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Nacional

Asesinado quinto funcionario de la Policía de Miranda en Mamporal

Redacción Runrun.es
Hace 8 años

crimen

 

En el sector San Vicente, en Mamporal, municipio Eulalia Buroz, fue asesinado el oficial jefe de la Policía del Estado Miranda, José Gregorio Arestigueta Espejo, de 46 años de edad, para despojarlo de su arma de reglamento marca Glock, calibre 9mm y de un bolso en el que llevaba sus pertenencias.

La información fue confirmada por el jefe del Centro de Coordinación Policial N° 3, comisionado agregado Juan Díaz, quien explicó que el suceso se registró en horas de la tarde de este martes en la calle La Paz, de la mencionada comunidad, por donde el funcionario se desplazaba a pie para llegar a la parada de autobuses que lo trasladaría a la sede para recibir su rol de servicio.

“Las investigaciones arrojan que fue atacado por dos sujetos, quienes sin mediar palabras le dispararon, se llevaron sus cosas y huyeron. El oficial jefe fue auxiliado por sus compañeros, pero ingresó sin signos vitales a un centro médico donde le diagnosticaron heridas por arma de fuego en la región maxilar derecha y en el hemitórax derecho”, precisó Díaz.

Destacó que en el sector San Vicente se realizaron diferentes operativos para dar con el paradero de los implicados en el homicidio, a quienes tienen plenamente identificados, por lo que esperan capturarlos en la próximas horas.

El comisionado agregado Juan Díaz, lamentó profundamente el asesinato del funcionario José Gregorio Arestigueta Espejo, quien desarrolló una impecable carrera policial durante los 23 años y 7 meses que estuvo en la Policía de Miranda, donde considera que ha dejado un ejemplo a seguir en cuanto al trabajo con las comunidades. Además comentó que el fallecido era padre de un adolescente de 17 años de edad.

“Nuevamente estamos consternados por la muerte de otro compañero a manos de la delincuencia. Con él, en lo que va de año nos han arrebatado a cinco de nuestros policías, que eran padres de familia y excelentes servidores públicos. Hay que preguntarse entonces, ¿cuántos más tienen que perder la vida para que se tomen acciones que frenen a las mafias organizadas que cada vez adquieren más fuerza y poder? Frente a la ausencia de respuesta nos queda seguir luchando por el bien común y condolernos con sus seres queridos y con quienes compartieron con él”, concluyó Díaz.

 

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