@donaldobarros

Él es Miguel Ángel Pazmiño Fernández, tiene 39 años, y pide dinero en la calle. «Aunque vivo con mi mamá, desde hace mes y medio estoy en la calle por un problemita que tuvimos, pero eso se va a arreglar. Estoy en silla de ruedas desde hace quince años debido a un accidente de moto que sufrí, pero yo tengo fe en que me voy a levantar. Antes de estar así trabajaba deshuesando reses, pero me compré esa moto y tuve el accidente», dijo «El Dragón», como muchos lo llaman.

«Le doy gracias a Dios y la vida por la motivación que todos ustedes me dan todos los días para levantarme de esa cama y trabajar. He sido víctima de abusos por parte de la autoridad, pero estoy tranquilo porque Dios provee y hoy gracias a ustedes y a la señora Patricia, tengo ruedas nuevas», agregó emocionado.

«No se aflijan, no se aflijan por nada del mundo, mírenme a mí, que aun sin pode caminar, salgo a la calle y mi autoestima está por el espacio», exclamó convencido. «Les deseo salud primordialmente, mucha salud, lo demás viene por añadidura». «¿Un consejo?, ¡surgir y echar pa’lante porque hay salud», culminó Dragón mientras –gracias a la donación de Patrizia Notaroberto, y difusión de Braulio Jatar y Horacio Siciliano– disfrutaba de su nueva silla de ruedas; la anterior no daba para más.

Donaldo Barros

@donaldobarros

Él es Ricardo Rodríguez Pace, tiene 21 años, y es tenista. «Soy tenista profesional desde los 17 años. Tomar la decisión de dejar la categoría juvenil fue difícil, sobre todo porque ya empiezas a depender completamente de ti mismo; ya las decisiones son 100% tuyas, y eso –aunque no lo creas– genera dudas e incertidumbre. Otro tema que se hace difícil en el mundo profesional es ‘el apoyo’. No estamos en un país de cultura tenística y no sobran las empresas que quieran apoyar, ni a mí, ni a mis compañeros. Mi familia ha hecho un esfuerzo increíble y hoy puedo decir que son mi principal sponsor, imagínate. Hasta el año pasado algunas marcas me apoyaron, pero con la situación del país eso se hizo inviable y yo lo comprendo», contó Ricardo.

«Me formé en Caracas, pero ya tengo cuatro años viviendo en Valencia, España. Vivir afuera es durísimo; entrenar lejos de tu casa es muy fuerte». «Siempre había querido que me preguntaran sobre Venezuela; sobre lo que siento», me dijo al preguntarle por Venezuela. «Decirte que es ‘todo’, sería ser parte de un cliché, pero sí tengo que decirte que Venezuela es eso a lo que me aferro en los momentos más difíciles. Este país me ha dado valores, nacionalidad, patria, y aunque a veces me duela extrañarla, me la llevo a todos lados. Con el tenis he tenido la fortuna de ver mucho mundo, y te digo con propiedad que Venezuela es un suelo privilegiado, solo que pocos lo saben y muchos no lo valoran» dijo con seguridad.

«Trato de dejar el nombre de mi país en alto y me siento con la responsabilidad de –aunque estamos pasando por momentos difíciles– hacer que nos vean como algo positivo, y para eso lo único que puedo hacer por mi país es ganar, ganar, y ganar». «A los chamos les digo algo que me hubiese gustado escuchar cuando era pequeño: ¡sueñen y defiendan sus sueños con locura!, ¡sean tercos! Alguna vez me dijeron que estaba loco por querer ser tenista, pero seguí mi instinto y hoy soy el número 1 del país y parte de la selección nacional; sueño con ser uno de los mejores del mundo», concluyó Ricardo.

Su cuenta de Twitter e Instagram es @rick1rodriguez y este fin de semana Venezuela juega contra Costa Rica en la Copa Davis.

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