Dinero venezolano circula en la red de bancos “lavadores”
EL SACUDÓN DE LOS BANCOS INTERVENIDOS e investigados, por manejar dinero proveniente del lavado de capitales, crimen organizado y corrupción salpica a venezolanos. Pero no a cualquier tipo de venezolanos, son funcionarios vinculados a la estatal petrolera Pdvsa y a personajes de altos cargos, con varios años en el poder, de Chávez y ahora de Maduro.
El rastreo que hizo la Red de Investigaciones de Delitos Financieros (FinCen) arrojó que existe un grupo venezolano de lavado de dinero denominado Third Party Money Launderers (TPML) que basó sus operaciones en la Banca Privada de Andorra (BPA) “para depositar el producto de la corrupción pública. Esta red de lavado de dinero trabajó en estrecha colaboración con los funcionarios de alto rango del gobierno de Venezuela, agentes residentes en Panamá, y un abogado de Andorra para establecer empresas fantasmas panameñas”, reza el informe del Departamento de Estado.
El documento le quitó la tranquilidad a más de uno en Venezuela, pues es categórico en cuanto a la participación de algunos personajes en esa red TPML, que abrió más de 100 empresas ficticias y emprendió negocios “con fines de lucro ilícito. Estaba bien conectada con funcionarios del gobierno venezolano y se basó en varios métodos para mover fondos, incluidos los contratos falsos, préstamos caracterizados erróneamente, sobre facturación y subfacturación y otros esquemas” de legitimación de capitales.
La guinda de la torta y el epicentro de los nervios de los últimos días está en una revelación: más de 50% de esas compañías de maletín estaban asociadas a Pdvsa y fueron usadas como fachada para mover más de 2.000 millones de dólares de esos fondos públicos, y BPA les hizo los favores. ¿Cómo? Con la colaboración de un ejecutivo de alto nivel de la BPA, hoy intervenida.
Familia petrolera
Por las fechas en las que ocurrieron las operaciones, todos los caminos conducen a Rafael Ramírez Carreño, ex presidente de Pdvsa, ahora embajador de Venezuela ante el Consejo de Seguridad de la ONU . También a algunos de sus familiares, como su primo Diego Salazar Carreño, quien manejaba el área de seguros y reaseguros, y su cuñado Baldo Sansó, hermano de su esposa Beatrice Sansó de Ramírez.
“Fuentes policiales aseguran a EL MUNDO (España) que en el informe en poder de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales figuran al menos tres ex viceministros venezolanos, el ex jefe de Inteligencia, un ex ejecutivo de la petrolera estatal PDVSA y un empresario considerado próximo a Chávez, que han podido manejar fondos en España procedentes presuntamente de sobornos millonarios a cambio de adjudicaciones del régimen venezolano”, escribió el diario español, el domingo 15 de marzo de 2015.
Los nuevos nombres apuntan a Nervis Villalobos, exviceministro de energía; Javier Alvarado, exviceministro de Desarrollo Eléctrico y dirigió Bariven; Alcides Rondón, exviceministro de Seguridad Ciudadana; Carlos Aguilera, exdirector de la policía política (Sebin); Omar Farías, dueño de Seguros Constitución, y Rafael Jiménez, exmiembro de la directiva de Pdvsa.
Tablante, exdiputado venezolano experto en investigaciones de lavado de dinero y editor del portal Cuentasclarasdigital.org, destaca que no hay escándalo financiero global donde no aparezca el nombre de “algún boliburgués o su testaferro”.
La noticia llega justo en el momento en que la Casa Blanca declaró “emergencia” por la situación política venezolana y puso luces sobre el peligro que representa para la seguridad nacional estadounidense. La medida derivó en acciones claras contra seis militares y una fiscal venezolana, todos vinculados con la represión de las protestas de la oposición. Sin embargo, el “combo” de suspensión de visas venía con congelamiento de cuentas e inclusión en la lista negra de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac); y una palabra que cada vez cobra más vida en todo el caso: corrupción.
Joan Pau Miquel Prats, uno de los principales dirigentes de la BPA fue detenido en el proceso de una investigación sobre presunto blanqueo de dinero, indicó el sábado la policía andorrana, y reportó La Voz de Galicia. Se esperan nuevas detenciones entre la dirigencia del banco. Y no es la primera vez que sucede. Tampoco es la primera vez que existen conexiones venezolanas en esas detenciones, averiguaciones y juicios. Esta historia no termina de ser contada.
Se prendieron las alarmas
Algunos analistas y expertos en la materia, en Venezuela, como Thays Peñalver y Alejandro Rebolledo, han explicado cómo estas no son medidas que se toman de la noche a la mañana. Por el contrario, provienen de una larga investigación, de años. A través de la red social Twitter, Peñalver advirtió que “EEUU en 16 años permitió a los chavistas corruptos llevar sus mal habidas fortunas, ya con el mapa situacional tienen la red completa”. Rebolledo apunta hacia una estrategia que los va dejando hacer, depositar, transferir, para identificar “brokers”, complicidades y redes, hasta que un día proceden.
Rebolledo, especialista en antilavado de dinero y legitimación de capitales, comentó que si el Estado no actúa para exigir la recuperación de activos congelados en otros países, por presuntos actos de corrupción, “está dando un muy mal mensaje al país y a la comunidad internacional, incluso se podría presumir una ceguera voluntaria para no levantar polvo en relación a dinero y bienes”.
También respondió algunas de las principales preguntas que surgen en torno a este polémico caso.
– Detectan dinero de funcionarios venezolanos en bancos investigados por lavado de dinero ¿qué implicaciones tiene para ellos, para Venezuela y para los países con los que mantienen relaciones comerciales?
El Fincen en su informe establece que altos funcionarios venezolanos utilizaron como mecanismo para lavar dinero el Banco de Andorra y como métodos la sobrefacturación, subfacturación, compañías fachadas y contratos falsos en complicidad con un gerente del banco de Andorra, quien cobraba comisiones exorbitantes. Tendría que verificarse las transferencias realizadas y quiénes pueden estar vinculados, empresas y personas naturales. Para el país, quedan al descubierto las debilidades en las políticas para combatir la corrupción pública.
– ¿Pudiera separarse una responsabilidad individual de los funcionarios, de la estatal petrolera, por ejemplo?
Claro, la responsabilidad penal es individual . Se debe verificar a los responsables y establecer quiénes están relacionados con negocios en Pdvsa y sus filiales y quiénes son los proveedores o empresas que realizan negocios con la petrolera dentro y fuera de Venezuela.
– El dinero congelado de esas cuentas se puede recuperar? ¿A dónde va?
El dinero se puede recuperar la Convención de Naciones Unidas contra la corrupción y la Convención de Palermo contra la delincuencia organizada transnacional convenciones suscritas por Venezuela y la ley orgánica contra la delincuencia organizada tienen suficiente mecanismos para poner en marcha la cooperación internacional y la asistencia legal mutua, El dinero se congela y se le notifica al Fincen agencia del Dpto del Tesoro americano que se encarga de vigilar el sistema financiero americano y evitar que este se contamine a través de la amenaza del crimen organizado
– ¿Qué es la Third Party Money Launderes-TPML y cómo operaba?
Son especialistas que le lavan el dinero a otras personas, los asesoran le montan estructuras de lavado de dinero. Los Third Party Money Processors son servicios de cobro a terceros que funcionan como banco y usan una cuenta para recibir todos los pagos de sus clientes normalmente retailers (minoristas) o abogados.
– ¿Qué le espera a Pdvsa después de todo esto?
Pdvsa, lamentablemente, tiene un riesgo reputacional y operacional que puede terminar en uno legal. Debe hacer una revisión exhaustiva de quiénes están manejando sus negocios y operaciones para establecer el destino de sus finanzas. Simplemente con seguir el dinero tendrá respuestas.
-¿Por qué ocurre esto ahora?
El FinCen procede porque cuatro bancos americanos, que actuaban como corresponsales con el banco de Andorra, fueron utilizados para contaminar el sistema financiero americano: Citibank, Bank of América, HSBC y Deutsche Bank.