Venezuela marca la primera gira latinoamericana de Mike Pence
Venezuela marca la primera gira latinoamericana de Mike Pence

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En el momento de mayor presión de Washington sobre Nicolás Maduro, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, realiza desde este domingo y hasta el viernes su primera gira por América Latina con Venezuela llamada a ser uno de los principales temas a tratar con los mandatarios de los cuatro países que visita.

Colombia, Argentina, Chile y Panamá firmaron esta semana la Declaración de Lima, en la que 12 naciones latinoamericanas acusaron a Maduro de romper «el orden democrático» y desconocieron la Asamblea Constituyente.

Pence, de 58 años y gobernador del estado de Indiana hasta que asumió su cargo, es visto por diplomáticos en Washington como el hombre de América Latina en la Casa Blanca. Busca construir una relación más cercana con los vecinos del sur, apuntan.

«Se ha convertido en un gran aliado de Colombia dentro del Gobierno estadounidense», dijo el presidente de ese país, Juan Manuel Santos, durante la visita que hizo en mayo a Washington.

El colombiano fue el primer mandatario al que Pence llamó cuando asumió la vicepresidencia de Estados Unidos. Y Colombia, con paradas en Cartagena de Indias y Bogotá, será el primer país de la región en el que aterrice el número dos de la Casa Blanca.

Pence habló este jueves con Donald Trump sobre esta gira en la reunión que mantuvieron en Bedminster, la localidad de Nueva Jersey en la que el presidente pasa sus vacaciones estivales. Junto al asesor de Seguridad Nacional, HR McMaster, abordaron también la situación en Venezuela.

«Debemos levantar nuestras voces para condenar al Gobierno de Venezuela por su abuso del poder y el abuso a sus propios ciudadanos», dijo Pence en junio.

Trump ha incrementado la presión sobre Maduro desde la elección de la Asamblea Constituyente, incluyendo al propio presidente venezolano en la lista negra de sancionados por el Departamento del Tesoro e imponiendo sanciones a personas que se sientan en ella y que han colaborado en su instauración, entre ellas el hermano mayor del fallecido Hugo Chávez.

La Casa Blanca, además, sigue evaluando la posibilidad de un embargo petrolero o de otras sanciones relacionadas con el crudo.

Pence, que habló por teléfono con el opositor venezolano Leopoldo López a finales de julio, abordará la crisis venezolana con Santos. «Lo que hemos visto es una destrucción de la democracia en Venezuela», dijo el colombiano recientemente. Su país recibe diariamente la llegada de miles de venezolanos.

Con el presidente de Argentina será también un tema relevante. Mauricio Macri es uno de los mandatarios latinoamericanos más beligerantes con Maduro. Su presión para la suspensión de Venezuela en el Mercosur ha sido grande.

Más allá de Venezuela, la visita de Pence a Colombia será una oportunidad para Juan Manuel Santos de convencer a Estados Unidos de dar un paso contundente en favor de la implementación del acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Cerca de 10 meses después de haberlo logrado, para el Gobierno colombiano sigue siendo primordial el apoyo de Estados Unidos al posconflicto.

El Congreso estadounidense aprobó en el presupuesto de 2018 el aporte de 450 millones de dólares para programas de posconflicto, pero Santos sabe que la principal preocupación de Trump sigue siendo el narcotráfico,ñyñmás ahora cuando la ONU, además de la propia administración norteamericana, ha advertido sobre el aumento de más del 50 por ciento en cultivos ilegales.

A Buenos Aires llegará Pence tras las elecciones primarias que definirán los candidatos de los comicios legislativos del 22 de octubre, un examen de medio término para la gestión de Macri.

La relación entre los dos gobiernos es buena. Se vio en abril en el encuentro de los presidentes en la Casa Blanca. Trump identificó al argentino como referencia en el tema de Venezuela. Y tras la reunión, Estados Unidos levantó las restricciones que había impuesto a la importación de limones desde Argentina.

A Macri, un defensor del libre comercio, no le gusta no obstante la postura proteccionista del mandatario estadounidense.

Tampoco a la chilena Michelle Bachelet, aunque el Gobierno de ésta ha sido mucho más crítico con Trump que Macri. Como cuando expresó «profunda decepción»ñpor la salida del Acuerdo climático de París y rechazó el muro que quiere levantar en la frontera con México. Pence llega a un Chile con clima electoral. El 19 de noviembre se celebran las elecciones presidenciales de las que saldrá el sucesor o la sucesora de la socialista Bachelet.

La última parada del vicepresidente Pence es Panamá, cuyo presidente, Juan Carlos Varela, fue recibido por Trump en la Casa Blanca en junio. Fue pocos días después de la detención en Florida del exmandatario Ricardo Martinelli, acusado por su país de haber espiado a políticos de la oposición mientras estaba en el poder y de haberlo hecho con fondos públicos.

En esa ocasión, Varela y Trump acordaron fortalecer la coordinación en materia de seguridad ante el aumento de la producción de drogas y la violencia generada por el narcotráfico. Este tema y la necesidad de frenar la migración irregular son los ejes sobre los que se estructura el diálogo bilateral.