Alexis Aponte, autor en Runrun

May 15, 2018 | Actualizado hace 6 años

 

PDVSA embargada

PDVSA acaba de perder (25-04-2018) un arbitraje ante la Cámara Internacional de Comercio (CIC) por un monto de US$ 2.040 millones, proceso iniciado por la Conoco Phillips cuando ésta fue expropiada por el fallecido presidente Hugo Chávez hace ya  una década, cuando la Conoco se negó sumarse a unos  cambios decididos por el gobierno en forma unilateral, en los acuerdos que regían a las empresas mixtas que operaban en el negocio petrolero.

No  habían pasado 15 días de la decisión de la CIC,  cuando la Conoco hizo valer sus derechos derivados y  reconocidos en el arbitraje y asumió judicialmente  “el control de los activos petroleros de Venezuela en la isla caribeña de Bonaire y presentó órdenes judiciales para hacer lo mismo Curazao y Aruba”, reseñado por la agencia Bloomberg

El pasado día jueves 10 de mayo el gobierno nacional declaró que esperaba llegar a un acuerdo con la Conoco sobre el reparo hoy día convertido en deuda.

Las consecuencias económicas para Venezuela de lo anteriormente descrito son graves y se suma a toda una colección de errores,  tanto del pasado como de la actual administración, que cree que puede manejar el derecho internacional y a los clientes internacionales como hace política a lo interno del país. Un desconocimiento supino del funcionamiento de un mundo globalizado con un marco normativo supranacional, del cual formamos parte y lo hemos suscrito.

Consecuencias 

Nuestra errática política petrolera ha traído como consecuencia que en este momento refinerías que se encuentran en Bonaire, Aruba y Curazao, se encuentran paralizadas por carecer del crudo  necesario para su funcionamiento. Esto crea un gran problema para los gobiernos de estas islas, cuantificable en lo económico y social, ésta última, dada la fuente de empleo para sus nacionales.

Nuestros tanqueros que transportan petróleo, no pueden surcar las aguas internacionales y menos llegar a sus terminales destinos, porque podrían ser objetos de embargo  tanto del buque si es propiedad de PDVSA y del bien transportado.

Venezuela, bien podría dar en “propiedad” el crudo a transportar a terceros, llámese CITGO o cualquier otra empresa bien sea de China o Rusia, pero cualquier operación triangulada tiene su riesgos y un incremento en sus costos operativos.

El gobierno podría tratar de vender el petróleo en nuestros puertos, lo que significa que los compradores tendrían que transportarlo a su destino. Esto no es tan fácil, cuando hoy día estamos en  un mercado de oferentes con condiciones ventajosas frente a un productor-vendedor con problemas y limitaciones legales para hacer negocios a nivel internacional.

Venezuela podría hacer algunas maniobras operativas y legales, pero cualquiera de ellas significaría vender por debajo del precio internacional, lo cual violaría los acuerdos de la OPEP y un  sacrificio relevante y significativo  en los ingresos tan importantes para el gobierno. Cualquier otra maniobra financiera, como vender a crédito se transformaría en menores ingresos del flujo de caja en divisas.

No es difícil imaginar en los últimos días, que la situación de caja de PDVSA y por ende del gobierno debe ser crítica, y lo será en las próximas semanas, al no poder colocar crudo en los mercados clientes de la empresa.

Conoco conoce bien la situación operativa, económica y financiera de PDVSA y procedió lo más rápido posible en tratar de recuperar su indemnización. Cuando hay varios acreedores y un moroso que tiende a quiebra, la táctica recomienda llevar la iniciativa y tratar de cobrar de primero. La respuesta del gobierno y no le quedaba otra, fue “querer llegar a un acuerdo”, mensaje muy negativo para el propio gobierno, ya que la comunidad de acreedores lo interpretará de la siguiente manera: Para cobrarle a PDVSA hay que jugar duro y esto se traduce en embargar cualquier activo venezolano a nivel del planeta sentándole a negociar y pagar.

Riesgos

 

  • Venezuela y PDVSA en concreto no han asimilado experiencias recientes sucedidas en Argentina y otros países que se han acogido a procesos de no pago de deuda externa, que han expropiado a empresas y éstas han recurrido a tribunales internacionales en busca de arreglos e indemnizaciones, con las consecuencias para su economía, muchas de ellas con el descrédito y la falta de confianza proyectadas en el tiempo. Entre esos riesgos podríamos describir:
  • Nuestro buque escuela de la Armada (el cual no es de PDVSA, pero todo es posible)  que anualmente visita países como parte de sus estudios militares, ya no podrá ir sino a Cuba, ni siquiera a Bolivia, porque no tiene mar.
  • PDVSA, se ve más limitada en hacer operaciones a nivel mundial de cualquier tipo, compras de repuestos, mantenimiento, transferencias financieras, manejos de cuenta, pagos de terceros a favor de la Empresa, incluso si CITGO reparte dividendos a sus accionistas (PDVSA) estos podrían ser embargados. 
  • PDVSA probablemente tendrá que enfrentar varias demandas en los próximos días, una de ellas la de Rusoro Mining en proceso por unos US$ 1.300 millones. Todo ello significará mayores desembolsos dado el monto demandado más los costos judiciales y esto traerá un “efecto cascada”.
  • El riesgo o debacle financiero para el país es inmenso: estamos hablando que nuestros ingresos en divisas dependen un 96% de la industria petrolera, la cual ha venido disminuyendo su producción y ahora lo poco que produce no lo puede exportar porque podría ser objeto de demandas por deudas.
  • A lo interno, la escasez de divisas se hará más dramática y con ello,  la escasez de comida y de medicinas. Esto se traduce en un incremento de la tragedia humanitaria del venezolano.
  • Creemos que tampoco habrá mucho dinero para las bolsas CLAP, (deben alcanzar hasta el 20 de mayo) y esto si es grave tratándose de un gobierno bizarro, populista y derrochador.

Gane quien gane las elecciones, no le presagiamos normalidad en los próximos meses. Al contrario: después del 21 de mayo se impondrá la conflictividad, la necesidad y un incremento de las protestas sociales  difícil de contener. La economía obedece a una lógica y a decisiones. El problema son los decisores.

@alexisaponte14

Opinión y Noticias

Nov 20, 2014 | Actualizado hace 9 años
Honramos la deuda. ¿Y ahora qué? por Alexis Aponte

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El gobierno nacional ha honrado el servicio de la deuda externa correspondiente al año 2014. Con ello ha silenciado los rumores de una posible moratoria y  ha reafirmado su condición de buen pagador frente a los mercados financieros internacionales. No ha sido fácil, ya que, con los precios del petróleo hacia la baja y las necesidades de divisas del país, realizar esos pagos significa una reducción en la asignación de dólares a actividades productivas y de consumo necesarias para la sociedad.

Nunca he aplaudido y además he criticado a los países que han declarado un  «default» de deuda, cuando no han sido víctimas de catástrofes naturales, guerras o cualquier evento sobrevenido. Eso me parece inmoral. Pides prestado y te prestan, porque hay una relación de confianza. Además, quien te presta, normalmente ese dinero no es del banco o del fondo de inversiones, es de empresas y personas naturales, cuyos excedentes de ahorro lo dirigen al circuito económico para que produzca riqueza. En muchos casos son ahorros de pensionados que viven de su rendimiento.

La mayoría de las moratorias de deuda, son producto de las irresponsabilidades de nuestros gobiernos, al endeudarse sin límite y sin planes de repago, en la mala administración de esos recursos, en la dilapidación de esos préstamos en decisiones populistas y en inversiones no reproductivas. He aquí la parte inmoral de estos gobiernos, que quieren solucionar los problemas de una mala gestión con declaraciones de mora, no pagar y en paralelo con discursos de víctimas de los depredadores financieros. El carácter en finanzas y economía tiene que ver con  la conducta que el deudor asume y honra sus deudas  y se traduce en solvencia.

Ahora bien, hemos asumido cómo deben ser nuestros compromisos financieros, pero es cierto, que el próximo año tenemos exigencias en deuda externa, por encima de los US$ 10.000 millones, y que nuestra única fuente de ingresos no es suficiente para todas las exigencias de divisas. El Gobierno debe enfrentar esta situación con honradez y profesionalismo. Es el momento de elaborar un plan alterno de fuente de divisas, distintas a las del petróleo, que pasa por tomar decisiones valerosas y responsables.

A tal efecto me permito hacer cuatro sugerencias: 1 ) Es necesario cambiar el perfil de vencimientos de la deuda externa, por lo menos para los próximos 5 años. Esta decisión es inmediata. No es lo mismo negociar ahora, que negociar con los vencimientos en la mesa.  2 ) Es imperativo rentabilizar algunos activos del país, por ejemplo: Citgo, en lugar de venderla como quieren algunos, pensemos en que sea un activo subyacente en una operación de emisión de papeles de la República, lo cual nos permitiría su colocación a una menor tasa de interés, al disminuir el riesgo de inversión. 3 ) El oro monetario del BCV, se ha convertido en esas prendas de gran valor para simplemente lucirla. Por qué no pensamos en titularizar ese oro y  así obtener recursos en el mercado financiero a mejores tasas de interés y, 4 ) Tenemos minas de oro, pero su aporte a los ingresos es escaso, pensemos en una ingeniería financiera de emisión de deuda con garantía de esas minas y ponemos a producir esos activos y que dejen de ser simplemente una actividad de explotación. Este año ha sido duro, y no tengo dudas que el venidero será peor, si no hacemos las cosas que se deben hacer.

Ahora bien, esto requiere ser responsable, orden y eficiencia en el uso de los recursos, es necesario otras medidas de corte monetario, disciplina fiscal, operar en función de la unificación cambiaria, reducir el déficit fiscal, aumentar la producción nacional, incentivar la inversión nacional y extranjera y dar garantías a quien arriesga su capital.

 

aaponte00@gmail.com

El Universal