel González en El País