La presidenta de Corea del Sur, Park Geun-hye, dijo el lunes que está abierta a la idea de celebrar una reunión cumbre con el líder norcoreano, Kim Jong Un, sin ninguna condición previa e instó a Pyongyang a regresar rápidamente al diálogo.

El fin del programa nuclear de Corea del Norte debería ser una parte importante de las discusiones para la paz en la península coreana, pero no es una condición previa para sostener una cumbre, dijo Park en una conferencia de prensa televisada.

«Mi posición es que para aliviar el dolor de la división y lograr la unificación pacífica, estoy dispuesta a reunirme con cualquiera», dijo Park. «Si es útil, estoy dispuesta a una reunión cumbre con Corea del Norte. No hay ninguna condición previa», agregó.

No hay señales de un plan concreto para una reunión entre ambos líderes. Los presidentes de Corea del Norte y de Corea del Sur sólo se han reunido dos veces desde que la península fue dividida al final de la Segunda Guerra Mundial.

Ambas partes aún están técnicamente en guerra desde que el conflicto de 1950 a 1953 terminó sólo en una tregua, y no con un tratado de paz. Más de 1,8 millones de soldados están desplegados en ambos lados de la frontera fuertemente fortificada.

Pero los comentarios de Park vienen después que el líder de Corea del Norte dijo en un mensaje de un Año Nuevo: «Si la atmósfera y el ambiente están, no hay razón para no mantener una cumbre de alto nivel (con Corea del Sur)».

Sin embargo, Corea del Norte envía repetidamente señales contradictorias.

El viernes, Pyongyang rechazó un llamado del Parlamento surcoreano para reanudar las negociaciones sobre diversos temas, incluyendo los derechos humanos en Corea del Norte, y las familias que siguen separadas por la Guerra de Corea.

Park repitió la oferta el lunes. «Corea del Norte debe responder al diálogo sin dudarlo», dijo.