“Queremos papel”, “Sin materia prima no podemos trabajar”, “81 años de historia al borde del abismo”, eran algunas de las consignas de los trabajadores del diario El Carabobeño, quienes realizaron una concentración pacífica en las puertas del Centro Comercial Omnicentro. Denunciaron una vez más los obstáculos que tiene el medio para conseguir papel.

Pablo Aure, Carlos Graffe, Enzo Scarano, los periodistas Charito Rojas y Francisco Briceño, junto a otras personalidades, negaron en una voz el posible cierre del periódico. Sin embargo, el profesor César Benítez resaltaba entre la multitud. En su pecho colgaba un cartel que cuestionaba qué harían muchos niños sin el Suplemento Infantil. Un títere los representaba.

Estos suplementos son para leerlos en los colegios donde a veces no llegan libros, además las actividades que genera prensa escuela. Tenemos la inquietud ¿cómo quedarán las instituciones y estudiantes sí llega a desaparecer?, igualmente indicó que la agrupación de títeres Chimilidijo presenta su apoyo.

Mientras los trabajadores aprovechaban el semáforo de la calle de servicio para mostrar las pancartas a los conductores, Sebilia Escobar, jubilada de la Universidad de Carabobo, expresó su solidaridad. “Yo lo leo todo el tiempo. Lo primero que hago es ver que publicó El Carabobeño, no es justo que no tengan material para seguir trabajando”.

Por su parte, Ivette Gómez, correctora desde hace 17 años, afirmó que más que una empresa el periódico representa su segunda familia. Aún el futuro es incierto, pero la esperanza continúa dentro de las puertas del diario del centro.