Gabriela González, autor en Runrun

Gabriela González

#GuachimánElectoral | Preguntas y respuestas que se hacen los ciudadanos sobre la Consulta Popular
Las dudas van desde la seguridad de los datos, hasta la efectividad de los resultados que allí se den. Respondieron al #GuachimánElectoral la exmagistrada Blanca Rosa Mármol de León y Horacio Medina, miembros del equipo organizador

Gabriela González

Desde Guachimán Electoral se recopilaron algunas de las preguntas más frecuentes que hacen los ciudadanos, de cara a la consulta popular que activó la Asamblea Nacional desde el 7 de diciembre y en la que podrán participar hasta el 12 de diciembre, se hacen.

Las dudas van desde la seguridad de los datos, hasta la efectividad de los resultados que allí se den.

Las respuestas las ofrecieron la exmagistrada Blanca Rosa Mármol de León y Horacio Medina, miembros del comité organizador de la consulta.

¿Es seguro participar?

BRM: Sí. Es muy seguro participar. Tenemos un doble sistema. Es mixto. Esta el virtual y el presencial que es el sábado 12 de diciembre.

El virtual les garantiza a las personas, completamente, que su identidad no va a trascender. No hay posibilidad alguna de una nueva lista Tascón como se ha estado diciendo y que es el miedo de algunas personas con fundadas razones.

Toda la data se alojará fuera de Venezuela precisamente para que la ciudadanía tenga seguridad.

¿Qué uso le darán a esos datos?

BRM: Esos datos nada más se van a utilizar para saber la expresión de la voluntad, para la totalización del sábado donde se cruzará la información de ese día con los datos de la participación virtual. En ese momento se detectará si hay o no doble votación. Y luego se destruyen.

¿Qué pasa si sectores del chavismo deciden participar, por ejemplo, en la consulta digital y obtienen resultados adversos?

BRM: Yo eso lo veo bastante difícil, pero es una posibilidad de participación porque quedó de esa manera con el SI y el NO.

Que yo hubiese preferido, pero era mi punto de vista y al final se impuso la mayoría, que dijera solamente SI, ¿por qué? Porque esto no es un plebiscito ni un referéndum. Esto es una consulta popular que es una figura muy sui géneris, muy especial que está en el artículo 70 de nuestra Constitución y que es una forma de participación ciudadana sin que medie el CNE y es lo que nos garantiza que va a ser expresión directa de nuestra voluntad.

¿Por qué digo esto? Porque siendo así, debería ir sólo el interesado en expresar su voluntad.

Ahora bien, esa posibilidad de que prive el NO, no la veo porque la participación abrumadora es del SI.

La finalidad de esto es que llegue esta suma de voluntades a la comunidad internacional. ¿Por qué? Porque cuando se les ha solicitado ayuda, dicen que lo resolvamos internamente por un procedimiento que llene estas características. Una vez hecho este procedimiento, la idea es presentarlo.

¿Los resultados son vinculantes? ¿Tendrán alguna incidencia real en la crisis del país?

BRM: Tiene incidencia, pero no es inmediato. No es que el 12 terminamos y el 13 Maduro está afuera.

Después del 12 la consulta continúa, pero en otra fase que es la de hacerla valer. Después de que la hagamos valer, entonces sí vamos a recuperar a Venezuela porque vamos a lograr la presión internacional para obligar a Maduro a dejar el poder.

¿A quién se le está exigiendo en la pregunta 1 y a quién se le está ordenando en la pregunta 3?

BRM: En la pregunta 1 se exige a Maduro que abandone el poder en virtud de que lo detenta de una forma inconstitucional.

La pregunta 3 está dirigida a la comunidad internacional, entiéndase ONU, OEA, Grupo de Lima y todos los Parlamentos.

Le llevaríamos la manifestación de voluntad de una gran mayoría venezolana y ellos tendrán que enfrentar si son demócratas de convicción.

¿Qué garantías tienen los que voten NO en la consulta?

BRM: Se contará y se indicará.

¿Cuáles son los mecanismos de auditoría del proceso?

HM: Es un proceso que al mismo tiempo que es complejo, es sencillo. Cuando estamos participando de manera digital, existe un seguimiento absolutamente exacto de todas las intersecciones. Es perfectamente sabido cuántas transacciones se realizan cada día, en cada lugar según la identificación de los dispositivos a través de los cuales lo hicieron. Eso es uno de los puntos importantes.

Lo segundo es que las auditorías se realizarán a través de los códigos que son una huella digital que no identifica directamente el número de cédula, identifica a la persona y sin saber cómo manifestó su voluntad, sí indica que ese código es de una persona válida.

Cada código, que es personal, será una muestra que se sorteará y auditará.

Compararemos el número de manifestaciones con el número de participantes. Obviamente vamos a separar a aquellos que pudieron hacer una participación doble.

No sabemos por quién lo hizo, pero sí podemos poner de manera separada “hay tantos miles de casos que tuvieron una participación doble”. De modo que el resultado podría decir: nosotros obtuvimos x millones de manifestaciones y de estos x millones, x miles lo hicieron de manera doble.

Allí la gente puede pensar que hay una duda de esos millones sobre estos miles. Es perfectamente posible. Lo reconocemos y los sabemos, pero no podemos decir que hay 50.000 votos dobles y por lo tanto eliminamos 50.000 SÍ o NO en la pregunta 1, 2 o 3 porque no hay forma de saberlo.

Solamente hay una forma de identificar qué códigos hicieron esa doble transacción y cuántos son.

El software no se va a auditar porque ya fue auditado y certificado por la Comisión Electoral de los Estados Unidos que avala que el software hace lo que dice que hace.

¿Para qué hay que salir el 12D si ya la persona votó en línea?

BRM: Eso es bueno que lo aclaremos porque ha venido generando confusión. La persona no tiene que hacerlo. Si la persona ya votó en línea no tiene que salir el 12.

Justamente una de las finalidades del voto en línea es que aquellas personas que puedan tener represalias en su contra puedan hacerlo en la tranquilidad de su hogar.

El voto electrónico no hay que ratificarlo. Lo que se ha dicho como sugerencia por la parte política, es que las personas podrían, si quieren, salir el sábado y acompañar a quienes decidan hacerlo presencial. Es hacer acto de presencia, pero no es una exigencia.

Para precisar entonces, ¿no es obligatorio ir a la consulta presencial a validar el voto?

BRM: No. De hecho, eso de la validación no existe. La persona vota virtualmente y su voto electrónico vale al igual que el que lo haga presencialmente.

El diputado Freddy Guevara añade que es una convocatoria voluntaria para que el 12, a las 12 del mediodía, las personas se congreguen y apoyen la consulta.

¿Qué diferencia hay entre esta consulta y la del 16J de 2017?

BRM: Muchísimas, pero empiezo por las semejanzas. La consulta de 2017 también fue hecha por la ciudadanía y fue un verdadero ejercicio cívico que tuvo un gran impacto a escala internacional.

Ahora bien, en la consulta del 2017 no se pedía que Maduro saliera del poder. Lo que se pedía es que no se hiciera la Constituyente. Había sí, una pregunta que hablaba de la renovación de los poderes públicos. Podríamos entender que allí estaba lo de Maduro, pero no era la pregunta concreta.

Además, no teníamos un presidente encargado apoyado por más de 60 países. Tampoco teníamos un éxodo de más de 5 millones de venezolanos y tampoco teníamos una misión de verificación de hechos de la ONU para investigar delitos de lesa humanidad.

¿Qué quiero decir con esto? Que las circunstancias políticas son muy distintas y esta consulta va orientada a una meta muy clara y definida y diferente que es la ayuda internacional.

Realmente, ¿qué objetivo tiene la consulta?

BRM: El objetivo de la consulta no es otro que obtener la ayuda internacional por lo siguiente:

Dejamos claro el rechazo que tiene el gobierno de Maduro; deja claro que los venezolanos tenemos vocación democrática; dejamos claro que rechazamos el fraude electoral aunque ya se haya realizado. Y en tercer lugar, llevamos el apoyo que los venezolanos le dan a la ayuda internacional y además la hace exigible.

¿Hay alguna manera de detectar si los datos introducidos pertenecen a una persona fallecida?

HM: Nuestra lista es de 2018 la cual cruzamos con otros listados para eliminar a las personas fallecidas hasta finales de 2018. También sacamos del sistema a las personas mayores de 110 años. Obviamente que si tenemos fallecidos en el 2019 y 2020 aún van a estar en el listado.

Yo creo que eso serían algunas excepciones y tendrían que ser personas que actúen de mala fe y con otras intenciones presenten la cédula de una persona fallecida entre 2019 y 2020.

¿Cuántas personas pueden participar a través de un mismo teléfono?

HM: Depende. A través de la aplicación de Voatz no es posible participar más de una vez.
Por Telegram, se permite hasta 10 veces pensado en núcleos familiares y en los dispositivos autorizados de los puntos itinerantes lo pueden hacer muchas veces.

#GuachimánElectoral | Técnicos electorales: o se audita todo o simplemente el resultado no es confiable
Para los expertos hay auditorías “esenciales”: la del software de las máquinas de votación; la certificación del software del sistema de información al elector y de la producción del sistema, y la evaluación de la red de transmisión de resultados electorales

 

 

Luego de presentar las máquinas de votación que se usarán el próximo #6D en las elecciones parlamentarias, el Consejo Nacional Electoral inició lo denso de las auditorías que evaluarán el funcionamiento y el comportamiento del sistema automatizado de votación. No obstante, el cronograma de estas actividades ha sido modificado cuatro veces desde que fue publicado en julio. Más que el número de auditorías, lo que preocupa a expertos electorales vinculados a estas fases previas y posteriores a la elección, es que en los procesos clave nadie sabe lo que está pasando.

Faltando solo 58 días para las parlamentarias fue cuando se dieron a conocer las nuevas máquinas. Y a 45 días del proceso, del 12 hasta este 23 de octubre, es cuando las organizaciones políticas que participarán podrán ver y conocer el nuevo sistema y software de votación. En elecciones anteriores, a estas alturas del cronograma ya se había hecho gran parte de las auditorías.

Mario Torre formó parte del Grupo de Seguimiento Técnico (GST), ingenieros sin filiación política que desde 2005 se dedicó a ayudar a la oposición en todo lo concerniente a las auditorías del voto electrónico. Este grupo, que ha participado en más de 16 procesos y que además se ha caracterizado por mantener un muy bajo perfil, mantiene varios cuestionamientos al plan de auditorías previsto para el #6D. Torre recuerda que generalmente se hacen entre 12 y 14 auditorías.

 ¿Qué pasa en este proceso?

Hay que remontarse a 2017, cuando el Consejo Nacional Electoral (CNE) rompió relaciones con Smartmatic (compañía encargada del voto electrónico en Venezuela y que tuvo 13 años de relación con los gobiernos de Chávez y de Maduro) y desde entonces, más allá de hablar de la empresa argentina Ex-Clé, no se sabe del sistema que se usará, salvo que es de “tecnología abierta”, como dijo el rector del CNE Carlos Quintero.

Torre explica que una máquina de votación tiene la misma función que una computadora. Lo que hace a una máquina de votación es su software y su hardware (parte interna), de los que apenas se está conociendo y los que, nuevamente citando al rector Quintero, fueron desarrollados por “mentes venezolanas”.

Torre es enfático al decir que para hacer una auditora técnica se necesitan seis meses. Para él, en julio debió comenzar el proceso de auditoría del software, tomando en cuenta que se está usando uno nuevo.

Un cronograma de auditorías técnicas debe ser de 133 días hábiles, y este experto hace énfasis en hábiles. El propuesto por el CNE consta, aun cuando hay cambios en el camino, de 83 días. “Esto no es político, es técnico. Si quitas alguna parte del proceso, sencillamente no se puede confiar”, agrega el experto.

El sistema consta de muchas partes, explica Torre. Por ejemplo, el de telecomunicaciones, para el cual se diseñaba, en auditorías pasadas, una red virtual privada que permitiera determinar que la data no llegara a ningún lado salvo a donde tenía que llegar. En cuanto al sistema de totalización, se trata de 32 servidores que constan de 3 redes integradas. Todo debe ser auditado, así como el sistema a través del cual se programan las máquinas, que también debe ser auditado. En esta auditoría, además, se trata de verificar que la suma de todas las actas coincida con el boletín y se emita así un resultado.

Cuando se hace la auditoría se tiene el número de todas las máquinas de votación que van a transmitir y se indica el número de electores máximo por cada mesa. Si esto no se hace correctamente, podría haber actas de máquinas que no existen y que alterarán, en consecuencia, el número de votos. “Si no se hacen correctamente las auditorías, no hay nada que le impida al CNE decir cualquier número”, añade Torre. 

En cuanto al Sistema de Identificación al Elector (SIE), se debe verificar el programa y que el sistema no lleve un registro cronológico. Si no se hace o se hace incorrectamente esta auditoría, se corre el riesgo de que se guarde la información de cómo están entrando (por orden) los electores a la sala de votación e inferir por quién vota cada persona. Y es precisamente esta auditoría la que permite que esa información se mezcle y quede protegido el secreto del voto. La auditoría también permite que la información no la pueda ver algún actor político o se violen otros esquemas de seguridad para favorecer a alguna opción.

Torre insiste, al igual que otros técnicos contactados por el #GuachimánElectoral y que prefirieron hablar en condición de anonimato, en que todas las auditorías son indispensables. “En una auditoría técnica todo debe ser revisado. No hay un mínimo aceptable. O se hace todo o simplemente el resultado no es confiable. Nadie garantiza que es correcto si no hay auditorías de telecomunicaciones. Si tienes una máquina de transmisión y no conoces el mecanismo, ¿cómo sabes que la máquina que está transmitiendo al sistema de totalización es la misma que está transmitiendo en tu centro de votación? No hay forma de saberlo. Podría tratarse de una que esté emulando en dónde vota el elector. He allí la importancia de la auditoría”, sostiene Torre.

Sin embargo, sí se puede hablar de algunas auditorías “esenciales”. Estas serían: la del software de las máquinas de votación; la certificación del software del sistema de información al elector y de la producción del sistema, y evaluación de la red de transmisión de resultados electorales.  

Sin claridad, sin transparencia

Enrique Martínez, quien ha participado en otras ocasiones como técnico electoral por el partido Causa R, señala que para abordar el tema de la transparencia hay que recordar el incendio ocurrido a principios de año en las instalaciones del CNE en Filas de Mariches, Caracas, y debido al cual, según registra el Poder Electoral, se perdió el 100% de las máquinas. Para saber esa precisión, de voz del rector Carlos Quintero, transcurrieron siete meses. 

De igual manera, Martínez pone el acento en que aún no hay claridad sobre cuántas máquinas se compró, a quiénes se las compraron ni cuántas han llegado.

El técnico electoral coincide con Mario Torre en que el cronograma presentado por el CNE deja muy escaso tiempo para las auditorías del sistema automatizado, compuesto por los equipos y programas que se utilizarán.

“Para lograr una inspección, revisión y aún más, una auditoría, se requiere de un mínimo de 20 días, y eso contando con un equipo humano de técnicos que tengan experiencia en el área. A esto podemos sumar el tiempo que se requiere para programar y despachar los equipos en las auditorías de predespacho, que consisten en tomar aleatoriamente un porcentaje del 0,5 de los equipos que se programan diariamente para constatar que las firmas electrónicas generadas en las auditorías de programas y Registro Electoral son las mismas”, señala Martínez.

Esta auditoría de predespacho es una de las que no aparecen claramente definidas en el cronograma actual, según Martínez, y de acuerdo con su experiencia, se requieren por lo menos 25 días para hacerla correctamente.

El GST contrarrestó el cronograma publicado por el CNE (modificado cuatro veces, como se dijo anteriormente) con uno elaborado por ellos para determinar cómo deberían ser estas auditorías porque, como expone Torre, son 12 auditorías técnicas. Los tiempos son igual de importantes y esas auditorías no se pueden simplificar.

#GuachimánElectoral | 17% de los diputados electos el #6D no representará a ningún estado
Organizaciones no gubernamentales que monitorean el tema electoral insisten en alertar que los cambios en la escogencia generan una elección igual o más injusta que la de 2010 o 2015

 

El #6D se acerca y aunque se han señalado las inconsistencias legales con los cambios que, dictados por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), ha ejecutado el Consejo Nacional Electoral (CNE) es importante destacar que 17% de los parlamentarios electos no representarán a ningún estado, por lo que organizaciones especializadas en el tema electoral, como Súmate y el Observatorio Electoral Venezolano (OEV) advierten que el sistema que se implementará quitará peso político a los parlamentarios dentro de la cámara.

Desde el #GuachimánElectoral queremos simplificar un tema complejo, por lo técnico y específico que es:

¿En qué consiste esta lista nacional?

Son 48 diputados que no se elegirán directamente.

¿Pero el voto no es universal, secreto y, precisamente, directo?

Sí. Eso señala la Constitución en su artículo 63, pero en este caso no será directo.

¿Por qué?

Lo primero que hay que saber es que los expertos electorales critican la lista por cuanto se supone que las leyes establecen que Venezuela tiene un sistema unicameral y federal. Es decir, que cada diputado representa un estado.

En el caso de estos 48 diputados, al ser “nacionales” se rompe ese principio, pero, además, no hay una explicación técnica y matemática de cómo el CNE llegó a ese número.

Desde el #GuachimánElectoral consultamos al rector suplente Juan Carlos Del Pino y su respuesta fue que ya se había pronunciado sobre ese tema y que él consideraba que había otros aspectos más importantes para generar participación. Sin embargo, detalló que el número de 48 diputados nacionales resultaba de escoger a dos representantes por estado.

 ¿Qué dice el CNE sobre la adjudicación nacional de escaños?

El 30 de junio, el CNE aprobó las “Normas especiales para las elecciones a la Asamblea Nacional período 2021 – 2026” que rigen todo el proceso para el #6D. En sus artículos 5 y 6 delimita los lineamientos de la llamada lista “nacional” y reza que las curules se adjudicarán mediante la sumatoria de los votos válidos obtenidos por las organizaciones con fines políticos o grupos de electores nacionales únicamente. “La sumatoria de votos para la Lista de Adjudicación Nacional tomará en cuenta los votos válidos obtenidos por cada organización política nacional o grupo de electores nacional en la votación lista regional de cada entidad federal”.

 ¿Cómo se votará por estos 48 diputados?

Además de ser una votación indirecta (porque no estará en el tarjetón que verán los ciudadanos), cuando el elector vote por la lista regional del partido de su elección, ese voto irá a la lista nacional.

El método de adjudicación seguirá siendo el llamado “Método d’Hondt” o escrutinio proporcional plurinominal, que no es más que un sistema electoral que se utiliza para repartir los escaños de un Parlamento. Es decir, se utilizará el mismo método para adjudicar las listas regionales, pero en un escenario más pequeño: para 48 diputados.

Para Del Pino, el peso político de los diputados dentro de la cámara se diluye y para ejemplificarlo explica que un partido con 17 diputados tenía, antes de la modificación, un 10 % en el Parlamento; ahora, esos mismos 17 diputados representan un porcentaje mucho menor. Para llegar a estos números, los expertos dividen un escaño entre el número total, que para el #6D es de 277 parlamentarios. Un partido nacional que saque el 2,5 % de los votos a escala nacional solo obtendría un diputado de estos 48 de la modalidad nacional.

Las ONG manifiestan su preocupación porque este cambio generará que los estados pequeños se vean sobrerepresentados y los grandes, subrepresentados.

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