Brasil detuvo exportación de 80.000 bombas lacrimógenas a Venezuela
Brasil detuvo exportación de 80.000 bombas lacrimógenas a Venezuela

BombaLacrimógenaFOTOHugoBeltrami

El gobierno brasileño detuvo la exportación de gas lacrimógeno hacia Venezuela de una empresa con sede en Río de Janeiro, debido a las muertes en las protestas contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo el lunes a Reuters una fuente cercana a la decisión.

La decisión de embargar la exportación de cerca de 80.000 bombas de gas de la empresa Condor Tecnologias Não-Letais fue tomada en conjunto por los ministerios de Defensa y de Relaciones Exteriores, ya que ese tipo de ventas depende de la aprobación del gobierno brasileño, según la fuente, que pidió no ser identificada.

«El gobierno decidió acatar un pedido de los opositores porque hay una masacre en Venezuela», dijo la fuente, que agregó que en los próximos días debe haber una reunión en el gobierno brasileño para discutir el embargo de las exportaciones de armas letales y no letales a Venezuela.

El diputado opositor venezolano Jorge Millán dijo que la Asamblea Nacional consiguió aprobar acuerdos que involucren peticiones a otros países para que no vendan «material para la represión en Venezuela».

«Descubrimos que había avanzadas gestiones para la compra de material en Brasil e hicimos la denuncia puntual», añadió el legislador Jorge Millán.

«Hemos tenido confirmación por vías alternas (de que no permitirían el envío del material)» añadió el diputado. «Tenemos que agradecer al gobierno de Brasil», afirmó.

El líder opositor Henrique Capriles celebró la decisión de Brasil y dijo esperar que otros países sigan la misma línea.

«Hicieron absolutamente lo correcto en negar permiso de salida de eso. En eso estamos con los demás (…) el único que queda parece ser China», declaró el excandidato presidencial.

Durante los últimos dos meses, los adversarios del presidente venezolano han organizado marchas y protestas que son constantemente interrumpidas por militares y policías. En medio de esta agitación han muerto 71 personas.

Los críticos de Maduro lo acusan de liderar una dictadura, mientras el gobierno de Venezuela señala que las protestas buscan derrocarlo. El mandatario culpa a la oposición por las muertes.