Gregorio Álvarez, una de las figuras claves del golpe de Estado que impuso un régimen militar en Uruguay de 1973 a 1985, falleció este miércoles en Montevideo a los 91 años de edad.
Álvarez se desempeñó como gobernante de facto de ese país sudamericano de 1981 a 1984.
En 2007, fue procesado por la desaparición de una treintena de personas en vuelos clandestinos entre Montevideo y Buenos Aires, parte del Plan Cóndor por el que los militares de la región establecieron un sistema de coordinación y apoyo mutuo para acabar con los disidentes a sus respectivos regímenes.
En 2008 los cargos pasaron a ser los de homicidio y posteriormente fue condenado a 25 años de prisión por la muerte de 37 desaparecidos.
El exmilitar se encontraba cumpliendo una condena por violación a los derechos humanos en la prisión especial Domingo Arena, junto a otros ex uniformados hallados culpables de delitos de lesa humanidad.
Según fuentes del Hospital Militar y el ministerio del Interior citadas por medios locales, Álvarez murió debido a una falla cardíaca.
Desde el accidente cerebrovascular que sufrió en 2015, había tenido ingresos intermitentes al hospital militar, donde había sido trasladado semanas atrás tras sufrir un malestar.