Caracas ocupa el segundo lugar de la lista de ciudades más violentas del mundo en 2017 con 111.19 homicidios por cada 100 mil habitantes, en el ranking del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública y la Justicia Penal (CCSPJP).
Tras haber ocupado el primer lugar por dos años consecutivos, la capital venezolana fue desplazada por Los Cabos, México, que registró una tasa de 111.33 homicidios, apenas 14 décimas de diferencia, y que ingresó a la lista por primera vez este año.
Sin embargo, Caracas continúa siendo la capital más violenta del mundo, y al menos cinco ciudades venezolanas aparecen en el ranking.
Pero el consejo Seguridad, Justicia y Paz reconoce una dificultad que tuvo con el caso de Venezuela: cada vez se hace más difícil contar los muertos. “Determinar la real incidencia de homicidios en este país ha sido un creciente desafío. El problema fundamental es la inexistencia de cifras oficiales, que además sean verídicas y verificables”, dice el informe.
La falta de cifras oficiales dejó por fuera del ranking a dos ciudades venezolanas, Cumaná y Gran Barcelona, no porque los homicidios han disminuido, sino porque la organización no encontró suficiente información al respecto, y prefirió no ofrecer cifras producto de la mera especulación.
Ambas ciudades integraron el ranking del 2016 en las posiciones 18 y 30 respectivamente. También, siete ciudades venezolanas aparecían en la lista, y 4 estaban entre las primeras 10 posiciones.
En 2017, al quedar por fuera las dos localidades, solo hay cinco en el ranking de 50 ciudades, y solo Caracas de segunda y Guayana de novena, figuran en el top 10. Las demás ciudades son Maturín en el puesto 23, Valencia en el 27 y Barquisimeto en el 33.
Los investigadores afirman que al gobierno de Venezuela no le interesa informar objetivamente ni rendir las cuentas que pueden provenir de temas estadísticos.
“Su imperativo es la propaganda (…) Si nos atuviéramos a la acumulación de lo dicho por estas autoridades, estaríamos ante el absurdo de que los homicidios han bajado al grado de que las víctimas han empezado a…resucitar”, señala el consejo.
Estos mismos aspectos dieron luz a Monitor de Víctimas, un proyecto desarrollado por Runrun.es y la ONG Caracas Mi Convive (@MiConvive) para llenar el vacío dejado por la inexistencia de cifras oficiales, estudiar los patrones de violencia que se viven en Caracas y contribuir al diseño de políticas públicas orientadas a reducir la violencia, mediante la recolección de información que combina el periodismo de datos, la participación ciudadana y el periodismo de investigación.
La tasa obtenida para el 2017 es ligeramente inferior a la del 2016. El estudio cita las estimaciones del Observatorio Venezolano de la Violencia (OVV) que indican un total de 28.479 homicidios para 2016, mientras que 2017 registró 26.616, una baja de 6,54 %.
Por su parte, las cifras recogidas por Monitor de Víctimas en las principales morgues de la ciudad evidencian 1.378 homicidios entre mayo de 2016 y febrero de 2017 en el área metropolitana de Caracas.
Acelerada despoblación
Medir la cantidad de homicidios de una población que está emigrando aceleradamente de un territorio fue otro de los obstáculos que ofreció el caso venezolano.
Las estimaciones del Instituto Nacional de Estadística (INE) no pudieron ser cotejadas con la cantidad de homicidios para conocer la tasa por habitantes, puesto que tales estimaciones no corresponden con la cantidad real de habitantes que residen en Venezuela tras la migración. “La consecuencia es que con menor población las tasas de homicidios en las ciudades venezolanas deben ser más elevadas que las que calculamos”, reconoce el CCSPJP.
El Consejo también señala que el único país que recientemente ha experimentado tal expulsión de nacionales es Siria, a pesar de que Venezuela no enfrenta una guerra civil abierta.
50 posiciones
De las 50 ciudades del ranking 17 se ubican en Brasil, 12 en México, 5 en Venezuela, 4 en Estados Unidos, 3 en Colombia, 3 en Sudáfrica, y 2 en Honduras. Hay una ciudad de El Salvador, Guatemala, Puerto Rico y Jamaica. La abrumadora mayoría de las 50 ciudades más violentas del mundo se ubican en América Latina (42 urbes).
Entre otras cosas, la investigación destacó la pronunciada y rápida disminución de los homicidios en las ciudades de Honduras y el incremento de la violencia en urbes de México.
