Unos 60 sujetos que se encontraban detenidos en los calabozos tomaron el control del área de detenciones y tras amotinarse y tomar como rehén a un funcionario policial de la Dirección de Investigaciones de Vehículos del Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), ubicada en Quinta Crespo.

Los hechos se iniciaron aproximadamente a las 5:00 am cuando cinco efectivos realizaban una requisa y en un descuido de los funcionarios, los detenidos lograron generar una situación de violencia que culminó con cuatro de los funcionarios heridos, uno de ellos por bala y tres con contusiones, quienes pudieron ser rescatados, mientras que uno de los efectivos no pudo escapar y fue tomado como rehén.

Los heridos fueron identificados como Félix Lucena quien presenta heridas por arma de fuego en el brazo derecho, Jefferson Ramírez presenta golpes al igual que Ray Duque y el funcionario Marcial Vázquez, quién sufrió una herida por arma blanca en el rostro; mientras que Alexander Rodríguez fue tomado como rehén.

La situación de rehenes se mantuvo hasta la 1:50 pm, cuando unos 50 detenidos fueron trasladados a otros centros.

Para su resolución se hizo necesaria la presencia de representantes del Ministerio Público y la Defensoría del Pueblo, quienes negociaron con los privados de libertad alzados para lograr la liberación del efectivo policial y el cese del conflicto que se desarrollaba.

En una comunicación enviada a través de la Defensoría del Pueblo, los internos alzados expresaron que el objetivo del motín era «lograr traslados a centros penitenciarios abiertos, para ponerle fin a la situación de hacinamiento» por la que atraviesan; el centro de detención tiene una capacidad para 40 personas y alberga a 105.

Familiares señalaron que el motín, «es consecuencia de las terribles condiciones en las que viven los presos».

Esmerlin Blanco, esposa de uno de los detenidos, señaló que el área de detención de la División de Vehículos tiene dos celdas, una que mide aproximadamente 10 metros cuadrados y otra que es «un cuchitril», en esas celdas cohabitan 105 personas, hombres, mujeres, adolescentes y niños.

«Son tantos los presos que no pueden dormir todos al mismo tiempo, tienen que turnarse por horas, mientras unos duermen, otros se quedan parados. Sólo hay un baño, casi todos tienen sarna y enfermedades de la piel provocadas por las condiciones sanitarias que imperan, sufren de diarreas y para colmo sólo tienen un baño y si les traemos medicinas los policías no se las entregan», dijo