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Investigación

Franklin Nieves: “Jamás y nunca fui chavista, Dios me libre” (PARTE II)

Tamoa Calzadilla
Hace 9 años
Quien fuera fiscal del caso que condenó al líder opositor venezolano, Leopoldo López asegura que nunca votó por Hugo Chávez. Y deja claro que tampoco prestó su firma para solicitar la anulación del decreto de Barack Obama, que sanciona a los violadores de derechos humanos en Venezuela. Contesta a Cabello que no ha recibido el dinero que dice y cuenta cómo en el Ministerio Público chantajean a los fiscales con sus jubilaciones

@TamoaC

MIAMI. “SI YO NO HUBIERA SIDO EL FISCAL, HUBIERA SIDO OTRO, y si hubiera sido otro fiscal, a lo mejor se queda calladito y listo, y no se sabe nada de lo que pasó con Leopoldo. Yo muy bien me pude haber quedado callado allá en Caracas, de repente me llaman, me dan mi jubilación y chao. ¿Y quién quedó preso? … Y no hablo nada”, suelta Franklin Nieves, el fiscal que hizo la acusación contra el líder opositor venezolano.

Se defiende luego del revuelo que causaron sus confesiones y de las declaraciones del segundo hombre más fuerte del poder en Venezuela, Diosdado Cabello, quien lo tildó de traidor y acusó de recibir 850 mil dólares por hablar.

Su primera reacción es reírse de la cifra “ojalá y eso estuviera aquí en mi bolsillo”. Jura que no conocía a la familia López Mendoza y que el viaje y sustento en Miami lo paga con una cuenta particular que abrió en EE UU “la primera vez que vine y mantenía comprando dólares en Venezuela a nueve bolívares cada vez que podía”.

Niega cualquier financiamiento y asegura que pudo quedarse a esperar el dinero de su jubilación, que calcula en unos 275 mil bolívares, “porque pedí 75%, ya sabía que me venía y lo quería para comprar los pasajes”.

Sigue su agitada gira de medios en Miami. Está en la fase final de una entrevista con una agencia internacional de noticias, en una oficina de Blue Lagoon, cerca del centro de la ciudad, y se dirige hacia un canal de noticias venezolano, ubicado en Doral. Viste pantalón oscuro y camisa negra de rayas blancas, zapatos lustrados. Se ajusta la correa. “He perdido cuatro kilos desde que llegué”.

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Jubilaciones como chantaje

Nieves tiene 20 años de ejercicio en el Ministerio Público venezolano, y asegura que las presiones sobre la actuación de los fiscales son más ahora, bajo la dirección de la fiscal general Luisa Ortega Díaz que cuando Julián Isaías Rodríguez, anterior cabeza de ese despacho y cuyas actuaciones, especialmente con la investigación del asesinato de Danilo Anderson, fueron muy cuestionadas.

Explica que pidió su jubilación después de la sentencia contra López, el 14 de septiembre “y no el 18 como ha dicho la doctora (Ortega Díaz)” y que en la Fiscalía usan ese derecho de los trabajadores  para chantajear a los fiscales. “Tengo compañeros que llevan tres años pidiendo su jubilación y no se la dan, porque los utilizan para casos de interés, cuando ellos insisten los amenazan y les dicen que si siguen con la solicitud, los rebajarán de cargo a fiscal auxiliar”.

-¿Tuvo alguna respuesta cuando envió la solicitud de jubilación?

– Lo envié con mi secretaria, al despacho de la fiscal general, a la dirección de Delitos Comunes y a la Dirección de Recursos Humanos y nunca me efectuaron una sola llamada para preguntarme por qué yo quería mi jubilación.

-¿Es cierto que usted aspiraba al cargo de Fiscal Superior en Mérida?

-No, a mí me postularon para Mérida el día 6 de febrero de este año (2015), para la Fiscalía Superior de Mérida, cuando botan a Katiuska Bolívar, la Fiscalía Superior de Anzoátegui.

-¿Y por qué no lo aceptó?

-Porque la doctora (Luisa Ortega) decía que a mí me tenía otro destino. Claro, el destino que tenía era que yo le terminara el juicio. Eso era todo el interés, claro. El interés de la doctora Luisa es que yo concluyera el juicio.

-¿Y por qué usted y no otra persona?

-No sé, tal vez porque ellos creían que yo estaba con el ala chavista, pero jamás y nunca he participado ni aparezco en nombres, nada. Jamás y nunca he participado en ninguna actividad del PSUV. Nunca. También me propusieron la Fiscalía Superior de Cojedes, de Carabobo y la de Guárico: fueron cinco en total. Y ninguna me la aprobaron, porque hasta que no se concluyera ese juicio no me iban a dar nada.

Nunca fui chavista

-¿Y usted no pertenecía al ala chavista?

-No, jamás y nunca. Dios me libre

-¿Y por qué le tenían tanta confianza que le dieron ese caso?

– Claro, me tienen confianza por mi trayectoria de tanto tiempo en la Fiscalía, yo siempre actué objetivamente en todos mis casos, y se resolvían.

-¿Usted nunca votó por Chávez?

-No, jamás y nunca.

– ¿Y ellos no revisaban eso?

-No, no, no, eso es imposible de que se detecte.

-¿No lo registraban en esas listas para asistir a marchas, eventos del Psuv o en las firmas contra Obama y ese tipo de cosas?

-No, no, no. Y nunca firmé tampoco, a pesar de que yo estaba en una supuesta lista de violadores de Derechos Humanos. Yo nunca firmé para que se derogara el decreto de Obama. Nunca lo firmé.

-¿Y usted estaba en esa lista?

-Claro, yo estaba en una supuesta lista que sacó un abogado venezolano, creo, que no sale ni mi foto, solo mi nombre y mi cargo. Pero aún así yo nunca firmé nada contra Obama.

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Los nombres detrás del juicio

Dentro de las manipulaciones que denuncia en el caso de Leopoldo López, Nieves explica que todo cambió después de la aparición de los videos que mostraban a los agentes del Sebin disparando a los manifestantes, en el centro de Caracas, durante las protestas del 12 de febrero.

-¿Qué ocurre dentro de la Fiscalía cuando aparecen esas imágenes?

-Cuando se comienzan a analizar los videos es cuando el director de Delitos Comunes, Nelson Mejías, me dice: “pero tú hiciste toda esta vaina mala, esto está malo, qué bolas, no sé por qué esto salió tan malo. Vamos a cambiar los delitos, a ponerle nada más el de determinador de daño e incendio, instigación pública y la asociación para delinquir”. Yo dije “bueno”, y así lo hicimos. En el tribunal móvil, allá en Ramo Verde, se hizo la imputación como había indicado Nelson Mejías.

-¿Quién da la orden directamente de inculpar al resto de los jóvenes y por qué?

-A mí me ordena Joel Espinoza -el director general del Ministerio Público para ese entonces- que acumulara las causas y me dice: “mira, Franklin, hazte un escrito y solicita la acumulación del caso de los estudiantes al caso de Leopoldo, para poder meterle la determinación”. Es allí donde se cambian los delitos, por eso es que se acumulan esos dos casos, el del (tribunal) 26 de Control, que era donde estaba el de los estudiantes, al del 16 de Control, que era el de Leopoldo López.

-¿La idea era probar que López provocó la acción de alguien y ahí estaban esos muchachos?

-Exactamente. Supuestamente para que incendiaran, pero es que ni siquiera esos muchachos participaron en el lanzamiento de piedras ni del incendio. Porque Marco (Coello, de 17 años entonces) lo que estaba era correteando por ahí, porque ese muchacho yo creo que era la primera vez que iba para el centro (De Caracas). Ángel (González) igualito, nunca lo mencionaron, en el juicio, el último día, lo mencioné fui yo en las conclusiones. Christian Holdack en todo momento estaba vestido con una camisa verde, ahí se ve en los videos, y con una cámara en la mano, y con un koala por aquí guindado y Damián (Martín) igualito. Él lo que hizo fue ayudar a Bassil Dacosta (cuando lo hirieron de muerte), a trasladarlo para la Cruz Roja, para sacarlo de la esquina de Tracabordo hacia la Cruz Roja.

¿Quién mató a Juancho Montoya?

-En el caso de la primera muerte del 12 de febrero de 2014 durante las protestas ¿Quién mató a Juancho Montoya?

-Juan Montoya. A él lo mata Hermenegildo Barrera.

-¿De verdad fue él?

-Sí, sí, eso está comprobado balísticamente. A pesar de que yo nunca llevé esa investigación, pero uno siempre está ahí y tiene conocimiento de muchas cosas. A él lo matan para quedarse con el poder del colectivo completamente, para quedarse con las extorsiones a todos los comerciantes, porque ellos tenían su colectivo en Petare, entonces para eso él mata a Montoya. Y preso todavía está amenazando a personas, porque yo tuve en mi oficina a unas personas que creían que yo llevaba esa investigación y me manifestaron esa situación. Fueron a mi Fiscalía. El hijo también está en ese colectivo, que también estaba preso, creo. Y otras personas que son la plana mayor de ese colectivo que se la pasa extorsionando a la gente.

La huelga de López no importaba

-¿Cuando Leopoldo López entra en la huelga de hambre no sintió mucha presión?

-Claro, primero me daba la angustia de que le fuera a suceder algo, si se muere… si le pasa algo, si se llega a enfermar por algo, se va a complicar todo.

-¿Había alguna presión dentro de la Fiscalía durante esa huelga?

-No, no no, ahí no les importaba nada. En la Fiscalía no les importaba nada. Mandaban era al fiscal de ejecución de sentencia para que dejara constancia de las condiciones en las que se encontraba pero más nada.

El tiempo se agota y más periodistas vienen a su encuentro, él se pasa el pañuelo por la frente, se ajusta la correa porque el pantalón se le está cayendo y ofrece la mano. Se dispone a responder más preguntas, a dejarse tomar más fotos.

-¿Usted está en contacto con el departamento de Estado o algún organismo en EE UU, más allá de los abogados de inmigración que tramitan el asilo?

-No, no, no.

-¿Y si EE UU no le da el asilo?

-Bueno no sé, no creo. Me iría a otro país, pero yo a Venezuela no vuelvo.

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