Este lunes 13 de junio la Organización de Estados Americanos (OEA) inauguró su 46 Asamblea General en la capital dominicana con el tema Venezuela fuera de la agenda oficial. Sin embargo, esto no significa que el  país sudamericano no de qué hablar.

Personas afectas al oficialismo entregaron en la Asamblea una carta, remitida al canciller dominicano, Andrés Navarro García, en el que le expresan sus preocupación por «el plan de desmoralización contra los procesos democráticos que vive nuestra región.»

Esta Asamblea de la OEA es una de las que más expectativas ha despertado en los últimos años, porque el secretario general, Luis Almagro, dio un paso sin precedentes dos semanas antes al pedir que se aplique la Carta Democrática a Venezuela.

Al respecto y sobre Almagro, en la carta, firmada por varios grupos defensores de DD HH, califican de cinismo que utilice su posición como secretario general de la OEA para «atentar contra la democracia» del país.

El debate sobre la aplicación de la Carta ha puesto todos los focos sobre la OEA, que el 23 de junio debatirá en su sede de Washington si prosigue con el proceso gradual de la Carta, que podría llevar a gestiones diplomáticas (18 votos de embajadores), a la convocatoria urgente de una reunión de cancilleres (24 votos de embajadores) y, en último lugar, a la suspensión de Venezuela del ente (24 votos de cancilleres).

Por esta razón, en declaraciones previas a la Asamblea, Almagro aseguró que era innecesario abordar el tema Venezuela. “No forma parte de la agenda formal de la Asamblea, para ello los países tendrían que haber votado su inclusión en el temario y eso a esta altura es imposible e innecesario al haberse fijado una fecha para el 23 de junio”