La reciente salida del país de varias líneas aéreas internacionales, producto de una serie de problemas derivados de la crisis económica y las malas políticas aeroportuarias impiden el funcionamiento de las empresas, y las soluciones no se ven cercanas
Las fallas en operatividad dibujan un panorama en que cabe preguntarse si más aerolíneas seguirán la ruta de Avianca, Delta y Aerolíneas Argentinas
EN LA VENEZUELA SUMIDA EN CUATRO MESES de protestas antigubernamentales y categorizada como dictadura por la comunidad internacional, solo queda un tercio de la oferta de asientos de avión que las aerolíneas proveían, en comparación a hace cuatro años.
De acuerdo a cifras obtenidas por Runrun.es, en el 2013 la oferta de puestos disponibles para trasladar pasajeros desde Venezuela a otras ciudades del mundo alcanzaba 57.105 a la semana. Pero para la segunda mitad del 2017, la oferta disminuyó 70% por la salida y suspensión de vuelos de varias compañías internacionales, quedando solo 16.809 asientos semanales.
La merma en asientos, vuelos y aerolíneas son consecuencia de problemas que las empresas vienen sufriendo desde hace años, que impiden la correcta y segura funcionalidad de las actividades aéreas. Uno de ellos es el suministro de combustible a los aviones, el cual está lejos de poseer la calidad necesaria, comenta el presidente de la Asociación Venezolana de Agencias de Viaje y Turismo (Avavit), Dante Salvatorelli.
De acuerdo a las denuncias que Salvatorelli ha recibido de parte de aerolíneas tanto nacionales como internacionales, el combustible para aviones no cumple con los estándares de calidad necesarios. Además, el procedimiento usado para dispensar el combustible no satisface los parámetros de seguridad, teniendo problemas de derrames por tubos rotos.
La falta de seguridad en los procedimientos no es la única consideración que hacen las aerolíneas. El alto índice de inseguridad, que en el 2016 arrebató la vida de 28 mil personas en todo el país, es uno de los factores que preocupan a la tripulación de líneas internacionales que llega a Maiquetía. El pasado martes en ese aeropuerto fue asesinado un hombre que llegaba de República Dominicana y hacía escala en Vargas para dirigirse luego a la ciudad de Maracaibo.
Una reacción a la inseguridad son las medidas de seguridad que han tomado algunas compañías. Desde hace semanas, el personal de Iberia está pernoctando en Santo Domingo tras finalizar su vuelo a Caracas, mientras que el Sindicato Español de Pilotos de Líneas Aéreas (Sepla) pidió a la compañía española Air Europa tomar medidas similares o considerar suspender los vuelos a Venezuela por el bien de la tripulación.
Los problemas de seguridad e inseguridad se suman a los 3.800 millones de dólares que la administración de Nicolás Maduro adeuda a las líneas aéreas y que desde el 2014 se niega a pagar. Las empresas han declarado que ese dinero podría ser dedicado a la adquisición de repuestos para sus aeronaves, ya que un alto porcentaje del parque aéreo que vuela en Venezuela tiene entre 20 y 30 años de edad, otro problema más que integra la lista.
Frente a todo esto, las autoridades aeroportuarias aumentaron todas las tasas a cancelar por las líneas extranjeras, desde las radioayudas hasta el precio de gasolina, por lo que viajar a Venezuela también se hace más costoso.
De las 21 líneas internacionales que operaban antes del recrudecimiento de la crisis, solo 12 permanecen laborando en el país, enfrentándose diariamente a los problemas de operatividad y competitividad. El pasado miércoles 9 la empresa Aerolíneas Argentinas canceló su vuelo semanal Caracas-Buenos Aires por las fallas en seguridad, entre otras cosas.
Las aerolíneas que operan actualmente en Venezuela son AirEuropa, AirFrance, American Airlines, Caribbean Airlines, Copa Airlines, Cubana de Aviación, Iberia, Latin American Wings, Wingo, Tame Ecuador, TAP Portugal y Turkish Airlines.
Por otra parte, la aerolínea Avianca, considerada una de las más importantes por proveer 2772 asientos en 21 vuelos semanales a Bogotá y Lima, anunció su salida de Venezuela a finales de julio por las mismas razones, dejando un mes de operatividad para cumplir con los clientes que ya tenían boletos comprados. Sin embargo, la compañía decidió acelerar su salida un día después del anuncio, cuando dos aviones militares tipo sukhoi flanquearon uno de sus vuelos con ruta Bogotá-Madrid cuando cruzaba el espacio aéreo venezolano, y lo obligaron a desviarse.
La aerolínea Delta que conectaba a Caracas con Atlanta en Estados Unidos también decidió dejar de operar en la nación caribeña. Delta anunció su salida el 26 de julio, y despegará desde Venezuela hasta el 16 de septiembre.
“Dada la merma de aerolíneas que se han ido, estamos muy por debajo de la línea de conectividad”, señaló Salvatorelli sobre las pocas ciudades a las que se puede llegar en avión desde Venezuela.
Actualmente, Panamá es la ciudad en la que aterrizan la mayor cantidad de vuelos salientes de Venezuela, exactamente 47 semanales de acuerdo a las cifras. La segunda es Miami, con 32 vuelos semanales, uno de los destinos más populares entre los venezolanos, aunque solo cuentan con cuatro opciones: American Airlines entre las líneas internacionales y Laser, Avior y SBA Airlines de las líneas nacionales. Santo Domingo de República Dominicana pasó a ser el tercer destino tras la salida de Avianca del país y el de sus 14 vuelos semanales a Bogotá, ciudad a la que ahora solo salen 16 aviones a la semana.
Los nacionales no se salvan
Los problemas que aquejan a las líneas internacionales no pasan por alto a las nacionales. El presidente de Avavit aseguró que actualmente no hay vuelos nacionales, lo que en medio de la temporada vacacional venezolana, deja al turismo con graves fallas.
“Los destinos principales como Margarita manejan cuatro vuelos diarios. Eso no satisface la demanda”, denuncia Salvatorelli. Solo nueve aerolíneas nacionales funcionan en la actualidad, y no a su máxima capacidad.
