Rivales políticos de Cuba y Venezuela convergen en Panamá
PANAMA (AP) — El presidente estadounidense Barack Obama podrá escuchar antes de la Cumbre de las Américas, si se lo propone, las inquietudes que arroje un foro de la sociedad civil en el que convergerán por primera vez miembros de la disidencia y defensores del gobierno cubano.
Si bien no se ha confirmado oficialmente si Obama asistirá al diálogo con el que se cerrará el foro el 10 de abril, horas antes de la inauguración de la cumbre, miembros de una red de derechos humanos de Panamá involucrados en la organización de ese evento señalaron el martes a la prensa que algunos líderes han mostrados interés en tomar parte, entre ellos el mandatario de la potencia norteamericana.
Magaly Castillo, de la Alianza Ciudadana Pro Justicia, y el coordinador del foro, Rubén Castillo, informaron que hasta el momento unas 600 personas de todo el hemisferio están listas para la actividad del 8, 9 y 10 de abril, aunque estimaron que la cifra podría aumentar.
El foro tendrá ocho grupos temáticos y/o discutirán sobre los mismos asuntos que tocarán los mandatarios, pero con la visión de la sociedad civil. La expectativa, sin embargo, crece en relación con lo que sucederá en la mesa cuando se vean las caras grupos rivales de países como Cuba y Venezuela. Cuba asiste por primera vez a la cita.
Magaly Castillo aclaró que de Cuba vendrán más de 90 participantes al foro, entre ellos estimó que un grupo no mayor a 25 o 30 de personas consideradas opuestas al gobierno cubano.
Guillermo Fariñas y miembros de las Damas de Blanco se mencionan entre los asistentes de la disidencia, dijo la activista panameña.
La esposa del opositor preso venezolano Leopoldo López –Lilian Tintori– está entre los participantes adversos al presidente Nicolás Maduro, según los organizadores.
De acuerdo con la activista Castillo, la OEA hizo una depuración, en tanto que la red y la Cancillería panameña trabajaron cuidadosamente en la revisión de la lista en el caso de Cuba para que hubiese un balance.
Han surgido algunos cuestionamientos de parte de grupos de izquierda en Panamá sobre que en el foro se le esté dando mayor espacio a grupos de derecha y críticos a los gobiernos de Cuba y Venezuela.
El gobierno panameño y los organizadores de la sociedad civil coinciden en destacar el hecho de que en el foro converjan diferentes corrientes, al tiempo en que aclaran que la actividad no necesariamente es para debatir sobre la crisis política de algún país en particular. Y si bien esperan candentes debates y dificultades a la hora de conciliar documentos, atribuyen ello a un juego saludable de la democracia participativa.
“Panamá va a tratar de crear el ambiente para que la gente dialogue, se miren a las caras”, dijo Magaly Castillo. “Ojalá logremos documentos en que todos nos sintamos representados”.
En el cierre del foro los voceros de cada grupo temático expondrán sus conclusiones y recomendaciones a los presidentes asistentes.