El primer ministro de Reino Unido, David Cameron, respaldado con el mandato de la mayoría del electorado de su país, llegó  a Berlín para buscar el apoyo de la canciller Angela Merkel a su ambicioso plan de imponer a la Unión Europea un mejor tratopara su país, una idea que está acompañada de la amenaza de abandonar la UE, si Bruselas rechaza su plan.

Aunque el tema es de por sí conflictivo, Cameron recibió el interesado apoyo de la canciller alemana, quien señaló, durante una rueda de prensa conjunta, que su Gobierno está dispuesto a dialogar sobre las reformas que desea impulsar el primer ministro británico, aunque advirtió que sería una tarea difícil.

La acogida a las intenciones de Cameron fue, en cambio, fría en Varsovia, donde el británico se había reunido antes con su homóloga polaca, la liberal de centroderecha Ewa Kopacz. El viceministro de Exteriores polaco, Rafal Trzaskowski, anticipó este que «será muy difícil» aceptar los cambios en los tratados europeos que quiere promover el primer ministro británico, informa Efe. Antes de que se celebrara el encuentro entre Cameron y Kopacz, Trzaskowski auguró que las negociaciones serán complicadas. «La UE necesita a Gran Bretaña, así que la discusión no será fácil», señaló el viceministro.

Las autoridades polacas han reiterado que para Polonia la «línea roja» serán aquellas reformas que supongan medidas discriminatorias, como impedir el libre tránsito de personas, o que limiten los derechos de los inmigrantes dentro de las fronteras de la Unión. Entre los cambios propuestos por Cameron como parte de su campaña para modificar la relación de su país con la UE, se incluye la restricción de los derechos de los inmigrantes en el Reino Unido.

El conservador británico concluyó en Alemania la gira que en dos días también le ha llevado a Holanda, Francia y Polonia. “Por supuesto que tenemos el deseo de trabajar muy estrechamente. Nos gustaría ser parte del proceso que está ocurriendo en Reino Unido en este momento y queremos ser un socio constructivo en este proceso”, insistió Merkel al apoyar de forma significativa los planes de Cameron para introducir reformas en la UE. «Alemania desea que Reino Unido permanezca en la Unión Europea», añadió la canciller.

“Donde hay una voluntad también hay un camino y esto ha quedado demostrado muchas veces en Europa”, dijo el primer ministro británico, quien regresó a su país visiblemente aliviado gracias al inesperado apoyo que encontró en Berlín. “La Unión Europea ha mostrado en el pasado que, cuando uno de sus Estados miembros tiene un problema que necesita solucionar, puede ser lo suficientemente flexible como para hacerlo y tengo plena confianza en que lo hará de nuevo”, añadió.