Foto: Clavel Rangel

@boonbar

Ni porque el viernes 31 de julio de 2015 salió su última edición diaria de papel, el Correo del Caroní no interrumpió el periodismo que viene haciendo desde hace 38 años. Toda una coincidencia que haya sido justo el día en que Ciudad Guayana acaparó la atención del país – e incluso internacional- por los saqueos de comercios de alimentos en San Félix, que dejaron un saldo de un joven muerto y unos 30 detenidos.

Ese día, el diario guayanés tampoco dejó de contrastar el actual deterioro económico y político de la otrora pujante región frente la feria “Bolívar Potencia”, promocionada por la Gobernación de Bolívar, de la mano del mandatario regional Francisco Rangel Gómez, con la pretensión de promover la vapuleada productividad las empresas básicas de Guayana y alrededores.

La limitación del papel impuesta por un sistema donde el Estado controla el monopolio de la materia prima y el otorgamiento de las divisas para su importación obligó al periódico fundado en 27 de junio de 1977 a rendir sus inventarios. En enero de 2014, el diario estándar redujo sus tradicionales cuatro cuerpos a uno solo y en septiembre de ese año dejó de circular los fines de semana. En 2015 se convirtió en tabloide hasta que a partir de agosto pasa a ser semanario.

Última edición en papel 31-07-15

“No han podido ni podrán cerrarnos. Ahora saldremos semanalmente y reforzaremos la versión digital de El Correo del Caroní”, confirma el editor fundador David Natera Febres. El también presidente del Bloque de Prensa Venezolano enfatiza su compromiso con la región, los guayaneses y el país. “No vamos a vender el periódico y no nos vamos del país. Este diario no fue fundado con fines comerciales sino como un compromiso histórico, en correspondencia con el original Correo del Orinoco fundado por Simón Bolívar en 1818. El nombre de la empresa, Editorial Roderick, rinde homenaje a Andrés Roderick, impresor inglés que trajo en 1817 la prensa donde se imprimió el periódico independentista”.

El Correo del Caroní no sólo ha debido sortear las trabas en el otorgamiento de papel. También las presiones del gobierno regional en una zona donde escasea la prensa crítica.

Natera Febres asegura que la empresa editorial descarta solicitar papel a la Corporación Maneiro. “Sería convalidar el monopolio de papel del Estado”. Prefiere considerar la desaparición de la edición diaria como “un mientras tanto, hasta que el país recobre tanto su democracia y las garantías constitucionales”.