Aragua y Caracas son las entidades donde estallan más granadas
Aragua y Caracas son las entidades donde estallan más granadas
Aumentó 33% muertes por estas armas de guerra entre  2015 y 2016 mientras que heridos se situó 60% más en cuestión de un año. Caracas y Aragua son las zonas donde más se usan estos artefactos en ataques contra sedes policiales, enfrentamientos entre bandas pero también para cometer robos y secuestros

 

@boonbar

CON UNA GRANADA FRAGMENTARIA sólo bastan unos cinco segundos para destruir –y matar- todo lo que se encuentre en un radio de 5 metros. Con esa arma de guerra que cabe en una mano es posible herir a quienes se encuentren hasta 20 metros alrededor. De su potencia y alcance están al tanto los que le quitan la anilla de seguridad antes de lanzarla y se encienda su mortal carga explosiva y estalle en fragmentos que impactan con la fuerzas de las balas.

En Venezuela se usan cada vez más las granadas en ataques de sedes policiales, enfrentamiento entre bandas delictivas pero también para robar y secuestrar. Por la explosión de una granada murió Gian Franco Cesa , de 25 años de edad, en Chacao junto a dos de sus captores. El arquitecto graduado en marzo en la Universidad Simón Bolívar había sido secuestrado en su carro cuando en Colinas de Bello Monte.

Las granadas, armas de uso confinado constitucionalmente a las Fuerzas Armadas de Venezuela,  están cada vez más presentes como instrumento criminal fuera de los cuarteles. Desde enero hasta agosto de 2016, ocurrieron 32 ataques con estos artefactos, según registro de prensa recopilado por Runrun.es, en los cuales murieron 49 personas y 155 resultaron heridas.

Si bien hasta agosto de 2016 hubo un número menor de ataques  al registrado entre enero y octubre de 2015 (cuando ocurrieron 60 sucesos con granadas, según el último informe de Transparencia Venezuela), se han reportado más víctimas que en 2015, específicamente un incremento de 33% en comparación a los primeros 10  meses de 2015, cuando fallecieron 33 personas y 62 resultaron heridas.

La mayoría de los 32 sucesos con granada ha tenido lugar en ataques contra centros policiales (34,38%). Muy de cerca le siguen enfrentamientos con cuerpos de seguridad (31,25%) y en tercer lugar  estallido en cárceles (9,3%). Pero también por secuestro, robo y situación de rehenes. El impacto de las granadas no distingue víctimas. Un niño fue alcanzado en una persecución en el 23 de enero en mayo de 2016.

Venezuela es el país con más muertes por estallidos de granadas en toda Latinoamérica, según la Oficina de Naciones Unidas para el Desarme en América Latina y el Caribe (Unlirec). Un informe publicado por Transparencia Venezuela en 2015, entre 2013 y 2015 más de 18 personas fallecieron a raíz de la manipulación de este artefacto en el país. Le sigue Colombia con 8 muertes, país que registra una tendencia a la disminución de muertes y heridas por granadas, al igual que México.

De donde son las granadas

En 2015, 48% de los casos ocurrieron en la Gran Caracas según el estudio de Transparencia Venezuela. En los primeros 8 meses de 2016, de acuerdo al conteo de prensa en Runrun.es, Caracas es también el lugar con mayor incidencia (37,5% del total)  especialmente en el circuito que conforman la Cota 905, El Cementerio y El Valle) seguido por el estado Aragua (31,25%), entidad donde coincidencialmente se encuentra la Compañía Anónima de Industrias Militares (Cavim), empresa pública encargada del desarrollo de armamento, municiones y explosivos que sirven a las fuerzas armadas. Adscrita al Ministerio para la Defensa, es el lugar de donde salen las granadas.

Algunas de las granadas lanzadas no llegan a estallar, lo que permite deducir su origen. Según un informe elaborado por el Cicpc (que menciona el estudio de Transparencia Venezuela), los ataques contra sedes policiales y una comisión de la Policía de Baruta indican que se utilizaron granadas M26 de fabricación estadounidense. Con esta información coincide el diputado Juan Andrés Mejía, de la Comisión de Política Interior, quien ha denunciado que este modelo es manejado por Cavim. Agrega la GPM 75, de origen yugoslavo, que por su forma recibe el apodo de “piñita”.

Otras incautaciones apuntan a una ruta de la granada proveniente de la industria militar de Colombia. La policía de Trujillo asomó que las granadas utilizadas en el estado andino corresponden al modelo AM26N2 de origen israelí, usadas por grupos paramilitares, según reporte de Diario Los Andes.

En mayo de 2016, la sección de investigaciones estratégicas del Sebin desactivó en el sector Tierra nuestra, Aragua, una granada que lanzaron delincuentes contra Poliaragua y no llegó a estallar: una modelo GMP 75 de fabricación «yugoslava».

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También en mayo de 2016, durante una Operación Liberación del Pueblo (OLP),  desplegada en La Cota 905, parroquia Coche, El Valle y El Cementerio de Caracas, se decomisaron 6 granadas de mano que fueron utilizadas contra una comisión de la PNB, entre las cuales se encontraba una MK2 de fabricación norteamericana utilizada en los años 60 y una M75. Aparte de esos explosivos, se incautaron fusiles AK-103, FNC de alto calibre con cargador y múltiples cartuchos, dos fusiles automáticos livianos y FAL que antiguamente usaban las FANB.

Gran negocio

El artículo 324 de la Constitución venezolana establece la potestad de las Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) sobre el uso de las armas de guerra:

Sólo el Estado puede poseer y usar armas de guerra. Todas las que existan, se fabriquen o se introduzcan en el país pasarán a ser propiedad de la República sin indemnización ni proceso. La Fuerza Armada Nacional será la institución competente para reglamentar y controlar, de acuerdo con la ley respectiva, la fabricación, importación, exportación, almacenamiento, tránsito, registro, control, inspección, comercio, posesión y uso de otras armas, municiones y explosivos.

En ese sentido, sólo los cuatro componentes de las FANB y milicia pueden utilizarla.  ¿Por qué aparecen en manos de delincuentes? ¿Por qué la transferencia de las granadas a manos de civiles?

La mayoría de las granadas en Venezuela  fueron adquiridas por el gobierno a industrias militares de otros países, puntualiza la experta en temas militares Rocío San Miguel en el informe de Transparencia Venezuela. La directora de la organización Control Ciudadano aclara que la única  línea de ensamblaje de estas armas que existía en Cavim cesó de operar en enero de 2011 tras el estallido de varios galpones de la estatal militar en Maracay. Por lo tanto, la gran mayoría disponible actualmente son importadas por las FANB.

Para la criminóloga y psicóloga social Magally Huggins, el creciente uso de granadas por parte de delincuentes es evidencia del negocio que reviste el comercio ilícito de las armas de guerra. “Existe una transferencia de explosivos bajo custodia militar a manos civiles que demuestra el estrecho vínculo entre ambos sectores”, afirma la experta. “Aparte, las autoridades no responden, estrategia del avestruz que no reconoce el problema.. La única política exitosa del gobierno con respecto a la delincuencia es la impunidad, lo que a la vez es estímulo para el crimen. Si alguien corta una cabeza y no es castigado, se convierte en algo permitido e impulsa la recurrencia”.

No sabe, no contesta

Las autoridades venezolanas prefieren esquivar las granadas. El presidente Nicolás Maduro admitió  en dos oportunidades que sí hay ataques con estas armas de mano pero atribuyó  la autoría a la oposición.

El 3 de octubre de 2015, Maduro hizo un llamado a elevar los niveles de inteligencia militar y estratégica tras ataques de granadas a sedes de cuerpos de seguridad del país. Alertó que las bandas iniciaron una nueva fase y catalogó los actos como terroristas. “Hay que ir a cuidar al pueblo, pero también ustedes tienen que aprender a cuidarse”.

Diez  días después, el 13 de octubre de 2015, en el programa En Contacto con Maduro número 42,  afirmó que grupos opositores serían los responsables de los ataques con granadas a las estaciones policiales, al mismo tiempo que desmintió la versión de que las granadas provenían del armamento de las FANB.

Tampoco Néstor Reverol, actual ministro del Interior, encargado de la seguridad ciudadana, se ha pronunciado sobre la profusión de las granadas en espacios urbanos, aunque 2015 haya cerrado con 148 funcionarios asesinados con pistolas, fusiles y granadas. Mucho menos lo hizo cuando fue comandante de la GNB.

Aunque las granadas salen de Cavim, el presidente de esta compañía estatal desde octubre de 2014, general de división Santiago León Sandoval Bastardo, también comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral ZODI Carabobo, guarda completo silencio. El marzo de 2016, el diputado Juan Andrés Mejía, exigió ante la comisión de Política Interior que se investigue Vavim y el tráfico de granadas.

El ministro para la Defensa, general Vladimir Padrino López ni ha mencionado la palabra granadas desde que asumió el cargo*. El gobernador de Miranda, Henrique Capriles Radonski ha exigido al titular respuestas sobre “cómo sale una granada a la calle. Las granadas tienen que estar en manos exclusivas de la Fuerza Armada. Este señor tiene que explicar por qué las granadas están en manos de particulares; Padrino López tiene que rendirle cuenta a los venezolanos”, indicó Capriles en septiembre de 2015.